Un estudio del Trinity College de Dublín revela que entre los múltiples efectos negativos de la obesidad también se cuenta la reducción del flujo de sangre al cerebro. En una cohorte de casi ...
Un estudio del Trinity College de Dublín revela que entre los múltiples efectos negativos de la obesidad también se cuenta la reducción del flujo de sangre al cerebro. En una cohorte de casi 500 personas mayores de 60 años, los investigadores hallaron que un aumento del índice de masa corporal (IMC) de 0.43 kg/m2, de la relación entre el perímetro de cintura y cadera de 0.01 o del perímetro de cintura de 1.3 cm, se asocian a una disminución del aporte sanguíneo a la materia gris cerebral equivalente a la de un individuo con un año más de edad. Los obesos, según cualquiera de los criterios indicados, que practicaban niveles bajos o moderados de actividad física mostraron una reducción del flujo de hasta 3 ml/100g/min, mientras que en los que se ejercitaban de manera más intensa la reducción no fue significativa.
Silvin Knight, directora del estudio, afirma que un suministro consistente de sangre al cerebro es esencial para la función de este órgano. Así lo demuestran estudios que reportan la reducción del riego sanguíneo como factor de riesgo de Alzheimer y de otros tipos de demencia. La investigadora asegura que el actual es uno de los pocos estudios realizados en individuos de edad avanzada, ya que la mayoría de los previos había examinado esta cuestión en poblaciones de edad madura. Los hallazgos sugieren que la actividad física puede ser un método efectivo en términos de coste para mitigar el impacto de la obesidad en individuos de edad avanzada.