Si hay un tema sanitario candente desde hace unas semanas es el de las vacunas contra el coronavirus. Ya hace casi un año que la ciudadanía convive con la pandemia, por eso celebra expectante cada nueva noticia que acerque a una posible inmunización colectiva. Varias farmacéuticas están a punto de ...
Si hay un tema sanitario candente desde hace unas semanas es el de las vacunas contra el coronavirus. Ya hace casi un año que la ciudadanía convive con la pandemia, por eso celebra expectante cada nueva noticia que acerque a una posible inmunización colectiva. Varias farmacéuticas están a punto de finalizar con éxito los ensayos clínicos y presumiblemente el momento de que se distribuyan está a la vuelta de la esquina. Es más, España ya tiene preparada una estrategia de vacunación, como avanzó el ministro de Sanidad, Salvador Illa, hace unos días.
Ángel Puente, presidente del Círculo de la Sanidad, valora las últimas decisiones del Gobierno sobre la contención de la pandemia. Asegura estar de acuerdo con el plan de vacunación previsto, pero no está tan convencido de que pueda empezar a partir de enero. "Creo que está bien darle esperanzas a la gente, pero también es cierto que hemos vivido momentos muy desesperantes, muchos desengaños. Pienso que hay que ser más sinceros con la ciudadanía. Ojalá que en enero tengamos vacuna".
De hecho, muchos ciudadanos han manifestado sus reticencias cuando llegue la hora de vacunarse. Al no ser obligatorio, Puente admite que lo más importante es concienciar mediante un plan de comunicación efectivo. "La población ve muchos números de fallecidos, de ingreso en UCI, etc. Les estamos dando muchas cifras, pero quizás falta imagen". Pone el ejemplo de las impactantes campañas de tráfico de la DGT, las cuales "eran muy criticadas porque salían imágenes muy duras de accidentes, pero era la única manera de que la gente se concienciara". En definitiva, "explicarles ya no solamente la necesidad, sino las consecuencias de una no vacunación".
Un proceso a largo plazo
Tampoco cree que se cumplan las expectativas de que en aproximadamente seis meses la pandemia esté controlada. "Una cosa es optimismo y otra cosa es engaño. Son dos cosas muy distintas", apunta el directivo. "En seis meses seguramente no tendremos vacunado a ese 70% de la población que se necesita. Y eso es fundamental. Por eso creemos que esto irá más a largo plazo, y hay que concienciar a la gente que no se pueden bajar las medidas de seguridad en bastante tiempo".
Así, aparte de la estrategia de vacunación, el presidente del Círculo de la Sanidad vaticina que vamos a tener que acostumbrarnos a las medidas actuales (mascarillas, distancia de seguridad y no aglomeración), porque van a ser necesarias durante bastante tiempo. Eso sí, matiza, "cuando hablo de no aglomeración no me refiero a que se mantenga cerrado un sector tan importante para la economía nacional como es la hostelería. Se puede hacer todo, pero teniéndolo controlado, porque si no económicamente este país tampoco va a ser capaz de subsistir".
Para el experto el gran problema es llegar a concienciar a la población de que debe seguir a rajatabla las medidas de prevención, más cuando llevan tanto tiempo sin poder juntarse. Como bien reflexiona Puente, "en cuanto se abre un mínimo la barrera, la gente se cree que esto es jauja y pueden salir todos. Esto no es así". Por eso insiste en que hay que realizar una campaña que cale muy hondo en la ciudadanía, ayudando a que se den cuenta de que las consecuencias del covid son reales. O lo que es lo mismo, "llegar a concienciar a la gente de que nosotros podemos infectar a alguien y causar su muerte. Sé que es duro, pero es la única manera de mentalizarlos".
Especialmente a la gente más joven, que o bien o no ha padecido la infección, o solo la han sufrido sin síntomas. Por eso, señala, "creen que lo tienen superado y que no hay problema y que no se van a infectar. Aquí la concienciación no es `no me voy a infectar´ es `no debo correr el riesgo de infectar´". Es consciente de que penetrar en la ciudadanía en ese aspecto no es un trabajo sencillo, de ahí que aconseje a las administraciones la contratación de un gabinete de comunicación muy muy experto. Es más, en su opinión, es la tarea más complicada que va a tener el Gobierno".
Limitaciones y restricciones
De cara a Navidad, otra de las medidas que presumiblemente tendrán adoptar los líderes regionales para que no se disparen los contagios, es la limitación de los desplazamientos y las reuniones sociales. Bajo su punto de vista, "va a ser inevitable y debemos asumirlo. Yo tengo hijas que no voy a poder ver. Es duro, pero sin embargo, creo que es necesario". A no ser, añade, "que tuviésemos manera de poder garantizar que toda la gente que se va a desplazar viene con PCR negativo de 24 o 48 horas. Esa podría ser una alternativa".
Además, el portavoz de los directivos considera efectiva para ayudar al control de la emergencia sanitaria la habilitación de las oficinas de farmacia como espacios para realizar cribados del covid. A este respecto, argumenta que la pandemia es un estado excepcional, y por lo tanto, se deben utilizar todos los recursos disponibles, tanto público como privados. "La farmacia no deja de ser un recurso sanitario, y además, con mucha cercanía a la ciudadanía. Y esto es importantísimo. No me parece mal que las farmacias puedan hacer recogida de test o incluso en algunos casos, realizarlos".
Evidentemente, agrega, "lo que estamos teniendo en cuenta es que cuando cogemos un hisopo y hacemos una prueba nasal, ese utensilio al final va a ir a parar a un laboratorio de análisis clínico, que es el que realmente hace el PCR". Así que, ¿por qué no la recogida de muestras?", recalca. "Cuando hay circunstancias excepcionales como una pandemia, yo creo que hay que poner al servicio de todos la totalidad de medios sanitarios de los que disponemos".
Aunque, "sin ninguna duda", para rebajar la presión asistencial que se está volviendo a generar en esta segunda ola, una de las soluciones impepinables desde su perspectiva es la colaboración con la sanidad privada. "Ya se demostró en la primera ola de la pandemia la efectividad de la colaboración público-privada con los centros privados que atendían covid y otras patologías que estaban en lista de espera".
En este sentido, insiste, "no olvidemos que el coronavirus va a generar una lista de espera brutal, tanto en intervenciones quirúrgicas como en pruebas diagnósticas. Se están retrasando, y por desgracia, en algunas ocasiones llegaremos un poco justo, y a veces hasta tarde, a enfermedades que se podían haber cogido a tiempo".
Por tanto, concluye, "la colaboración-público privada es indispensable. Y además la única manera de hacer que nuestro sistema de salud sea económicamente sostenible".