Durante el taller sobre "la función prescriptora médica y farmacéutica en su dimensión ética y legal" debatieron un jurista, el presidente de un importante colegio de médicos, una catedrática experta en medicina legal y forense y el presidente del Consejo General del Colegios de Farmacéuticos (CGCOF).

El moderador de la mesa, Eduardo Martín Serrano, explicó que, en las últimas décadas, se ha añadido a las funciones clínicas, docentes e investigadoras de los médicos, las de censor de eficiencia y evaluador calidad, costo beneficio y buen uso de los recursos disponibles, además de agente de evidencia científica.

Al ser además los prescriptores únicos de medicamentos, según la Ley de Garantías y Uso Racional de Medicamentos y Productos Sanitarios, en su artículo 79, y por el artículo 6 de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, con la excepción de los podólogos y odontólogos, que también pueden recetar.

Texto este último, según cuyo artículo 6, se establece que los farmacéuticos no pueden prescribir por estar dedicados a la producción, conservación y dispensación de medicamentos, además de la colaboración en los procesos de farmacovigilancia. En esta prohibición, se incluyen las comisiones farmacoterapéuticas o cualquier otra fórmula colegiada.

Rechazó el moderador las subastas de medicamentos que el actual gobierno regional de Andalucía no ha sabido todavía derogar.

María Castellano Arroyo y Jesús Aguilar

El presidente del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, Jesús Aguilar, ratificó que sólo prescriben médicos, odontólogos y podólogos y que es elemental el principio de que "El que prescribe no dispensa, y a la inversa". Así mismo, entendió que las comisiones de farmacia y terapéutica no deben anular esa prerrogativa del médico jurídicamente respaldada.

Dentro de esas salvedades, Aguilar ratificó la predisposición de los farmacéuticos a contribuir a una buena marcha económica del sistema sanitario. Aspecto que conlleva también la necesidad de mejorar el sistema de prescripción y dispensación, en beneficio de los 2,3 millones de personas que entran cada día en las farmacias del país y el conjunto de la población.

Julio Sánchez Fierro, Pedro Hidalgo, Eduardo Martín Serrano, María Castellano Arroyo y Jesús Aguilar

Sobre la receta, el presidente precisó que es un instrumento de comunicación entre médico y farmacéutico para tranquilidad del paciente. Una herramienta que debe amoldarse a los avances tecnológicos. Como la receta electrónica iniciada en 2015 en Andalucía y que estará plenamente implementada en 2020, con la incorporación de la receta privada y la del mutualismo administrativo de MUFACE (funcionarios) y MUGEJU (personal judicial). A pesar de que se ha perdido tiempo hasta que los sistemas de información de las distintas comunidades autónomas lograron entenderse entre sí.

Gracias a esta receta electrónica, que pone en conexión a la red de farmacias con los centros de salud y los servicios de farmacia hospitalaria. Con intercambio de mensajes entre farmacéuticos y médicos para conocer las incidencias y con mucha más información para los primeros que la que aportaba la prescripción en papel.

Para dar un paso más, Aguilar creyó necesario que el historial terapéutico de las historias clínicas también esté a disposición de las oficinas de farmacia. Mientras que, en sentido contrario, el presidente estimó oportuno que los farmacéuticos ofrezcan a los médicos el historial de consumo de autodiagnóstico de los pacientes. De manera que el paciente pueda acceder a su historial farmacológico completo en cualquier lugar al que se desplace, aprovechando que la red de farmacias del país es la más amplia y completa de Europa, con 22.072 oficinas y más de 52.000 profesionales.

Por otro lado, Aguilar lamentó que los presupuestos de salud pública se resientan siempre los primeros en los periodos de crisis y que sólo quede la prescripción como recurso terapéutico cuando la prevención y la promoción de la salud quedan arrinconadas. Pese a lo cual, España posee uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, tal como dijo.

Pedro Hidalgo Fernández

Por parte de los médicos, intervino el presidente del Colegio de Badajoz, Pedro Hidalgo Fernández, quien recordó que "prescribir siempre es más que escribir", ya que consiste en determinar qué hacer o qué no hacer, teniendo en cuenta que cada paciente es un mundo y no sólo una enfermedad, aunque a veces también sea impaciente a causa de su vulnerabilidad.

Destacó también la exigencia y autoexigencia de los médicos de seguir en la punta del conocimiento a la hora de ejercer la Lex Artis. Dentro de una ejecutoria que nunca debería caer en el sobrediagnóstico, según su opinión. Con errores groseros como la prescripción excesiva de antibióticos o de fármacos para el ánimo, olvidando que una tristeza pasajera también es parte de la vida. Con mención también a que el médico no tiene "licencia para gastar" aunque sí para tratar.

En el mea culpa, el doctor Hidalgo admitió que es motivo de reflexión que los errores médicos y farmacéuticos constituyan la tercera causa de muerte con, por ejemplo, 549 fallecimientos cada día en la Unión Europea.

En otro aspecto, el presidente de los médicos pacenses rebatió al presidente de los farmacéuticos españoles que España tenga una de las mejores sanidades del mundo. Cuando lo que existe, argumentó, es un excelente sistema sanitario, en función de lo poco que se invierte en él y del sacrificio de sus profesionales.

Julio Sánchez Fierro

El jurista Julio Sánchez Fierro encontró rechazable la presión y limitación a la prescripción que tienen los médicos a través de guías terapéuticas, libros bancos y órdenes internas en los hospitales. En ese sentido, alabó el criterio de la Sociedad Española de Farmacología Clínica (SEFC) cuando insta a que los protocolos clínicos no sean confundidos con los de contenido farmacoeconómico.

Un hecho respaldado por sentencias de los tribunales superiores de Justicia, que declaran nulos muchos de esos protocolos por cercenar el acceso a los medicamentos. En contra el artículo 149 de la Constitución Española que tiene potestad plena sobre el sistema sanitario.

Vio por todo eso el jurista múltiples limitaciones territoriales a la capacidad prescriptora de los médicos.

Julio Sánchez Fierro, Pedro Hidalgo, Eduardo Martín Serrano, María Castellano Arroyo y Jesús Aguilar

No obstante, y desde el público, un inspector médico explicó que los médicos se sienten obligados siempre a prescribir y que es raro que salga algún paciente de la consulta sin algún medicamento recetado.

Completó las intervenciones la doctora María Castellano Arroyo, catedrática de medicina legal y forense de la Universidad de Alcalá de Henares, que desde su experiencia aseguró que la relación médico-paciente es de igualdad en derecho y de respeto, aunque en el caso del facultativo conlleva también una enorme dimensión ética y deontológica. Donde sus conocimientos técnicos y su independencia de criterio alimentan la confianza que les otorgan los pacientes, ciudadanos cada vez más organizados y autorresponsables. Y como ejemplo de todo ello, afirmó que son los primeros interesados en que se inviertan los recursos sanitarios de la manera más justa y eficiente.

El taller fue patrocinado por la compañía farmacéutica Merck Sharp & Dohme (MSD)