Publicidad
Publicidad

El Covid-19 vuelve imprescindible la cooperación entre niveles asistenciales

Nunca como hasta esta emergencia sanitaria se había puesto de manifiesto lo necesaria que resulta una colaboración real y eficiente entre los diferentes dispositivos, niveles y profesionales.

03/06/2020

Una de las lecciones que deja la pandemia de Covid-19 es la necesidad de cooperación entre los diferentes dispositivos, niveles y profesionales del sistema sanitario para lograr una salida positiva y adecuada en una situación de emergencia como la que se está viviendo. Una cooperación que debe ir más allá ...

Una de las lecciones que deja la pandemia de Covid-19 es la necesidad de cooperación entre los diferentes dispositivos, niveles y profesionales del sistema sanitario para lograr una salida positiva y adecuada en una situación de emergencia como la que se está viviendo. Una cooperación que debe ir más allá de la atención sanitaria puesto que la pandemia, con los preocupantes brotes surgidos en las residencias geriátricas, ha puesto de manifiesto la necesidad de que esa colaboración implique también a los agentes presentes en el ámbito de la atención sociosanitaria.

A la cooperación entre los diferentes agentes de la atención sanitaria y sociosanitaria se le viene dando vueltas desde hace mucho tiempo. Cooperar implica compartir objetivos de salud y principios básicos que permitan aplicar herramientas y protocolos de gestión conjuntos encaminados a conseguir un verdadero trabajo interdisciplinar. A conseguir mejores resultados y aprovechar las oportunidades. Ya existían sobradas evidencias de que la cooperación da mejores resultados en cualquier situación, pero nunca había tan necesaria como hasta esta emergencia sanitaria, en la que se cuentan miles de fallecimientos y de pacientes graves cuyas posibles secuelas tendrán que ser objeto de seguimiento.

Claves

Hasta ahora, los principales obstáculos que se encontraban en el ámbito sanitario y sociosanitario para lograr esa cooperación entre agentes tenían que ver, por ejemplo, con la rigidez de algunas estructuras, con la propia competitividad de cada una de las partes o incluso con la confidencialidad de los datos, que se ponía como excusa para evitar esa colaboración. Ahora, sin embargo, habrá que facilitar el camino para que esa cooperación entre profesionales de ambos ámbitos sea una realidad que, a todas vistas, va a ser clave en la atención sanitaria y sociosanitaria del futuro.

Ya se habían dado pasos en ese sentido antes de la pandemia de este coronavirus tan contagioso, pero en estos meses se ha seguido insistiendo y allanando ese camino para lograr una cooperación efectiva que garantice la calidad de los servicios asistenciales. En esta pandemia la protección de la salud de las personas mayores, con independencia del lugar en el que residan, ha estado siempre en el punto de mira por ser uno de los colectivos con mayor riesgo en caso de infección. Y, así, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) y las presidencias de las Sociedades Autonómicas de Geriatría y Gerontología elaboraban en mayo un documento con diferentes propuestas de mejora en base a la experiencia con respecto a la pandemia.

Compartir

La primera de ellas, por supuesto, se centra en que es necesaria una mayor coordinación social y sanitaria. Para ello, proponían establecer mejores canales de coordinación y actuación ("es necesario compartir más la información") y una redefinición y potenciación de la cartera de servicios domiciliarios para las personas mayores. Además, consideraban que este es el momento para reflexionar sobre la mejora del modelo de recursos residenciales y sociosanitarios para personas mayores, que "debe garantizar a todas las que viven en residencias el acceso a la cartera de servicios de atención primaria y especializada" del servicio público de salud.

Para todo ello, se insistía también en que es necesario avanzar hacia una cohesión de los servicios sociales y sanitarios que permita una atención integral y eficiente a la población sociosaitaria y se recordaba la propuesta que, en este sentido, había realizado en su momento la Alianza Científico Profesional para el Sistema de Bienestar (ACEB). En esa propuesta, era clave que se impulsara el diálogo civil y que las organizaciones estatales implicadas asumieran un papel de liderazgo y corresponsabilidad, así como crear un marco común estatal que sirviera de apoyo.

Debilidades

Representantes de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) y de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac), en uno de los numerosos webinars que se han organizado durante estos meses, ponían también de manifiesto cómo la atenciónn primaria y la red de farmacias comunitarias resultaban claves en la primera oleada de la pandemia pese a no contar ni con los recursos técnicos y humanos "deseables" ni con un "óptimo sistema de coordinación entre niveles asistenciales".

Precisamente por esas debilidades detectadas durante una situación tan excepcional, insistían en que se precisa apoyo institucional y de los responsables de las organizaciones sanitarias para poner en marcha proyectos y protocolos necesarios para lograr mejorar la coordinación entre los diferentes niveles asistenciales. También se ponía de relieve otra clave que resulta fundamental para que esa cooperación entre los diferentes agentes sea efectiva al asegurar que "ha llegado el momento de integrar las nuevas tecnologías al Sistema Nacional de Salud", de manera que los profesionales sanitarios puedan compartir información mediante el uso de aplicaciones que permitan mejorar la atención a pacientes crónicos y polimedicados, así como en pacientes ubicados en residencias. Colectivos, todos ellos, vulnerables en esta pandemia

Protocolos

También demandaban protocolos de actuación conjuntos entre medicina, farmacia, enfermería de Atención Primaria y Farmacia Comunitaria y, en concreto ante esta pandemia, una estrategia conjunta de actuación en la realización de tests de la Covid-19 en la Atención Primaria, con implicación de los diferentes agentes de salud.

Esta crisis también ha puesto de manifiesto, y así se ha destacado desde algunos ámbitos y sociedades médicas, que la coordinación entre niveles, cuando se ha dado, ha sido consecuencia de la voluntad de los propios profesionales que por el empuje de las administraciones. De ahí que se considere que es imprescindible mejorar esa comunicación, con un papel protagonista de las nuevas tecnologías de la información cuya aplicación a los niveles asistenciales sigue siendo una asignatura pendiente, y la elaboración de protocolos y sesiones conjuntas en todos los ámbitos.

A Semergen y SEFAC se sumó también la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) en la elaboración de un documento sobre las realidades que ha puesto de manifiesto esta pandemia en el que también se refleja que uno de los aspectos fundamentales para lograr esa cooperación a todos los niveles es garantizar la continuidad de la atención entre la Atención Primaria de Salud y el resto de los dispositivos asistenciales, en particular con la atención hospitalaria.

Cambios

"La continuidad de la atención se ha convertido en uno de los mayores desafíos de los sistemas de salud. Tiene que ver con la calidad, con la efectividad y con la eficiencia de los sistemas. También con su humanización. Mejorar la continuidad de la atención exige cambios de cultura, modificaciones organizacionales, reingeniería de procesos. Ello exige una gran altura de miras de las organizaciones profesionales y de las administraciones sanitarias y pondrá a prueba la capacidad de dialogo y de cooperación", se explica en ese documento.

La pandemia es, sin duda, una oportunidad para abordar y acelerar los cambios necesarios para que, mediante una cooperación entre los diferentes ámbitos de atención, se garantice una respuesta eficiente a los retos de salud que tanto han preocupado durante estos meses. Desde diferentes plataformas de defensa de los servicios públicos, además, se ha recordado en esta pandemia que esa coordinación no requiere de ningún espacio independiente del sistema sanitario ni del sistema social, sino de una reordenación que responda realmente de manera integral y multidisciplinaria a las necesidades de la población.

Publicidad
Publicidad