La startup barcelonesa Adan Medical Innovation ha realizado el primer ensayo clínico que evalúa la utilidad de un dispositivo médico, compuesto por una funda inteligente para el autoinyector de adrenalina y una app, que ayuda a la gestión de la anafilaxia. El proyecto ha logrado aplicar con éxito una tecnología ...
La startup barcelonesa Adan Medical Innovation ha realizado el primer ensayo clínico que evalúa la utilidad de un dispositivo médico, compuesto por una funda inteligente para el autoinyector de adrenalina y una app, que ayuda a la gestión de la anafilaxia. El proyecto ha logrado aplicar con éxito una tecnología innovadora, patentada, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes alérgicos. Esta solución ha mejorado el comportamiento de los pacientes respecto al manejo de la anafilaxia, ha reducido su nivel de ansiedad, el olvido de la medicación y el número de muertes por esta patología.
La anafilaxia es una reacción alérgica grave de rápida aparición que puede causar la muerte. Una anafilaxia puede ocurrir en cuestión de segundos o minutos y puede ser causada por alimentos, medicamentos, picaduras de insectos u otros alérgenos. Un 3,6% de la población sufre anafilaxia por alergia a algún alimento y esta prevalencia se puede duplicar en niños en edad escolar. A nivel global, en los últimos años se ha objetivado un incremento de la prevalencia de la alergia alimentaria así como del número de muertes por anafilaxia alimentaria, principalmente entre pacientes jóvenes. Algunos de estos fallecimientos se podrían haber evitado con la autoinyección de adrenalina en el momento del choque anafiláctico. Y todavía la prevalencia está infradiagnosticada.
El autoinyector de adrenalina es el tratamiento de primera línea para la anafilaxia. Quienes sufren este tipo de alergias siempre deben llevar consigo uno o dos autoinyectores y saber usarlos en caso de anafilaxia.
Literalmente esta medicación salva vidas, sin embargo, los pacientes pueden ver limitada su calidad de vida por algunos inconvenientes asociados a la adrenalina: olvidos, miedo a usarla, no recuerdan cómo se administra, a veces hasta dudan si lo que les está pasando es una anafilaxia y prefieren esperar a la atención sanitaria, minutos en los que empeora el pronóstico. Además, el medicamento en sí tiene sus limitaciones: caduca cada año y medio o dos años y puede alterarse si se expone a la luz solar o temperaturas extremas. Estas condiciones obligan al paciente a comprobar periódicamente si la adrenalina que lleva consigo está en buen estado.
Partiendo de esta problemática diaria entre los pacientes, el equipo multidisciplinar de Adan Medical Innovation ha empleado tecnología digital para desarrollar un dispositivo médico compuesto de una funda inteligente para la adrenalina vinculada a un smartphone a través de una app con el objetivo de superar estos inconvenientes o limitaciones.
"Conocemos dispositivos médicos que ayudan a otras patologías como la diabetes o el asma, así que pensamos que también la tecnología podía ayudar a los pacientes con anafilaxia. Desarrollamos el dispositivo médico, luego lo probamos en un ensayo clínico con pacientes del Hospital Vall D´Hebron de Barcelona para validar su utilidad y hemos concluido el estudio con éxito. La funda inteligente controla la temperatura y el estado de la adrenalina, y junto con la APP avisa al paciente en caso de olvido, le avisa cuando está apunto de caducar, le recuerda cómo se usa y en caso de anafilaxia se activa de forma automática un protocolo de emergencia avisando a los contactos predefinidos con la localización exacta del paciente y explicando paso a paso como administrarse la adrenalina entre otras funciones", explica Adrià Curran, médico y cofundador de Adan Medical Innovation.
En este primer ensayo clínico han participado un total de 100 pacientes con anafilaxia del Hospital Vall D´Hebron de Barcelona. Todos los pacientes probaron el dispositivo médico durante un periodo de 3 meses y después se comparaban con otro periodo de 3 meses sin el dispositivo médico, sólo con el autoinyector de adrenalina. Los pacientes se asignaron en dos grupos de forma aleatoria.
El ensayo clínico ha demostrado que el uso de esta tecnología médica ha supuesto un cambio significativo en el comportamiento de los pacientes en riesgo de anafilaxia: aumentando su satisfacción con el uso del autoinyector, mejorando la adherencia, reduciendo la ansiedad e incrementando el buen uso del autoinyector de adrenalina. Hasta el 88% de los pacientes se sintió más involucrado en el manejo integral de la anafilaixa. Además, este dispositivo médico aportó mayor tranquilidad al 94% de los pacientes del estudio. Y referente a usabilidad del producto, el 90% de los pacientes encontraron que el dispositivo médico era fácil de usar. Los resultados de este estudio acaban de ser publicados en una revista internacional indexada de Alergia de alto impacto.
"Actualmente, con el ensayo clínico terminado, estamos trabajando en los últimos pasos para llevar esta solución al mercado. Hemos partido de fundamentos científicos para desarrollar una solución médica a un problema real, que pasa por la tecnología y la digitalización. Asimismo en el futuro, todos estos datos de uso nos pueden aportar mucha más información sobre la enfermedad con el uso de big data y así optimizar y avanzar en nuevas estrategias para mejorar la calidad de vida de los pacientes con anafilaxia. Hemos apostado por la mHealth para mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes", afirma Anna Sala, médico y cofundadora del proyecto.
En esta nueva fase del proyecto, Adan Medical Innovation está trabajando con nuevas tecnologías para llevar su solución a los espacios públicos utilizando IoT, como ya se ha hecho con otras tecnologías médicas como los desfibriladores. El objetivo es contribuir a la disminución de desenlaces fatales y a la mejora de la calidad de vida de todos los pacientes potenciales y aumentar la conciencia y el conocimiento de la anafilaxia y su tratamiento.