Investigadores de la Universidad de Queensland (UQ) han conseguido suprimir la ansiedad asociada al alcoholismo en ratones mediante el uso de pindolol, un beta-bloqueante comúnmente prescrito para tratar la hipertensión. Aunque el beneficio del tratamiento agudo pudo ser observado ya a las 24 horas de la abstinencia, el tratamiento crónico aportó ...
Investigadores de la Universidad de Queensland (UQ) han conseguido suprimir la ansiedad asociada al alcoholismo en ratones mediante el uso de pindolol, un beta-bloqueante comúnmente prescrito para tratar la hipertensión.
Aunque el beneficio del tratamiento agudo pudo ser observado ya a las 24 horas de la abstinencia, el tratamiento crónico aportó mejoras neurogénicas, tales como una atenuación en la reducción de la densidad de las neuronas inmaduras en el giro dentado del hipocampo y el restablecimiento de la proliferación en diversos tipos celulares en esa localización antómica. Selena Bartlett, científica en el Laboratorio de Obesidad y Adicciones de la UQ y directora del estudio, afirma que ya era conocido que las vías de señalización de la noradrenalina y serotonina se encuentran desreguladas en estados afectivos alterados, tales como la ansiedad y la depresión asociados a la fase de abstinencia.
Dado que la restauración de la función normal de estas vías depende fuertemente de la actividad de los receptores 5-HT1 y beta-adrenérgicos, los investigadores teorizaron que la actividad dual del pindolol sobre los receptores 5HT1A/B sertoninérgicos y beta1 y beta2 adrenérgicos podría ofrecer beneficio. Bartlett concluye que asignar nuevas indicaciones a fármacos como el pindolol puede ser una manera rápida de generar nuevos tratamientos para tratar la dependencia del alcohol.