Investigadores de la Universidad de Lund de Suecia han identificado los niveles de cortisol producidos por tumores suprarrenales benignos que están asociados con mayores tasas de mortalidad. Hasta el momento, se sabe muy poco sobre qué tratamiento es eficaz para los pacientes con este problema al no haber sido suficientemente ...
Investigadores de la Universidad de Lund de Suecia han identificado los niveles de cortisol producidos por tumores suprarrenales benignos que están asociados con mayores tasas de mortalidad. Hasta el momento, se sabe muy poco sobre qué tratamiento es eficaz para los pacientes con este problema al no haber sido suficientemente estudiado.
El estudio publicado en ´Annals of Internal Medicine´, analizó a más de 1.000 pacientes diagnosticados con tumores suprarrenales benignos registrados en los hospitales suecos de Skåne y Helsingborg entre 2005 y 2015.
Los pacientes fueron divididos en cuatro grupos, según el grado de sobreproducción de cortisol, desde sin sobreproducción hasta alto. La diferencia en la mortalidad entre los grupos se investigó a partir de registros nacionales sobre la causa de muerte. Los grupos con mayor riesgo representaron alrededor del 20 por ciento de los pacientes del estudio, es decir, unas 200 personas.
Los resultados mostraron un riesgo de muerte claramente mayor en los dos grupos con mayor producción de cortisol. "El riesgo es 2-3 veces mayor que para los pacientes con producción normal de cortisol y la principal causa de mayor riesgo son las enfermedades cardiovasculares", indicó Albin Kjellbom, médico consultor en endocrinología y diabetología en el Hospital Universitario de Skåne y estudiante de investigación en la Universidad de Lund. Por el contrario, muchos pacientes cuyos tumores tienen un nivel más bajo de producción de cortisol no presentaron un mayor riesgo de muerte.
Actualmente, existen dos estrategias de tratamiento disponibles para pacientes con tumores suprarrenales benignos. O bien se extirpan quirúrgicamente, o se incide en los factores de riesgo conocidos de enfermedad cardiovascular, como la hipertensión arterial y la diabetes.
"En el futuro, podremos identificar a los pacientes con un mayor riesgo de muerte y concentrar nuestros esfuerzos en ellos, al tiempo que podremos tranquilizar a un gran grupo de pacientes. Esto también significa un mejor uso de los recursos sanitarios públicos ", señaló Albin Kjellbom. "Ahora somos capaces de identificar a los pacientes con mayor riesgo de muerte, futuros estudios pueden investigar qué tratamiento es eficaz para reducir el riesgo en este grupo de pacientes ", concluyó el experto.