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El estilo de vida influye en el riesgo de padecer depresión

La combinación de hábitos tóxicos (fumar), sedentarismo, una mala dieta y la falta de relaciones sociales pueden originar un trastorno depresivo en las personas.

28/09/2019

Durante el XXII Congreso Nacional Psiquiatría se abordaron distintos temas, entre ellos, el de si nuestro estilo de vida está relacionado con padecer depresión. Las investigaciones así lo avalan. En diciembre de 1999, se comenzó a realizar un estudio de cohortes dinámicos. Para llevarlo a cabo se enviaba un cuestionario ...

Durante el XXII Congreso Nacional Psiquiatría se abordaron distintos temas, entre ellos, el de si nuestro estilo de vida está relacionado con padecer depresión. Las investigaciones así lo avalan. En diciembre de 1999, se comenzó a realizar un estudio de cohortes dinámicos. Para llevarlo a cabo se enviaba un cuestionario a los participantes cada dos años.

"Como resultado, los fumadores tienen un incremento de 24% de riesgo de sufrir depresión. Este porcentaje aumenta en un 38% en aquellos casos en los que se fuman más de 20 paquetes al año. En cambio, este porcentaje se reduce a un 37% cuando la persona deja de fumar", explicó Almudena Sánchez Villegas, profesora del Departamento de Ciencias Clínicas de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria.

Asimismo, aquellas personas que realizan una dieta saludable, como la mediterránea, reducen significativamente el riesgo al 23%. "Por el contrario, las dietas ricas en productos ultra-procesados incrementan el riesgo. Otro factor que ayuda a reducir el riesgo de padecer depresión es relacionarse con los amigos", apuntó la profesora.

MooDFOOD

A veces ocurre que los estudios no dan los resultados previstos, como le sucedió al equipo de Margalida Gili Planas del Instituto Universitario de Investigación en Ciencias de la salud (IUNC/IDISBA) en la Universidad de las Islas Baleares e investigadora en la Red de Investigación en Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud.

De acuerdo con datos facilitados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 39% de las personas adultas tiene sobrepeso y el 13% obesidad. Además, la depresión es uno de los trastornos más prevalentes e incapacitantes. En Europa 40 millones de personas sufren depresión. A esto cabe añadir que el tener obesidad incrementa en un 55% el porcentaje de padecer depresión, mientras que el padecer depresión aumenta el riesgo de desarrollar obesidad en un 58%.

Por lo que se empieza a plantear la necesidad de desarrollar estrategias para prevenir la depresión en poblaciones de riesgo relacionadas con la obesidad y la dieta. Así nació MooDFOOD. Se trata de un proyecto europeo en el que se estudia el papel de la dieta, el comportamiento relativo a la alimentación y a la obesidad en para prevenir la obesidad. Este estudio liderado desde la Universidad de les Illes Baleares se llevó a cabo con 1025 sujetos de 18 a 75 años de cuatro países: Holanda, Reino Unido, Alemania y España.

Los objetivos que se establecieron fueron dos. Por un lado, examinar la viabilidad y efectividad de dos estrategias nutricionales para prevenir el Trastorno Depresivo Mayor (TDM) en personas con sobrepeso que presentan sintomatología depresiva. Por otro, examinar mediadores y moderadores potenciales de beneficios de estas estrategias nutricionales.

"Los resultados demostraron que la ingesta de suplementos nutricionales durante un año no impide de manera efectiva la aparición de un episodio depresivo mayor. Tampoco la terapia conductual para fomentar un comportamiento alimentario saludable y mejorar la dieta no fue eficaz para prevenir la depresión en general", apuntó.

Sin embargo, un 75% consideró la terapia conductual útil o muy útil para mejorar su estado de ánimo. Este tipo de terapia fue capaz de prevenir episodios depresivos en aquellos participantes que asistieron a un número determinado de sesiones.

El patrón de dieta saludable de estilo mediterráneo sí puede reducir el riesgo de presentar síntomas depresivos. Otro factor que sí puede llevar a una reducción de los síntomas es la pérdida de peso en personas con obesidad. Igualmente, las personas que padecen una depresión y siguen una pauta dietética saludable podrán reducir esos síntomas depresivos.

Estrés oxidativo

Saínza García, del Hospital Universitario de Araba, abordó las implicaciones clínicas del estrés oxidativo en el trastorno mental grave. Según indicó García, el estrés oxidativo juega un papel fundamental en la patología psiquiátrica desde el inicio de la enfermedad. "La evolución de los parámetros antioxidantes se relacionan con la gravedad de los síntomas presentes en los pacientes aumentando a medida que se agrava la sintomatología. Pero los niveles en los parámetros oxidativos no se ven influenciados por el tratamiento farmacológico prescrito a los pacientes", explicó.

Transición a adulto

Otro foco de atención de este XXII Congreso Nacional de Psiquiatría fueron los jóvenes. En concreto, Blanca Reneses Prieto, jefa del Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, abordó una problemática que viven los adolescentes cuando dejan la psiquiatría infantil para ser tratado como un adulto.

Reneses afirmó que la atención que se le presta a los jóvenes "debería incluir acciones preventivas, además de la atención precoz a todos los trastornos mentales, así como las organización para proporcionar dicha atención debería basarse en pruebas relativas a su efectividad y eficiencia en un determinado contexto".

Una de las principales preocupaciones es que estos menores, que acudieron a psiquiatría infantil, abandonan el tratamiento una vez que pasan tener 16 años. Algunas estrategias para facilitar la transición es crear un nuevo servicio para esta franja de edad de 16 a 25 o implantar un programa de transición. Esto no es posible debido a la falta de recursos y, además, a los 25 años nos volveríamos a encontrar el mismo problema de pasar al servicio adulto.

Es por ello que en la Comunidad de Madrid están haciendo una apuesta por realizar un servicio transversal de las unidades asistenciales y procesos clínicos, instalado en todos los dispositivos ambulatorios e incluido en todos los procesos (salvo psicogeriatría).

Las características de este servicio que diferencia al convencional es que el tiempo de espera no es superior a 15 días, existe acceso desde la atención primaria y urgencias, hay una mayor proporción de tratamientos psicoterapéuticos grupales, oferta de programas de psicoeducación, escuela de familiares (Intervención vocacional), evaluación protocolizada y un amplio horario de tarde.

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