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Las fracturas por osteoporosis afectan en la calidad de vida de los pacientes

En los pacientes con osteoporosis que tienen una fractura vertebral, automáticamente hay que poner un tratamiento osteoporótico activo. La webinar ´Fractura osteoporótica, impacto en la calidad de vida del paciente´ aborda cómo el panorama de la osteoporosis ha cambiado a la vez que destaca que tenemos alta evidencia de tratamiento para prevenir la fragilidad en los mayores.

26/11/2020

El diagnóstico y la intervención temprana después de la primera fractura osteoporótica son fundamentales para reducir el impacto de la osteoporosis y mejorar de manera significativa la calidad de vida de aquellas personas que la sufren. La webinar Fractura osteoporótica, impacto en la calidad de vida del paciente, con el ...

El diagnóstico y la intervención temprana después de la primera fractura osteoporótica son fundamentales para reducir el impacto de la osteoporosis y mejorar de manera significativa la calidad de vida de aquellas personas que la sufren. La webinar Fractura osteoporótica, impacto en la calidad de vida del paciente, con el apoyo de Grünenthal y Dolor.com, abordó este miércoles 25 de noviembre el perfil de paciente con osteoporosis que llega a las consultas de Geriatría y Reumatología, el impacto que las fracturas osteoporóticas tienen en este paciente y cuál es el tratamiento más adecuado para conseguir un resultado eficaz y una mejora en su calidad de vida.

La moderadora fue Inmaculada Jiménez Moleón, reumatóloga adjunta del Hospital Universitario San Cecilio de Granada y responsable de las Consultas de Metabolismo Óseo. "Las fracturas por osteoporosis afectan en la calidad de vida de los pacientes y es una enfermedad infradiagnosticada", sostuvo. Manuel María Caamaño, facultativo especialista de área (FEA) y responsable de la consulta monográfica de enfermedades metabólicas óseas del Servicio de Reumatología del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, señaló que el impacto mundial de la osteoporosis es enorme. En nuestro país, hay un aumento de la incidencia porque hay una mayor esperanza de vida y un envejecimiento de la población. En 2010, 2,4 millones de españoles mayores de 50 la padecían. En 2025, es previsible que esta cifra aumente en un 40%. Entre la población mayor de 50 años, la osteoporosis puede afectar hasta a un tercio de las mujeres y una quinta parte de los hombres. La fractura osteoporótica más común es la vertebral.

A lo largo de su intervención, Caamaño mencionó diferentes estudios sobre la prevalencia de la enfermedad. Puso el foco en que cada fractura vertebral "tiene un impacto importante" en la calidad de vida del paciente, más sobre el componente físico que sobre el componente mental. Esta alteración de la calidad de vida se extendería hasta 20 años en el tiempo después de la primera fractura vertebral.

Respecto a manifestaciones clínicas de la enfermedad, dos tercios son asintomáticas mientras que un tercio cursa con dolor. La fractura osteoporótica se produce tras un traumatismo de baja energía o sin causa aparente. La pérdida de altura significativa, dos centímetros respecto a medición de años previos y cuatro con respecto a la juventud, podría ser parte del cribado. Apuntó que es primordial hacer un estudio del riesgo de sufrir osteoporosis secundaria. Se puede utilizar la herramienta FRAX para calcular el riesgo de fractura.

En cuanto al tratamiento conservador, se tiene en cuenta el dolor en función de la intensidad y la persistencia en el tiempo, las características del paciente y las fracturas que haya tenido. Si la fractura es sintomática, el tratamiento analgésico farmacológico es necesario. En cuanto al tratamiento no farmacológico, se puede prescribir hasta cuatro días de reposo en cama, uso de ortesis, rígidas o semirrígidas, y terapia física. El problema con esta terapia es que no hay una estrategia de tratamiento óptima demostrada. Por otro lado, hay mucha controversia sobre los procedimientos de aumento vertebral. En los pacientes que tienen una fractura vertebral, automáticamente hay que poner un tratamiento osteoporótico activo. Estos pacientes entrarían en la categoría de alto riesgo. La eficacia en la prevención de fracturas vertebrales y clínicas de la teriparatida, según el estudio VERO, fue superior a risedronato, en mujeres posmenopáusicas con fracturas vertebrales existentes.

Resumió que la incidencia/prevalencia de las fracturas vertebrales osteoporóticas en España es similar a la descrita en países de nuestro entorno. Se asocian a disminución importante de la calidad de vida de los pacientes. Remarcó que es fundamental una rápida detección, evaluando las características del paciente, para proporcionales las mejores alternativas de tratamiento. Los objetivos del tratamiento son el adecuado control del dolor, la prevención de nuevas fracturas y la reincorporación a las actividades cotidianas. Concluyó que los fármacos antirresortivos y, especialmente, los osteoformadores han demostrado eficacia en prevención de nuevas fracturas vertebrales osteoporóticas.

Por su parte, Javier Gómez Pavón, jefe de Servicio de Geriatría y responsable de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Central de la Cruz Roja de Madrid, dijo que el acúmulo de fracturas vertebrales incrementa la mortalidad de los pacientes. Según aumenta el número de fracturas, se intensifica el dolor y la fragilidad. Recordó que calidad de vida en los pacientes mayores es "función". En geriatría, la edad cronológica no dice nada, sino que lo hace la edad funcional y la fragilidad, la vulnerabilidad a eventos adversos. "La fragilidad, hoy día, se entiende como un continuo y no sólo como el riesgo de caída", explicó. También está la sarcopenia.

La fragilidad hace que aumente el riesgo de fractura de cadera en mujeres en 1.8 veces y en 2.2 veces en hombres. "Tenemos una enfermedad sistémica que comparte fragilidad, sarcopenia y osteoporosis. Esto podemos cambiarlo. El panorama de la osteoporosis ha cambiado", aseguró. El manejo va a ser individualizado, de acuerdo con la tipología del paciente, de la persona mayor. Hay que focalizarse en el compendio, es decir en la caída y el hueso. Las medidas más importantes son el ejercicio, moverse, y el elemento multifactorial. "Cuando tienes una persona mayor de riesgo, lo que tienes que prevenir es la caída, con ejercicio aeróbico contra resistencia y equilibrio seguido de una dieta mediterránea con más proteínas. Algo fundamental en geriatría es tratar adecuadamente los trastornos afectivos y el deterioro cognitivo. Todos intentamos disminuir la polifarmacia. Y hay que incidir en el apoyo social", manifestó. No tratar una fractura osteoporótica o un riesgo de sufrirla es como no tratar un ictus.

Insistió en que hay que cuidar la boca de las personas mayores. ¿A qué anciano tratar? Hay que ver el riesgo, la expectativa de vida y no hacer discriminación. Se hará de acuerdo con las comorbilidades, con las interacciones con otros fármacos, etcétera. Con el Covid-19, ya se está diciendo que se habrá perdido en nuestro país hasta seis años de esperanza de vida. "No se han operado algunas de las fracturas que se tenían que operar", lamentó. En lo positivo, "tenemos alta evidencia de tratamiento para prevenir la fragilidad en los mayores. Los tratamientos no deben ser aislados. Hay que abordar, junto a la osteoporosis, el riesgo de caídas", expresó. Durante la webinar, los tres participantes hicieron hincapié en la necesidad de mejorar en la prevención secundaria.

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