La Unidad del Dolor del Servicio de Anestesiología del Hospital Clínico de València trabaja desde hace unos meses con una nueva técnica para tratar el dolor. En este caso se trata de la ...
La Unidad del Dolor del Servicio de Anestesiología del Hospital Clínico de València trabaja desde hace unos meses con una nueva técnica para tratar el dolor. En este caso se trata de la descompresión discal percutánea con tecnología de resonancia molecular cuántica QMR (por sus siglas en inglés Quantum Molecular Resonance), una alternativa a la cirugía para tratamiento de hernias y protusiones discales.
Tal y como ha explicado Carlos Tornero, jefe de Servicio de Anestesiología, Reanimación y Terapia del Dolor y responsable de la Unidad del Dolor, "desde hace un tiempo hemos incorporado esta técnica para tratar el dolor radicular (dolor persistente en una parte cercana de la salida de un nervio) en miembros inferiores y, con esta técnica, insertamos una aguja en el disco a tratar e introducimos a través de ella la sonda Resadisc con punta bipolar y tecnología QMR para vaporizar el tejido discal sin desprender calor".
"Ello hace que la hernia o protrusión se retraigan hacia su posición inicial habitual, como complemento a la vaporización discal, insertamos unas pinzas a través de un trocar en el disco protruido (desplazado) y realizamos extracciones parciales de este", ha señalado.
La Unidad del dolor del Hospital Clínico realiza al año cerca de 4.500 consultas relacionadas con el dolor y realiza alrededor de 2.000 técnicas intervencionistas para tratarlo.
"El dolor lumbar producido por hernias discales supone alrededor del 10 % de las consultas que tratamos. Existen diferentes técnicas para tratarlo, entre ellas, esta que hemos incorporado y que se diferencia de otras en que actuamos directamente en el factor causante del dolor que es el disco intervertebral que protruye y que comprime las raíces nerviosas que provoca dolor y discapacidad en el paciente", ha añadido Carlos Tornero.
La Unidad de Dolor Crónico inició su actividad en el Hospital Clínico en 2010, coordinada por Carlos Tornero y con dependencia orgánica del Servicio de Anestesiología y Reanimación.
Entre los objetivos primordiales de la Unidad se encuentra la cobertura sanitaria de los pacientes con dolor crónico y un aspecto fundamental es la mejora de la funcionalidad de los pacientes lo que conlleva una mejora en su calidad de vida.
Entre las patologías dolorosas más frecuentes que se suelen ver en las consultas de esta Unidad se encuentran el dolor lumbar, neuralgias, dolor regional complejo, lesiones traumáticas de nervios y neuropatías postoperatorias.