La Asociación de la Prensa de Madrid (APM) albergó este martes, 29 de junio, el evento mitad online mitad presencial titulado "Vitamina D: Controversias y evidencias 2021". Como principal protagonista de la sesión intervino el doctor Francisco López Medrano, médico adjunto de enfermedades infecciosas del servicio de medicina interna del ...
La Asociación de la Prensa de Madrid (APM) albergó este martes, 29 de junio, el evento mitad online mitad presencial titulado "Vitamina D: Controversias y evidencias 2021". Como principal protagonista de la sesión intervino el doctor Francisco López Medrano, médico adjunto de enfermedades infecciosas del servicio de medicina interna del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid.
Dr Francisco López Medrano
El internista López Medrano encabezó su charla con el expresivo título de "Vitamina D: Cuidado con la letra pequeña" y sorprendió a la mayoría de asistentes al afirmar que la Vitamina D no es una, sino varias, y que es más hormona que vitamina. Dado que el organismo sí es capaz de sintetizarla gracias a los rayos solares. Detalle al que añadió que se agrupa bajo un mismo nombre a varias moléculas con algunas diferencias importantes.
En primer lugar se refirió al colecalciferol que se sintetiza en la piel a partir de la luz solar y que se obtiene también de la dieta. Aparte de una forma intermedia que se sintetiza en el hígado y que es el valor que dan las analíticas en sangre, calcidiol, calcifediol y 25 hidroxicalciferol que no es forma activa. Forma que correspone al calcitriol que se forma en el riñón y que se une a los receptores celulares para que pueda hacer su efecto.
Sobre la exposición solar precisó que se da en la zona del ecuador y que se reduce por encima del paralelo 35, por lo que resulta inhábil de noviembre a febrero y por eso el ser humano resulta dependiente de suplementación.
En España se prescribe y comercializa tanto el colecalciferol como la forma intermedia del calcidiol. Controversias agudizadas muchas veces por intereses comerciales. Se trata de dos compuestos distintos y no equipotentes, siendo el más aludido el primero de ellos en las guías internacionales, mientras que el segundo está dotado de una mayor solubilidad que permite una acción más directa y su detección en sangre.
Comentó en ese punto que hay documentos oficiales que también pueden inducir a error. Factor que ejemplificó con dos textos del Ministerio de Sanidad, uno del sistema de farmacovigilancia en 2013 y otro de la AEMPS en 2019, que advertían de manera inadecuada sobre el riesgo de intoxicación por Vitamina D, para confusión de pacientes, médicos y ciudadanos en general. Riesgo que sólo se ceñía a la forma intermedia, que es el calcidiol o calcifediol.
Junto a posibles errores de en la interpretación de las dosis, dado que la mayoría de los países pesan en nanogramos por mililitro, frente a los nanomoles por litro de la tradición científica británica, que suponen el doble.
Se refirió entonces a la diferencia entre el tratamiento de la hipovitaminosis y la suplementación. Con mención al estudio Vital que se publicó en 2019 en The New England Journal of Medicine, después de haber dado 2.000 unidades internacionales de colecalciferol a sujetos adultos. Con un seguimiento a cinco años para sondear posibles repercusiones de suplementos en cáncer y eventos cardiovasculares, sin diferencias finales respecto a placebo. En su letra pequeña, el estudio expuso niveles basales de 28 a 30, que son considerados normales y sin incluir una mayor suplementación. Al igual que ocurrió con otro estudio de 2020 sobre diabetes.
Según López Medrano estos estudios no pudieron ser concluyentes porque no partían de situaciones de hipovitaminosis. Hasta que The Washington Post puso las cosas en su sitio advirtiendo a médicos y profanos para que no tiren sus cajas de Vitamina D.
En relación con la solidez del hueso y el calcio, precisó que sólo supone un 20% del aprovechamiento orgánico de la Vitamina D.
Por otro lado, y respecto a la Vitamina D y Covid-19, refirió un estudio publicado en JAMA sobre colecalciferol y que no supuso mejoría o mejor pronóstico en casos de ingresos por neumonía.
El otro estudio, realizado en un hospital de Sevilla, sólo con 70 pacientes, apuntó a menor porcentaje de pacientes que pasaron a UCI o fallecieron. El trabajo, publicado en una revista de Endocrinología, y no en The Lancet, sugería tasas de reducción del 80% en ingresos a UCI, y del 60% de mortalidad. Cifras que habrían supuesto una extraordinaria noticia mundial, en absoluto confirmada hasta el momento.
Carmen Sánchez
La tesorera de la Asociación Española con la Osteoporosis y la Artrosis (AECOSAR), Carmen Sánchez, dio argumentos sobre el necesario aporte equilibrado de vitaminas al organismo. Con la advertencia de que los pacientes con osteoporosis no deben desdeñar su vitamina D. Por lo que pidió además que los especialistas esmeren la información a efectos de posología, interacción con otros fármacos de uso crónico y sobre posibles efectos adversos que pudieran surgir.
También pidió que se prescriba el calcio y la vitamina D por separado para que el paciente pueda conocer en cada momento la posología exacta de la hormona que toma.
Xavi Granda
El profesor de comunicación científica del máster ESAME de la UB, Xavi Granda, disertó sobre el tratamiento que ha recibido la Vitamina D en los medios de comunicación, especialmente en los últimos tiempos sacudidos por la pandemia de Covid-19. Para ello repasó los trabajos publicados sobre el uso de Vitamina D en el último año y medio. Dentro de una gran variación de utilidad estadística y posible valor científico.
Aprovechó Granda para animar a los periodistas neófitos a que no publiquen información sobre estudios realizados con modelos animales porque de ellos a la utilidad en humanos muchas veces la distancia es insalvable.
Emilio de Benito
El vicepresidente de ANIS, el periodista Emilio de Benito, que moderó el coloquio, supo del médico invitado para su interés particular que Hidroferol corresponde a la forma intermedia de la Vitamina D.