Enfermeras que son residentes, por lo que cobran alrededor de los 900 euros mensuales, se están desplazando de sus puestos en formación actuales a otros en primera línea en hospitales, llevando a cabo tareas de enfermeras generalistas, pero sin en el sueldo de éstas. Su formación ha quedado paralizada por el Covid-19 y, ante la urgencia de esta crisis sanitaria, se han tenido que incorporar a los hospitales como enfermeras generalistas.

Hay CC AA que están rectificando está situación. Por ejemplo, la de Castilla y León y la de Galicia podrían ser una de las que las pagarán como si fueran de plantilla y no en base al contrato de formación. Las residentes cobran la mitad de lo que obtiene una enfermera generalista.

Ya hace unos días, el Colegio Oficial de Enfermería de Madrid instó que las enfermeras que realicen labores de generalistas tengan las mismas condiciones, responsabilidad, retribuciones y derechos, incluyendo la protección de su salud y seguridad que si lo fueran.

"Después de conocerse la Resolución de 19 de marzo de 2020 de la Dirección General de Recursos Humanos y Relaciones Labores del Servicio Madrileño de Salud por la que se dictan instrucciones en aplicación de la Orden 232/2020, de 15 de marzo del Ministerio de Sanidad; el Colegio de Enfermería de Madrid ha manifestado la necesidad de que, en el caso de las Enfermeras Interno Residentes que actualmente están en su periodo de formación, su contrato quede anulado temporalmente para que éstas puedan incorporarse a trabajar con todas las garantías de seguridad", señaló esta institución mediante un comunicado.

Asimismo, remarcó que las enfermeras que actualmente están realizando la especialidad ya son profesionales tituladas que pueden incorporarse como enfermeras de cuidados generales en los distintos ámbitos donde se requiere su disponibilidad ante la actual crisis sanitaria. Desde el Colegio Profesional afirmaron: "Su actual contrato requiere de una supervisión continua por parte del profesional que está tutorizando su formación, hecho que actualmente se hace imposible dada la saturación en la que se encuentran los centros sanitarios y la escasez tan imperiosa de profesionales. Además, las rotaciones tuteladas de estos profesionales y el plan formativo no pueden realizarse dadas las actuales circunstancias, por lo que no tiene sentido prorrogar un contrato que no puede cumplirse".

Por todo esto, solicitaron la anulación temporal del mismo, para poder retomarlo una vez se haya recuperado el estado de normalidad sanitaria, y su sustitución temporal por un contrato de enfermera de cuidados generales, cuya actividad ya están desempeñando muchas de ellas debido a la necesidad actual de profesionales enfermeras y para la que no precisan supervisión, ya que todas ellas son enfermeras de pleno derecho.

Por ello, desde Colegio de Enfermería se insta a su incorporación inmediata a los centros sanitarios como enfermeras para que puedan ejercer a pleno rendimiento en Madrid y en toda España, con las mismas condiciones, responsabilidad, retribuciones y derechos, incluyendo la protección de su salud y seguridad, circunstancia ésta que tampoco se está cumpliendo en muchos centros sanitarios ante la falta de Equipos de Protección Individual (EPIs), la saturación y el cansancio de los profesionales.

En un documento de peticiones, las enfermeras residentes de la Comunidad de Madrid sostienen que su titulación les capacita para trabajar como enfermeras generalistas. En primer lugar, en dicho documento, muestran su absoluta disponibilidad ante esta crisis sanitaria. "Como cualquier otro miembro del Sistema Nacional de Salud estamos a la entera disposición de la población y del sistema sanitario, garantizando los cuidados que se requieran de nosotros en estos momentos. Somos conscientes de nuestra situación y de nuestro contrato en vigor, profesional formativo, pero dadas las actuales circunstancias, nuestras rotaciones han sido paralizadas y por tanto el contrato que ostentamos no tiene cabida. Es por ello que solicitamos la anulación temporal del mismo, hasta que se recupere el estado de normalidad en materia sanitaria, y la sustitución de éste por un contrato de enfermería general", se puede leer. Denuncian que, de continuar ejerciendo como enfermeras internas residentes, estarían "dentro de una situación de desamparo legal", ya que su contrato implica la permanente supervisión por otro profesional de la especialidad, situación que no va a ocurrir dada la saturación actual del sistema.