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La medicina basada en la evidencia, el principal reto de futuro de la atención sociosanitaria

Un debate sobre los retos de futuro de la atención sociosanitaria pone punto y final a la 2ª Jornada Precongresual 22 Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria

14/05/2021

Asegura Nieves La Fuente Robles, directora Estrategia de Cuidados de Andalucía, en el debate de clausura de la 2ª Jornada Precongresual 22 Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria que "llevamos décadas de experiencia en el ámbito sociosanitario, tenemos muchas evidencias de lo que funciona y lo que no. Ahora ...

Asegura Nieves La Fuente Robles, directora Estrategia de Cuidados de Andalucía, en el debate de clausura de la 2ª Jornada Precongresual 22 Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria que "llevamos décadas de experiencia en el ámbito sociosanitario, tenemos muchas evidencias de lo que funciona y lo que no. Ahora necesitamos una respuesta, y es importante que aprendamos qué necesitan y qué esperan los pacientes. Es decir, la medicina basada en el valor". Sin embargo, admite que "nos cuesta llegar al modelo que parece que la pandemia ha hecho medianamente posible".

Un ejemplo de esa respuesta es el plan de cuidados para los pacientes crónicos complejos de la comunidad, en el cual, "la identificación de los pacientes es fundamental", como explica La Fuente. "Necesitamos sistemas de información que nos identifiquen de forma muy certera a qué pacientes estamos trabajando, así como sus necesidades".

En eso ya se está trabajando. "Sabemos que son pacientes que necesitan mucha atención y que consume muchos recursos, y que igual no estamos ando la respuesta adecuada. Si nos vamos a hablar de integración, al menos sí de coordinación", expone. Además, "la respuesta que se le de a las personas tiene que ser única, y basada en la medicina basada en el valor, facilitada por la TIC, tiene que darse desde un equipo integrado (independientemente del ámbito al que pertenezca), y a través de un plan personalizado y pactado con la familia".

A su vez, Mª José Cano Hoyos, subdirectora de Formación, Selección y Desarrollo del Servicio Andaluz de Salud, entra en los retos en la formación. "La mayor parte del aprendizaje lo hacemos en contextos no formales. Por eso, uno de los retos más importantes que nos hemos encontrado durante la pandemia es ser capaces de estructurar todos esos contenidos desde la organización, potenciarlos y hacerlos llegar a todos los profesionales".

Desde el punto de vista de esta apuesta por la formación, añade Cano, detectaron distintos desafíos. Uno de los más "primordiales" es que ha habido un empuje bastante importante, "así que nos hemos tenido que reinventar. La base de todos nuestros planes formativos es hacer una correcta detección de necesidades, si no lo hacemos, y erramos, no vamos a conseguir mejorar la asistencia sanitaria".

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Asimismo, "la pandemia nos ha obligado a usar las nuevas tecnologías, que aportan que podamos medir, que realmente podamos hacer una correlación del aprendizaje en la actividad asistencial. Y estamos trabajando en ello". Además, prosigue, "tenemos la costumbre de no medir, y lo que no se mide, no existe. Por lo que otro de los retos en los que estamos trabajando es la evaluación el aprendizaje, la transferencia y el impacto que tiene".

Otro de los puntos que apunta es "la integración de los sistemas de simulación, clave a la hora del aprendizaje porque se asimila mucho a la práctica profesional y evita los problemas de la seguridad del paciente". Igualmente, "aprender a manejar el boom del e-learning y la formación masiva, insistiendo en que hay que evaluarla y ver su impacto" es fundamental, según su visión.

En cuanto a la tecnologías de la información, Ismael Vargas Pina, subdirector provincial TIC de Sevilla del Servicio Andaluz de Salud, destaca su transversalidad. Especialmente en el período covid-19, en el que han tenido que estar enfocados, en primer lugar, en que no se cayera ningún servicio. "Parece obvio, pero tiene su intríngulis. Los sistemas de información se han visto como nunca con un uso diferencial de nuevos servicios, de elementos remotos que han sobrecargado los sistemas y las comunicaciones. Por eso no ha sido sencillo mantenerlos".

Además, "han sido muchísimas las necesidades y los focos que hemos tenido que poner en el coronavirus". Y como tercer punto, "el resto de la actividad normal que hemos desempeñado para seguir dando soporte a los servicios que siguen funcionando".

En este contexto, añade Vargas, "hemos aprendido que la videollamada y la videoconferencia ha venido para quedarse. Nos costó un poco adaptarnos a ellas, pero a día de hoy están en el ambiente. Se usan en las reuniones, en la gestión de pacientes, en la formación, y en miles de cosas. A día de hoy no concebimos muchas de esas cosas sin estas herramientas, aunque hace un año eran algo novedoso". También, "que hemos tenido que tender puentes en infraestructuras para llevar la comunicación a lugares donde no estaba previsto, entre ellos, por ejemplo, las residencias. Y hacerlo con poco margen de reacción".

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De la misma forma, "tampoco estamos preparados para gestionar masas, tecnológicamente hablando. Los sistemas de información soportan el uso habitual en una consulta u hospital, pero no para generar e informar en bloques de personas de 10.000 en 10.000 o de pueblo en pueblo". En este sentido, pese a que estamos en la era de los smartphone, el gran vencedor ha sido un "dinosaurio" como el SMS. "Nos ha salvado la situación para poner en marcha muchos elementos críticos de una forma muy ágil".

En suma, "el covid-19 ha transformado en un año lo que hubiéramos tardado cinco años en poner en marcha. Ha sido tal la necesidad y el coste beneficio de salir hacia adelante que hemos dado un empujón tecnológico en un año equivalente a ese periodo. Lo cual nos viene a decir que somos capaces de adoptar cambios mucho más rápido de lo que todos pensamos".

Por último, Isaac Túnez Fiñana, secretario General de Investigación, Desarrollo e Innovación en Salud de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía hace balance de las oportunidades futuras que la crisis ha supuesto para la investigación. En conjunto, reflexiona, "nuestro sistema de salud ha puesto de manifiesto lo que es y lo que que va a ser el SPPA. Hemos aprendido que las cosas requieren de una interacción multidisciplinar. Aquello de que cada uno va solo se ha acabado. Aquí o nos unimos todos, o el avance será muy pobre". También han visto que "necesitamos de coordinación y de interacción. Las estructuras requieren que estén agrupadas, que alguien marque el camino para que todas en su conjunto generen un fenómeno sinérgico la respuesta que necesita el sistema de salud y la que espera la población".

Y en tercer lugar, señala, "tenemos la capacidad". "A veces nos parece que estamos muy lejos de conseguir alguna cosa, y sin embargo, es cuestión de que venga el imponderable para que cosas que pensábamos que iban a ser realidad dentro de 10 o 15 años, son una realidad que parece que han estado toda la vida con nosotros", concluye.

A modo de conclusión y de cierre de las jornadas, José Repiso Torres, director General de Cuidados Sociosanitarios de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía expone en una breve intervención que "muy poca gente creía en lo sociosanitario en 2019. Esto era una cuestión de mucha evidencia científica y de poco reconocimiento en el día a día".

La pandemia, no obstante, "nos ha dado de bruces, y esto ha venido para quedarse". En su opinión, remata, "ya somos un magnífico sistema sanitario, ahora tenemos que convertirnos en un magnífico sistema de salud poniendo en el centro a la persona, viva donde viva, porque durante muchos años el ámbito residencial no ha sido atendido en igualdad de condiciones que el domicilio. Tiene que ser el ámbito donde más rápido trabajemos, porque es una cuestión de equidad y de dignidad".

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