Durante el webinar sobre actualización en Oncología con el título "Cancer Won´t Wait" directivos de IQVIA, oncólogos europeos relevantes y representantes de pacientes acreditaron que el cáncer, como principal problema de salud pública, no tiene intención de esperar. Por lo que procede actuar de manera resilente e incrementar los niveles ...
Durante el webinar sobre actualización en Oncología con el título "Cancer Won´t Wait" directivos de IQVIA, oncólogos europeos relevantes y representantes de pacientes acreditaron que el cáncer, como principal problema de salud pública, no tiene intención de esperar. Por lo que procede actuar de manera resilente e incrementar los niveles de cribado y detección de nuevos tumores en el continente, como una de las enseñanzas más evidentes desde que empezó la pandemia de Covid-19.
Murray Aitken y Emma Moore
El impacto que no cesa de la Covid-19 en los sistemas sanitarios europeos se traduce en una reducción de los cribados, las pruebas diagnósticas y la detección de nuevas neoplasias. A sabiendas de que cualquier retraso en la diagnosis repercute en peores cifras de respuesta a los tratamientos y en la supervivencia en los próximos años.
La respuesta al cáncer es diferente según cada país y tipo de grupos de tumores específicos. En un contexto en el que algunos países ha mostrado un gran acierto en sus enfoques, a pesar de las actuales circunstancias y las vividas en el último año. Por lo ya es patente en los medios sanitarios la necesidad de difundir estas mejores prácticas de éxito.
Murray Aitken, director ejecutivo del Institute for Human Data Science de IQVIA, acreditó que su entidad comparte los avances descritos con vocación de servicio público.
A una de sus preguntas, los asistentes respondieron en distinto porcentaje sobre los avances más inminentes en cáncer.
La nutrida audiencia contestó que el desarrollo de la telemedicina vivirá una notable expansión (para el 64,1%); junto a otros progresos como los triajes más efectivos (31,3%); las campañas de comunicación a grupos de riesgo (50%); los nuevos sistemas de test, incluidos los domésticos (56,3%); una mayor colaboración entre los agentes del sector salud (46,9%); y mayores inversiones en prevención y asistencia sanitaria (39,1%).
Emma Moore, Head of Market Research & Consultancy de IQVIA, aportó los detalles más significativos de los análisis realizados por su multinacional. Entre otras cosas, estimó que 3 meses de retraso en el diagnóstico de cáncer pueden suponer un recorte de 10 años en supervivencia a largo plazo que se traduciría en el 10% de esa magnitud para todos los grupos de edad.
Con el ejemplo de que el primer confinamiento dictado en Bélgica y Holanda se tradujo en una contracción de los cribados que osciló entre el 30 y el 40%.
Mientras que los diagnósticos retardados en Reino Unido supondrán un incremento de la mortalidad del 15% en cáncer colorrectal, y del 9% en mama, en los próximos 5 años. Además de existir una diferencia de 3.500 diagnósticos tratados menos en Inglaterra, respecto a años anteriores, también en cáncer de colon-recto.
Respecto a Francia, Moore precisó que apunta a unos 30.000 casos de cáncer no detectados.
Por el contrario, destacó que Grecia facilitó las prescripciones virtuales con dispensación a domicilio, mientras que, en Irlanda, se lanzó una campaña para que la población pudiera reconocer los tipos de tos más característicos del cáncer de pulmón.
Dentro de las causas posibles del retroceso en los cribados y los diagnósticos, Moore citó la reticencia de los ciudadanos ante la situación psicológica creada por la pandemia, junto a la reducción operativa de los sistemas sanitarios por las nuevas exigencias y prioridades planteadas.
Ante esta situación, y en comparación con las medidas adoptadas por los otros países europeos, la directiva explicó que en España se optó por adaptar la tecnología disponible, y también las apps, para las comunicaciones remotas con los pacientes. Además de movilizar a voluntarios que ayudaron a las personas mayores a superar sus dificultades con las nuevas tecnologías.
