Muchos de los síntoma relacionados con el síndrome de fibromialgia (FMS) podrían estar causados ​​por anticuerpos que aumentan la actividad de los nervios sensibles al dolor en todo el cuerpo, según una nueva investigación del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia (IoPPN) del King´s College London, en colaboración con la Universidad de Liverpool y el Instituto Karolinska.

El estudio, publicado en el ´Journal of Clinical Investigation´, demuestra que el aumento de la sensibilidad al dolor, la debilidad muscular, la reducción del movimiento y del número de pequeñas fibras nerviosas en la piel que son típicas de la fibromialga, y consecuencia de los anticuerpos de que disponga el paciente. Todo ello, según los autores, hace sospechar que la fibromialgia podría estar más relacionada con el sistema inmunológico que con el cerebro como se ha creido hasta ahora.

Los investigadores inyectaron a ratones con anticuerpos de personas que sufren el síndrome y observaron que los roedores desarrollaron rápidamente una mayor sensibilidad a la presión y al frío, además de mostrar una fuerza de agarre de movimiento reducida. Por el contrario, los ratones a los que se les proporcionaron anticuerpos de personas sanas no se vieron afectados, lo que demuestra que los anticuerpos del paciente son un componente importante relacionado con la enfermedad.

Posibles tratamientos efectivos

Además, los roedores a los que se administró anticuerpos contra la fibromialgia se recuperaron después de unas pocas semanas, cuando los anticuerpos se habían eliminado de su sistema. Este hallazgo sugieren que los tratamientos que reducen los niveles de anticuerpos en los pacientes probablemente sean tratamientos efectivos. Se trata de terapias ya disponibles, que se utilizan para tratar otros trastornos causados ​​por autoanticuerpos.

Según estimaciones, al menos 1 de cada 40 personas se ven afectadas por fibromialgia en todo el mundo (80% de las cuales son mujeres) y se caracteriza comúnmente por dolor generalizado en todo el cuerpo, así como fatiga (a menudo denominada ´fibro niebla´) , además de angustia emocional. Se desarrolla con mayor frecuencia entre las edades de 25 y 55, aunque también se dan casos en pacientes infantiles.

Los investigadores consideran que el siguiente paso a dar será identificar qué factores se asocian a los anticuerpos que inducen los síntomas, lo que contribuirá a desarrollar estrategias de tratamiento novedosas para la fibromialgia además de pruebas diagnósticas a partir de analíticas de sangre todavía no disponibles.