No estaba en las quinielas. Este pasado viernes, se dio a conocer que el nuevo ministro de Sanidad, en sustitución de María Luisa Carcedo, será Salvador Illa. Desde la Secretaría de Estado de Comunicación se informaba de su perfil. Nacido en La Roca del Vallés en 1966, es licenciado en Filosofía por la Universidad de Barcelona y Master en Dirección y Gestión de Empresas por el IESE. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en el sector público y en la actividad política.

Fue alcalde de La Roca del Vallés desde 1995 hasta 2005 y director general de Infraestructuras del Departament de Justicia de la Generalitat de Cataluña entre 2005 y 2009. Entre 2010 y 2016, desarrolló diversas funciones en el Ayuntamiento de Barcelona. En noviembre de 2016 fue cuando asumió la Secretaría de Organización del PSC, siendo el hombre fuerte de su secretario general, Miquel Iceta. Illa es además profesor asociado de la Facultad de Comunicación y Relaciones Internacionales Blanquerna. Asimismo, ha sido uno de los muñidores del acuerdo entre el PSOE y ERC, que ha facilitado la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.

El Ministerio de Sanidad compartirá edificio e instalaciones con la Vicepresidencia de Asuntos Sociales de Pablo Iglesias y con el Ministerio de Consumo de Alberto Garzón. Las reacciones y comunicados de bienvenida no se hicieron esperar. Desde la Organización Farmacéutica Colegial, que representa a los 74.000 farmacéuticos colegiados, se transmitió su más sincera enhorabuena a Illa por su nombramiento. "La profesión farmacéutica, como siempre lo ha hecho, reafirma su actitud colaboradora con el nuevo Gobierno, y en especial con los nuevos responsables del Ministerio de Sanidad", señalaba el Consejo General de Farmacéuticos en una nota de prensa. "Desde la confianza mutua y lealtad recíproca, apostamos por generar alianzas estables con el objetivo de construir consensos y articular soluciones que verdaderamente respondan a las necesidades de los ciudadanos y de la sociedad española, mejorando su salud, su bienestar y su calidad de vida", se podía leer. En este sentido, Jesús Aguilar, su presidente, afirmó que, "si de verdad queremos que España continúe teniendo uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo y que la farmacia española siga siendo una conquista social de nuestros ciudadanos, es necesario que la Sanidad sea considerada una política de Estado, cuyas decisiones se rijan en todo momento y por encima de cualquier otra consideración, por el interés general y pensando en la salud y bienestar de los 47 millones de españoles".

Serafín Romero, presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), mostró su "sorpresa" por el nombramiento de Illa por venir de un entorno "fuera del sanitario", pero confió en que siga la estela de Carcedo. "El Ministerio de Sanidad no debe entrar en el juego de reparto político por lo que supone este departamento para el Estado del Bienestar", remarcó. Por su parte, Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, puso deberes al nuevo ministro: "Tiene un reto importantísimo por delante: conseguir que la Sanidad mantenga sus cotas de eficacia y seguridad. No olvidemos que la sociedad ha cambiado enormemente en los últimos años y en la actualidad está marcada por una población envejecida que convive con una o varias enfermedades crónicas. Y para poder dar respuesta asistencial a esta nueva realidad social, el nuevo ministro va a tener a su lado a las enfermeras, que es la profesión experta en el cuidado". Por este motivo, le solicitó que "cuente con la profesión enfermera como aliada tanto para abordar y finalizar todos los proyectos que están todavía pendientes, como para poner en marcha cualquier medida que esté dirigida a mejorar la calidad de la asistencia sanitaria y la seguridad clínica de los ciudadanos, y a conseguir los mejores cuidados posibles para los pacientes". Pérez Raya reconoció que hubiese sido preferible contar con un ministro con "experiencia, conocimiento y formación sanitaria, como era el caso de Carcedo, porque esto ahorra el tiempo de rodaje necesario cuando esto no es así".

Por otro lado, la Federación de Distribuidores Farmacéuticos (FEDIFAR) felicitó a Illa por su nombramiento y deseó que el nuevo Gobierno, en general, y el Ministerio de Sanidad, en particular, apuesten en la legislatura que ahora se inicia "por el diálogo, el consenso y el acuerdo con todos los agentes que forman parte de la cadena de suministro de medicamentos". Eladio González Miñor, presidente de FEDIFAR, consideró fundamental para el sistema "que las autoridades sean receptivas a estrechar los lazos de colaboración de cara a trabajar mano a mano para velar por la salud de los ciudadanos, garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) y ayudar a que se adopten las medidas más adecuadas a la situación del sector farmacéutico".

Desde la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (AESEG), felicitaron a Illa por su designación y le desearon el mayor éxito en su gestión. Confiaron en mantener "la fluida relación e interlocución que siempre hemos tenido con las autoridades en materia de Sanidad". Adelantaron que, una vez tome posesión de su cargo, solicitarán de inmediato un encuentro con el nuevo ministro y su equipo con el propósito de trasladarles la situación actual del sector de los genéricos y sus propuestas de acciones concretas para potenciar la contribución del medicamento genérico a la sostenibilidad del SNS. También solicitará al nuevo ministro de Sanidad un encuentro la Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp), con la intención de compartir la contribución del sector de autocuidado al SNS. En su felicitación, anefp ofreció "toda la colaboración del sector de autocuidado en la puesta en marcha de iniciativas que fomenten la educación en salud de los ciudadanos y contribuyan a la sostenibilidad del sistema sanitario".