Concluyó Moore con el llamamiento de Mike Morrissey, director ejecutivo de la Organización Europea del Cáncer (ECCO), según el cual todos aquellos que tengan alguna responsabilidad sanitaria, profesional, gestora, ciudadana o de los propios pacientes, debe hacer todo lo posible por mantener muy activos los servicios contra los tumores porque el cáncer nunca espera. De lo que la ponente dedujo que es tarea de todos ellos dotar a los sistemas sanitarios de flexibilidad para anticiparse a un escenario post Covid. Con un mensaje final para el optimismo, al haber puesto a todos frente al espejo y al haber sacado fuerzas de flaqueza.
Dr Josep Tabernero
El doctor Josep Tabernero, jefe de Oncología Médica en el Hospital Vall d´Hebron University de Barcelona (HUVH), se hizo eco de que los infra diagnósticos en cáncer son una constante en todos los países. En ese sentido, explicó que a finales de 2020 en Cataluña esa reducción en la diagnosis se situó en el 12%. Aunque ese fenómeno se dio de forma más marcada entre los meses de marzo a junio, llegando incluso al 30%.
Aunque afortunadamente, señaló, la situación pudo corregirse durante la segunda y tercera ola de Covid-10 porque el sistema sanitario ya estaba más preparado que al principio de la pandemia.
Tabernero aseveró que la telemedicina ha llegado para quedarse y que se abren muchas posibilidades para la monitorización remota de los pacientes. Aunque será necesario que estos no vuelvan a tener miedo de acudir a los servicios asistenciales, si presentan el menor síntoma de cáncer.
A lo que añadió el oncólogo que, aunque disponemos de buenos sistemas sanitarios en Europa, la pandemia ha demostrado toda su fragilidad.
Dra Fatima Cardosa
La doctora Fatima Cardosa, directora del Centro Clínico Champalimaud de Lisboa (Portugal), declaró que en el último año se han marcado las situaciones de inequidad en el mundo y, especialmente también, en Europa. Un fenómeno que observó tanto entre países como dentro de los mismos.
Cardosa espoleó a que los gobiernos actúen con rapidez para que las capas más desfavorecidas de la sociedad no vean alejadas sus posibilidades de optar a diagnósticos tempranos y tratamientos más efectivos por causa de la crisis económica.
Vivek Muthu
El doctor Vivek Muthu, responsable de la International Brain Tumour Alliance, se mostró confiado en que los ciudadanos y pacientes jugarán un papel más activo, gracias a las nuevas formas de comunicación y sistemas de test. Desde un activismo basado en el optimismo que se debe potenciar con mayores inversiones en prevención, mediante la colaboración entre la Academia, la Industria y la Sociedad en su conjunto, con apoyo en la telemedicina y las redes sociales.
Ante las posibles restricciones presupuestarias, Muthu pidió a las autoridades sanitarias que pongan el foco en los ahorros que se derivan de una previsión basada en la prevención.
Alfonso Aguarón y Antonella Cardone
El representante de pacientes oncológicos, Alfonso Aguaron, atestiguó que el control de la pandemia vendrá de los programas de vacunación. Mientras que la sanidad se comportará con las poblaciones arrasadas por un tsunami, al tener la oportunidad de edificar todo de nuevo.
Entre los fenómenos positivos, resaltó que nunca antes la población general había demostrado tanto interés por la mecánica de una patología y las fases de desarrollo de la innovación dirigida a combatirla.
Por último, Antonella Cardone, directora de la Coalición Europea de Pacientes de Cáncer (ECPC), pidió que se vuelva cuanto antes a los niveles de inversión en cáncer previos a la llegada del SARS-CoV-2. Aunque no compartió el optimismo expresado por los otros ponentes, en cuanto a la velocidad en la que se producirán esos retornos. Por lo que pidió rutas más rápidas y menos burocráticas a la hora de tomar estas medidas.
Para no teñir sus conclusiones de tonos muy oscuros, Cardone señaló como negativo el aumento de la mortalidad esperable por cáncer, con el contrapunto de una sociedades y unos sistemas sanitarios más proactivos.