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"Quien pensara que la prevalencia del SARS-CoV-2 iba a ser mayor no tenía ni idea de la dinámica epidemiológica"

Daniel López Acuña analiza los datos de la primera ronda del estudio de seroprevalencia del SARS-CoV-2 en España y considera clave que las comunidades autónomas refuercen la capacidad de hacer test de PCR, pero no de forma masiva a toda la población.

19/05/2020

Asegura Daniel López Acuña, exdirector de Acción de Salud en Crisis de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, que "quien pensara que la prevalencia del SARS-CoV-2 iba a ser mayor no tenía ni idea de la dinámica epidemiológica. El estudio ...

Asegura Daniel López Acuña, exdirector de Acción de Salud en Crisis de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, que "quien pensara que la prevalencia del SARS-CoV-2 iba a ser mayor no tenía ni idea de la dinámica epidemiológica. El estudio de seroprevalencia que coordina el Instituto de Salud Carlos III no es para nada sorpresivo y confirma las hipótesis y las sospechas que muchos epidemiólogos teníamos de que la prevalencia iba a estar oscilando entre un 5% y un 10%",

Una primera lectura, dice, de los datos de la primera ronda de ese estudio es que la prevalencia en España es parecida a la de otros países de Europa y de fuera de ella y, una segunda, que existen dos velocidades en las comunidades autónomas. "Hay una gran variabilidad por territorios porque tenemos varias comunidades autónomas con una seroprevalencia de menos del 2%, como Asturias con un 1,8%, y otras que están por encima del 10%, como Madrid y algunas provincias de su entorno como Soria y Segovia por ejemplo", indica.

"Esa gran variedad viene a confirmar lo que habíamos venido diciendo todo el tiempo: la epidemia en España iba a dos velocidades y había un grupo de comunidades con mucha más transmisión comunitaria sostenida y otro grupo de comunidades que tenían un patrón de transmisión más contenido, más reducido", añade el epidemiólogo, que remarca la importante relación que este nuevo coronavirus tiene con la densidad de población y con las grandes concentraciones urbanas.

Inmunidad

"El estudio nos indica que todavía tenemos entre un 85% y un 95% de población de España, según la comunidad autónoma, que no ha padecido la infección. En promedio es un 95% de españoles y españolas que no la han padecido. Son solo de dos a dos y medio millones de personas las que la han tenido", insiste, "y eso implica que todavía tenemos que mantener la guardia en alto, que tenemos que seguir las medidas de distancia física a rajatabla y que tenemos que usar la mascarilla para protección en espacios públicos y en el transporte público".

Pero también, añade, "tenemos que hacer un rastreo de todos los contactos de los casos nuevos para aislar a posibles transmisores sean sintomáticos o asintomáticos". Como para pensar en la inmunidad de rebaño. "En ningún momento era concebible que tuviésemos una inmunidad de grupo -subraya López Acuña-, quien pensara en eso estaba fuera de la realidad. No se produciría ni en tres ciclos o cuatro ciclos de epidemias como las que tuvimos y hemos tenido solo el 5% de población infectada".

En opinión de este experto en salud pública, con ese dato, el estudio al menos permite despejar de manera clara el "fantasma" de la inmunidad de rebaño "que no venía al caso y que no nos era de ninguna utilidad porque no existirá hasta que haya una vacuna o hayan pasado muchos ciclos epidémicos". Pero, con ello, el estudio pone de manifiesto que "hay una gran cantidad de población susceptible y que tenemos que tener un extremo cuidado" para que los nuevos casos que puedan ir surgiendo no reintroduzcan la enfermedad.

Desescalada

"El rebrote no es por la baja prevalencia, sino porque tengamos casos no controlados que transmitan la enfermedad", advierte López Acuña, que, sobre el proceso de desescalada en España, vuelve a recordar la gran influencia que ha tenido la situación territorial en que haya dos velocidades de infección: "Se viene viendo desde el comienzo: las comunidades de baja densidad poblacional y que habían tenido pocos casos iniciales, los habían contenido razonablemente en comparación con las comunidades de grandes ciudades, mucha coexistencia en espacios reducidos y mucho transporte público en las que la transmisión, por supuesto, es mucho más acentuada".

De ahí, añade, que sea tan importante que las comunidades con diferentes magnitudes, "como se está planteando y haciendo", lleven a cabo una desescalada asimétrica en la que "se haga la diferenciación según las variables epidemiológicas y de asistencia sanitaria de los territorios que están listos para poder ir abriendo un poco más que en los territorios que no lo están". Y de ahí también que sea clave mantener el aislamiento territorial.

"Por el momento es una muestra muy clara de que tenemos un gradiente de casi diez veces o más entre territorios y territorios y que, por eso, ha sido fundamental no permitir esta movilidad ínterterritorial, sino ir haciendo un desconfinamiento compartimentalizado, por decirlo de alguna manera", señala López Acuña, que indica que la primera fase de la desescalada "es en la que tenemos que tener toda la cautela para que la infección no se difunda en mucha mayor medida".

No pasa por alto que, pese al esfuerzo que investigadores científicos en todo el mundo están realizando para avanzar en el conocimiento del virus, aún es un gran desconocido. "Todavía estamos aprendiendo mucho sobre su comportamiento, su patogenicidad, su transmisibilidad y su variación estacional. No lo sabemos todavía bien a bien. Pero sí sabemos -indica- que se trata de un virus altamente contagioso, que hay muchísimos casos asintomáticos como revela la propia encuesta de seroprevalencia y que hay muchísimos casos que están por debajo de la linea de flotación del iceberg".

En este sentido, explica que el hecho de que se hayan confirmado aproximadamente 250.000 casos positivos y, según ese estudio, existan casi dos millones y medio de españoles que han tenido la infección "nos dice que afecta a las personas diez veces más de lo que logramos diagnosticar a través del sistema sanitario" debido a que "hay muchísimos oligoasintomáticos o asintomáticos". Pese a que aún queda mucho por saber sobre el SARS-CoV-2, "ahora estamos aprendiendo todos los días más sobre la patología, sobre el hecho de que no es solamente una neumonía bilateral severa y atípica".

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