Los síntomas de larga duración del Covid-19 pueden tener una explicación en la alteración genética de los pacientes. Si bien los pacientes suelen padecer fiebre, tos y sensación de falta de aire entre los ...
Los síntomas de larga duración del Covid-19 pueden tener una explicación en la alteración genética de los pacientes.
Si bien los pacientes suelen padecer fiebre, tos y sensación de falta de aire entre los síntomas más comunes -a los que se suman disminución del olfato y del gusto, escalofríos, dolor de garganta, dolores musculares, dolor de cabeza-, la duración media en los casos más graves son seis semanas.
Un período que puede alargarse en un grupo de pacientes que sufren los conocidos como los síntomas de larga duración o persistentes.
Un estudio celular del laboratorio de Sharilyn Almodovar, del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad Tecnológica de Texas (EEUU), desvela que la proteína de pico del SARS-CoV-2 puede provocar cambios en la expresión génica a largo plazo.
Es importante recordar que el SARS-CoV-2, el virus que causa el Covid-19, está cubierto de diminutas proteínas de pico. Durante la infección, estas proteínas se unen a los receptores de las células de nuestro cuerpo, iniciando un proceso que permite al virus liberar su material genético en el interior de la célula sana.
Los hallazgos de la investigación norteamericana podrían ayudar a explicar por qué algunos pacientes, denominados Covid persistente, experimentan síntomas como falta de aliento y mareos mucho tiempo después de haber eliminado la infección.
"Descubrimos que la exposición a la proteína de pico del SARS-CoV-2 era suficiente para cambiar la expresión genética de referencia en las células de las vías respiratorias", explica a la prensa norteamericana Nicholas Evans, estudiante de máster del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad Tecnológica de Texas.
"Esto sugiere que los síntomas observados en los pacientes pueden ser el resultado inicial de la proteína de pico que interactúa con las células directamente", matiza.
Consciente de la importancia de su hallazgo, Evans presentó la investigación en la reunión anual de la Sociedad Americana de Bioquímica y Biología Molecular durante la reunión virtual de Biología Experimental (EB) 2021.
La técnica de interfaz aire-líquido
Los investigadores de Estados Unidos destacan que el cultivo de células de las vías respiratorias humanas requiere condiciones específicas que permitan a las células madurar hasta convertirse en las células diferenciadas que se encontrarían en las vías respiratorias.
Los profesionales optimizaron un método de cultivo previamente desarrollado, conocido como técnica de interfaz aire-líquido, para que simulara mejor las condiciones fisiológicas de las vías respiratorias. Para ello, expusieron las células al aire y luego les dieron tiempo para que maduraran y se convirtieran en células de las vías respiratorias.
Los investigadores descubrieron que las células cultivadas de las vías respiratorias humanas expuestas a concentraciones bajas y altas de proteína de espiga purificada mostraban diferencias en la expresión génica que se mantenían incluso después de que las células se recuperaran de la exposición. Entre los genes más destacados estaban los relacionados con la respuesta inflamatoria.
"Nuestro trabajo ayuda a dilucidar los cambios que se producen en los pacientes a nivel genético, lo que podría llegar a proporcionar información sobre qué tratamientos funcionarían mejor para pacientes específicos", señala Evans.
Los investigadores también compararon sus células de las vías respiratorias humanas cultivadas con estudios de otros en los que se recogieron células de pacientes con infección por Covid-19. Pudieron confirmar que el enfoque de cultivo celular optimizado reflejaba lo que ocurre en los pacientes, lo que lo hace útil para futuros estudios traslacionales.