___La oncología médica es una especialidad reciente, pero de gran trascendencia en España acuciada por una población envejecida y con problemas crónicos de salud. "Debemos considerar que el cáncer es un problema importante de salud pública en nuestro país, donde ya es la primera causa de mortalidad en varones, por ...
___La oncología médica es una especialidad reciente, pero de gran trascendencia en España acuciada por una población envejecida y con problemas crónicos de salud. "Debemos considerar que el cáncer es un problema importante de salud pública en nuestro país, donde ya es la primera causa de mortalidad en varones, por encima de las enfermedades cardiovasculares", afirma Álvaro Rodríguez-Lescure, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
Y es que la SEOM tiene precisamente como objetivos mejorar la atención de los pacientes con cáncer en el diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento, así como promover la equidad en el acceso a la innovación y a la atención. También la defensa profesional de los oncólogos médicos.
Oncología y Covid-19
Esta defensa ha sido clave en la crisis provocada por la pandemia en la que los especialistas en oncología también han arrimado el hombro. "La crisis del coronavirus ha supuesto un retroceso para la oncología porque toda la patología no-Covid como el cáncer se ha visto afectada con una disminución muy importante del acceso al proceso del diagnóstico durante el año 2020", advierte el presidente de la SEOM.
Los datos hablan por sí solos. Durante el pasado año se diagnosticaron hasta un 20% menos de casos nuevos en nuestro país. Una cifra sin duda alarmante. "Hay que tener presente las consecuencias que esto implica para nuestros pacientes en términos de pérdida de oportunidad de paliación y de curación". Casi todos los recursos físicos y humanos se han destinado al Covid-19, lo que ha ido en detrimento de otras especialidades como es el caso de la oncología médica.
Cambios
Estos cambios estructurales también han afectado a la gestión de los hospitales. "Hemos visto servicios saturados, consultas paralizadas -en especial la de los especialistas de medicina familiar y comunitaria-, el atasco de algunas pruebas diagnósticas, radiológicas y endoscópicas y la llegada de menos pacientes con cáncer durante 2020". De manera que los oncólogos médicos han tenido que trabajar con una limitación de recursos reorganizando los servicios al tiempo que intentaban minimizar los riesgos de contagio. "Una de nuestras
mayores preocupaciones era el miedo de la infección por coronavirus por parte de los pacientes con cáncer", afirma Rodríguez-Lescure. Muchos de estos especialistas se han integrado además en los equipos Covid-19. "Todo el personal sanitario ha estado expuesto en guardias, consultas y hospitalización. Por tanto, hemos sentido miedo a contagiar y a contagiarnos".
Necesidades
Siendo como es la oncología médica una especialidad en auge en nuestro país, todavía presenta algunas carencias. "Hay que dimensionar claramente las necesidades de oncólogos y de plantilla, no olvidemos la incidencia que tiene el cáncer en nuestro país", advierte el presidente de la SEOM, y añade: "Recientemente se han multiplicado las opciones de tratamientos. Junto a ello se van diversificando las plantillas porque hay más opciones en la provisión de la atención a los pacientes".
Cada vez se tratan a más pacientes de cáncer en España. "La incidencia aumenta, y es esperable que el envejecimiento de la población provoque un incremento exponencialmente en los próximos años. De ahí la importancia de la oncogeriatría". Precisamente la SEOM cuenta con una sección dedicada a sensibilizar a la comunidad oncológica de la necesidad de abordar al paciente anciano de forma diferente a la población adulta, al tiempo que propone elaborar un plan de actividades futuras para el manejo de esta población.
Innovación
La investigación en innovación es clave en una especialidad en desarrollo y en actualización. "No hemos resuelto en nuestro país la financiación de la innovación. Muchos fármacos están rodeados de incertidumbre, los márgenes de beneficio para los pacientes son escasos y el desarrollo de esta innovación es muy costoso", apunta Rodríguez-Lescure, y concluye: "Este proceso de fijación de precios está siendo difícil en los últimos años y está suponiendo una pérdida de oportunidad para algunos pacientes".
Y es que la carencia en financiación en innovación afecta de manera directa a la oncología. "Hay que tener criterios claros, coherentes, fijos y predecibles de cuánto estamos dispuestos a pagar como sociedad y por qué y para qué con cada innovación, no sólo farmacológica. Esto es una cuestión de pacto social que implica al Estado y a las administraciones autonómicas".
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