La Diálisis Peritoneal sigue creciendo como tratamiento inicial para las personas con Enfermedad Renal Crónica en España, con un crecimiento del 33% desde el año 2008, según se ha puesto de manifiesto en la presentación de la XI Reunión Nacional de Diálisis Peritoneal y Hemodiálisis Domiciliaria que se celebra desde ...
La Diálisis Peritoneal sigue creciendo como tratamiento inicial para las personas con Enfermedad Renal Crónica en España, con un crecimiento del 33% desde el año 2008, según se ha puesto de manifiesto en la presentación de la XI Reunión Nacional de Diálisis Peritoneal y Hemodiálisis Domiciliaria que se celebra desde este jueves hasta el próximo 1 de febrero en Zamora.
Un encuentro organizado por la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.) y la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN) que va a reunir a uno 400 investigadores, nefrólogos y personal de enfermería especializada en nefrología de todo el territorio nacional, además de prestigiosos ponentes internacionales, con el fin de poner en común los últimos avances e investigaciones sobre la enfermedad renal en España y su tratamiento con Diálisis Peritoneal, una de las principales formas de Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS).
En la presentación de la reunión, el Dr. J. Emilio Sánchez Álvarez, de la Junta Directiva Sociedad Española Nefrología (S.E.N.), ha explicado que esta técnica, como tratamiento para las personas con Enfermedad Renal Crónica que comienzan a someterse a una terapia para sustituir la función renal que sus riñones no pueden ya realizar por sí mismos, continúa aumentando en los últimos años hasta situarse en un 16% del total de estos pacientes en el año 2018, con un 33% más desde el año 2008. En concreto, supone una tasa de incidencia de 24,2 personas por millón de habitantes. "Se viene confirmando el aumento progresivo de la Diálisis Peritoneal como opción terapéutica inicial en el tratamiento de la enfermedad renal, gracias a los buenos resultados que está alcanzando esta técnica y las importantes ventajas que presenta para el paciente, ya que él mismo la realiza en su propio domicilio, aportándole mayor autonomía y la calidad de vida, y evitando que tenga que desplazarse al hospital, entre otros beneficios", ha destacado.
A esto hay que sumar otras técnicas que también están creciendo para el tratamiento renal en el ámbito del hogar del paciente, como la hemodiálisis domiciliaria, que ya se han confirmado como terapias eficaces y seguras y que vislumbran un futuro en el que buena parte de los tratamientos y la asistencia sanitaria a estos pacientes se podrían realizar desde sus casas, con la preparación y apoyo por parte del personal sanitario especializado. "La diálisis peritoneal y la hemodiálisis domiciliaria son tratamientos diseñados para mejorar la independencia y calidad de vida del paciente renal. Además, diferentes estudios indican que el uso de la diálisis peritoneal como tratamiento de inicio de la enfermedad tiene un impacto positivo en los resultados clínicos, preserva mejor la función renal residual, y mejora el coste-eficiencia del Tratamiento Renal Sustitutivo", ha añadido el presidente del comité organizador de la reunión, el Dr. Jesús Grande Villoria, jefe del Servicio de Nefrología del Complejo Asistencial de Zamora.
A pesar de ello, el aumento de estas técnicas al inicio del tratamiento renal no se está traduciendo suficientemente en un cambio en la prevalencia (pacientes globales) de la Enfermedad Renal Crónica en nuestro país. Sólo el 10% del total de personas que están en Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS) con diálisis en España lo hacen a través de diálisis peritoneal, y la prevalencia de la hemodiálisis domiciliaria es todavía más baja.
Para los nefrólogos y enfermeros españoles, el despegue definitivo de la diálisis peritoneal y la hemodiálisis domiciliaria en toda España necesitaría de un impulso decidido por parte de las administraciones sanitarias, incorporando más recursos que lo permitan. "La población de pacientes que alcanza ERC en etapa final está creciendo en edad, fragilidad, comorbilidad y dependencia, y ese es uno de los principales obstáculos para que no crezcan la DP y la hemodiálisis domiciliaria, por eso las autoridades sanitarias deberían apostar por estas técnicas que facilitan su tratamiento en un entorno cercano y familiar, con diversas ventajas para los pacientes", ha explicado el Dr. Jesús Grande. "Son técnicas que requieren además una preparación y aprendizaje por parte de los pacientes para poder realizar bien el tratamiento en sus casas, y del apoyo y soporte del personal especializado de enfermería", ha indicado Silvia Torío, enfermera supervisora de Diálisis del Complejo Asistencial de Zamora. Además, "es muy importante dar la oportunidad a los pacientes de que conozcan y sean bien informados de las distintas opciones de tratamiento que pueden realizar y elegir si quieren ser tratados en el hospital, con hemodiálisis tradicional, o en su propia casa, con diálisis peritoneal o hemodiálisis domiciliaria".
La Enfermedad Renal en España
En la actualidad, la Enfermedad Renal Crónica (ERC) afecta a unos siete millones de personas en España de las que más de 61.000 están en Tratamiento Renal Sustitutivo con diálisis peritoneal, hemodiálisis o trasplante. Según los últimos datos, más de 6.800 personas con enfermedad renal iniciaron TRS con alguna de estas opciones terapéuticas en nuestro país en 2018. De ellas, más de 1.100 personas comenzaron a recibir diálisis peritoneal, más de 5.400 hemodiálisis, y 328 fueron trasplantados. No obstante, la prevalencia de la ERC no deja de crecer y en el último año (2018) el número de personas afectadas en nuestro país aumentó hasta situarse por primera vez por encima de las 1.300 personas por millón de población, con un aumento del 30% en la última década. Todo ello ha llevado a los expertos a hablar ya de la enfermedad renal como la "epidemia silenciosa" del Siglo XXI.
Entre los factores que explican el incremento de la ERC en España están el envejecimiento de la población junto con varios factores de riesgo, como la enfermedad cardiovascular, la diabetes o la hipertensión, y a estilos de vida poco saludables que afectan a la salud del riñón –que en gran parte son prevenibles–. De hecho, el 16% de todas las personas en Tratamiento Renal Sustitutivo en España son diabéticas. A ello hay que añadir que el 40% de los afectados desconoce su situación en las fases iniciales, lo que complica su tratamiento y manejo clínico.