Faustino Blanco, secretario general de Sanidad y Consumo del Ministerio, ha asistido a la presentación del Proyecto Chaco, una iniciativa desarrollada por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), con la colaboración de la compañía farmacéutica Chiesi España. Chaco es una de las 23 provincias de Argentina, y es una de las regiones más humildes del país. Su población tiene una alta prevalencia de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), entre otras enfermedades respiratorias, debido al trabajo que se realiza en los hornos de carbón o al empleo de biomasa para cocinar.

Como ha dicho el secretario general de Sanidad, "el programa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para las enfermedades respiratorias crónicas tiene como objetivo apoyar a los estados miembro en sus objetivos de reducir la tasa de morbilidad e incapacidad y muerte prematura debida a este tipo de patologías crónicas. En este sentido, el Proyecto Chaco responde a las líneas estratégicas marcadas por la OMS".

El proyecto solidario de SEPAR se centra, por una parte, en la asistencia médica especializada a la población y, por otra, en la formación a los profesionales sanitarios de Chaco y, más concretamente, de Tres Isletas. En el centro médico de esta localidad se ha grabado también un documental para mostrar la experiencia vivida por varios voluntarios de SEPAR y de Chiesi que, de forma solidaria, ofrecieron su trabajo en Chaco y compartieron sus conocimientos con los profesionales sanitarios locales.

El primer viaje de esta misión humanitaria se realizó en agosto de este año, y, en total, fueron atendidas más de 250 personas con enfermedades respiratorias, entre adultos y niños.

Equipo multidisciplinar

La presentación del documental, celebrada este martes en Madrid, contó con la asistencia también de Carlos A. Jiménez, presidente de SEPAR; y Giuseppe Chiericatti, director general de Chiesi en España. Asimismo, acudieron los cuatro profesionales de SEPAR que viajaron a Argentina: Leire Mendiluce, neumóloga; María José Moreno, neumóloga pediatra; Ane Arbillaga, fisioterapeuta, y María Victoria González Dou, enfermera y directora de SEPAR Solidaria. Además, asistieron los cinco voluntarios y la coordinadora de Chiesi España que apoyaron al equipo de SEPAR.

Carlos Jiménez ha recalcado que la idea de la SEPAR no ha sido "solo enviar a cuatro profesionales sanitarios para hacer actividad asistencial, sino también se ha formado a otros profesionales sanitarios para que puedan desarrollar los conocimientos adquiridos". "Llevamos a Argentina espirómetros, que no tenían, e hicimos educación sanitaria con la población general, que está muy falta. El objetivo es que adquiera hábitos higiénicos y saludables, lo que va a repercutir en su salud".

Respecto a la labor formativa, ha destacado que SEPAR ha conseguido involucrar en el Proyecto Chaco a la Sociedad Argentina de Neumonología: "Los neumólogos argentinos están muy concienciados con nuestro proyecto, y continuarán la labor".

El presidente de SEPAR, asimismo, se ha mostrado orgulloso de la labor humanitaria realizada por esta sociedad científica en la localidad de Tres Isletas: "Hablamos de un pueblecito pobre dentro de una de las provincias más humildes de Argentina, la pobreza de la pobreza. Allí ves la falta de asistencia sanitaria, niños con un ataque de asma que no son atendidos. Tal vez no se puede solucionar todo, pero sí podemos poner nuestro pequeño grano de arena".

También Carmen Basolas, directora de Relaciones Institucionales y Sostenibilidad de Chiesi España, ha destacado las cuatro P en las que se alinea este proyecto: los pacientes, las personas, el planeta y los partnership. "No somos una ONG, sino una empresa farmacéutica, pero sabemos que podemos hacer las cosas de un modo distinto, aportarle beneficio tanto al negocio como a la sociedad; esta es nuestra filosofía de valor social compartido".

Cáncer de pulmón y tuberculosis

Según los impulsores del Proyecto Chaco, las patologías más frecuentes en esta zona son las infecciones agudas del tracto respiratorio inferior en niños menores de cinco años, y la EPOC y el cáncer de pulmón en mujeres mayores de 30 años. Precisamente las mujeres, los ancianos y los niños son los más vulnerables, ya que se encargan de recolectar la biomasa y elaborar los alimentos. Por su parte, los hombres sufren mayores daños por su trabajo en los hornos de carbón en condiciones laborales extremadamente precarias y sin medidas de protección laboral. Asimismo, los expertos han observado una alta prevalencia de patologías infecciosas como la tuberculosis.