___El jefe de servicio de Reumatología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, José Mª Álvaro-Gracia, comenzó su mandato como presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER), en plena primera ola de la pandemia. Coger el relevo de Juan J. Gómez-Reino en la sociedad científica en ese momento tan álgido ...
___El jefe de servicio de Reumatología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, José Mª Álvaro-Gracia, comenzó su mandato como presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER), en plena primera ola de la pandemia. Coger el relevo de Juan J. Gómez-Reino en la sociedad científica en ese momento tan álgido de la crisis sanitaria fue "un shock absoluto", según sus propias palabras. "Tuvimos que cambiar todo, la manera de trabajar, las actividades formativas y científicas, etc. Todo tuvimos que adaptarlo en un tiempo récord".
Si bien tal desafío le ha servido para cumplir uno de los objetivos que se planteó cuando se presentó al cargo, que la sociedad tenga "la flexibilidad suficiente para adaptarse a este mundo tan cambiante". El balance, en su opinión, es que "claramente hemos sido capaces de hacerlo", y resalta especialmente el trabajo de los miembros de la SER. "Creo que nos hemos enfrentado a esta crisis con una nota muy alta".
Del mismo modo, el reumatólogo esboza unas cuantas pinceladas de la especialidad en general y de su situación en España, asegurando que está "ampliamente consolidada". Una de las características principales es "que es una especialidad relativamente joven, por lo que la mayoría de los profesionales se han formado ya vía MIR, que es una garantía de seguridad. Por lo tanto, de alguna manera, avala una alta calidad de la formación de los reumatólogos en toda España".
El tratamiento de las enfermedades degenerativas, una asignatura pendiente
Además, destaca que ha tenido en las últimas dos décadas un enorme desarrollo en algunas áreas, particularmente en patología inflamatoria como la artritis reumatoide o la espondiloartritis. Y, por otro lado, "con un poco más de retraso", ahora están teniendo un gran desarrollo las enfermedades autoinmunes sistémicas, como el lupus o las vasculitis. Son dolencias "muy importantes" para la especialidad, porque en muchas ocasiones son las más graves, hasta el punto de que, "si no se tratan, tienen más consecuencias para los pacientes tanto desde el punto de vista de la discapacidad como reduciendo la esperanza de vida". Por eso ha sido tan relevante el descubrimiento de tratamientos eficaces para paliarlas e incluso frenarlas. "Hemos visto un enorme avance en los últimos años. Quizá la primera revolución fue la aparición de las terapias biológicas, que han cambiado el espectro de pacientes con artritis reumatoide, con espondiloartritis, y ahora con lupus o con vasculitis. Al mismo tiempo, ha habido otras áreas como la gota o la osteoporosis donde también se han producido mejoras significativas", comenta. Por lo tanto, desde ese punto de vista, "la reumatología española goza de buena salud".
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