Las enfermedades neurodegenerativas tienen una relación con la forma en que se manejan las proteínas en el cuerpo. Si las proteínas están mal plegadas y se acumulan en los tejidos interfieren con el ...
Las enfermedades neurodegenerativas tienen una relación con la forma en que se manejan las proteínas en el cuerpo. Si las proteínas están mal plegadas y se acumulan en los tejidos interfieren con el funcionamiento celular y pueden conducir a trastornos neurodegenerativos.
En esta línea, una nueva investigación publicada en ´PLOS Pathogens´ establece, por primera vez, un vínculo entre especies específicas de bacterias y manifestaciones físicas de enfermedades neurodegenerativas.
"En esta investigación pudimos demostrar que especies específicas de bacterias juegan un papel en el desarrollo de estas condiciones", dseñaló Daniel Czyz, uno de los autores del estudio y profesor asistente en el departamento de microbiología y ciencia celular de UF/IFAS.
Asimismo, demostraron que algunas otras bacterias producen compuestos que contrarrestan a las bacterias ´malas´. En este sentido, "estudios recientes han demostrado que los pacientes con enfermedad de Parkinson y Alzheimer tienen deficiencia de estas bacterias ´buenas´, por lo que nuestros hallazgos pueden ayudar a explicar esa conexión y abrir una área de estudio futuro ", agregó.
Actualmente, el laboratorio de Czyz está probando cientos de cepas de bacterias que se encuentran en el intestino humano para ver cómo afectan la agregación de proteínas en gusanos Caenorhabditis elegans.. El grupo también está investigando cómo las bacterias asociadas con la neurodegeneración causan el plegamiento incorrecto de las proteínas a nivel molecular.
Por otra parte, en este centro están investigando las posibles conexiones entre las bacterias resistentes a los antibióticos y el plegamiento incorrecto de las proteínas.
"Casi todas las bacterias que encontramos asociadas con el plegamiento incorrecto de proteínas también están asociadas con infecciones resistentes a los antibióticos en las personas. Sin embargo, se necesitarán muchos más años de investigación antes de que podamos entender qué conexión, si es que existe, existe entre la resistencia a los antibióticos y la neurodegenerativa enfermedades ", concluyó este investigador.