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La investigación clínica en oncología se agiliza con la pandemia

Los cambios de protocolos para evitar la exposición al covid-19 han forzado a simplificar procedimientos que podrán facilitar la gestión de futuros ensayos clínicos.

19/05/2021

Nuevas herramientas como la telemedicina y otros procedimientos digitales han marcado un cambio en el paradigma sanitario y en la relación entre pacientes y profesionales. La oncología ha sido uno de los campos ...

Nuevas herramientas como la telemedicina y otros procedimientos digitales han marcado un cambio en el paradigma sanitario y en la relación entre pacientes y profesionales. La oncología ha sido uno de los campos en que se ha registrado un mayor cambio con la reorganización del sistema en función a las medidas adoptadas contra la propagación del virus del covid-19. Todo ello ha llevado a la disminución del 60% en la puesta en marcha de nuevos ensayos clínicos, dificultades para reclutar pacientes o la paralización de estudios en muchos centros por la falta de personal sanitario disponible.

Sin embargo, la investigación clínica en oncología no se ha detenido. La introducción de nuevas estrategias en la gestión remota de los ensayos y los cambios en los protocolos de atención al paciente han permitido mantener la investigación incluso en los momentos más críticos de la pandemia. Por ejemplo, se garantizó el acceso al tratamiento y el seguimiento clínico de los pacientes participantes en ensayos clínicos mediante medidas como el envío de la medicación a domicilio o la realización de consultas de seguimiento telefónicas, reduciendo así la necesidad de realizar visitas físicas al hospital.

En esta línea de la agilización del seguimiento de los pacientes participantes en ensayos clínicos, se prevé también que exista una mayor flexibilidad en cuanto al lugar donde se realizan las evaluaciones clínicas al paciente, para evitar la necesidad de desplazamientos al hospital de referencia, así como la obligatoriedad de visitas presenciales al centro únicamente para los pacientes que experimentan efectos secundarios o síntomas de recaída, en lugar de visitas obligatorias para todos los participantes del ensayo.

Cambios que han llegado para quedarse

"Estos cambios, que han simplificado numerosos procedimientos en un momento de gran necesidad, presentan un gran potencial para agilizar la investigación clínica en oncología a largo plazo. Por tanto, conviene aprovechar la experiencia para mantener estas medidas más allá de la pandemia", explica Roldán Cortés, Director de Desarrollo de MEDSIR, compañía dedicada a la investigación clínica independiente en oncología. En este sentido, el aumento en la alfabetización digital mediante el impulso de medidas como el seguimiento virtual de pacientes o el uso de aplicaciones de alerta y notificación de síntomas constituyen una oportunidad para revolucionar la forma en que el paciente se comunicará con el equipo sanitario y la manera en que se recopilarán datos de los participantes en los ensayos clínicos del futuro.

Más allá de la agilización del seguimiento de los pacientes participantes en estudios oncológicos, uno de los desafíos pendientes en investigación clínica es conseguir simplificar la burocracia asociada a su gestión. "Durante la crisis sanitaria, las entidades regulatorias consensuaron agilizar los trámites para iniciar nuevos ensayos contra el COVID, para acelerar al máximo la investigación sobre posibles tratamientos en una situación de gran necesidad de datos clínicos. La demostración de que es posible agilizar los trámites para facilitar la investigación científica en enfermedades graves debería ser una lección para aplicar en el futuro de la investigación clínica en oncología, especialmente en estudios con pacientes que tengan grandes necesidades clínicas no cubiertas", explica Roldán Cortés.

Como dato positivo adicional, la pandemia ha puesto de relieve la importancia de la investigación clínica entre el público en general. Además, las estrategias y medidas introducidas tienen el potencial de facilitar en un futuro cercano la participación de los pacientes en ensayos clínicos en oncología, lo que supondría una oportunidad para acelerar su acceso a los tratamientos más prometedores contra la enfermedad.

Capacidad de adaptación: elemento clave tras la pandemia

La grave situación que hemos vivido ha requerido un importante esfuerzo de adaptación por parte de la industria, los investigadores y las autoridades regulatorias, con el fin permitir agilizar la investigación clínica para dar respuesta a los retos provocados por la pandemia. En el caso de MEDSIR, gracias a una estructura operativa muy eficaz y flexible, se lanzó pocas semanas después del inicio de la pandemia el ensayo COPÉRNICO, un ensayo clínico para evaluar la eficacia de la inmunoterapia (una estrategia terapéutica utilizada en muchos tratamientos oncológicos) en el tratamiento de pacientes graves y muy graves de covid-19, cuyos resultados serán publicados próximamente.

La investigación independiente puede promover la realización de ensayos ágiles, fáciles de gestionar, deslocalizados y con un menor riesgo para todos los actores implicados. En este sentido, la deslocalización de la investigación clínica en diferentes puntos del planeta puede evitar la necesidad de paralizarla en el caso de que alguna de las regiones geográficas sufra una crisis similar que dificulte el seguimiento de la investigación. "El cáncer es también una pandemia de enorme gravedad con la que ya nos hemos acostumbrado a vivir, pero esto no quiere decir que los esfuerzos dedicados a su investigación clínica deban ser menores. Al contrario, el aumento de la prevalencia de esta enfermedad demuestra que urge la necesidad de ser más ágiles a la hora de investigar nuevos fármacos para mejorar la supervivencia y la calidad de vida de quienes conviven con el cáncer, y las lecciones aprendidas durante la pandemia de covid-19 ofrecen una oportunidad en este sentido que no debemos desaprovechar", concluye Roldán Cortés.

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