Los fumadores tienen un 30% más de probabilidades de desarrollar demencia y un 40% más de probabilidades de desarrollar enfermedad de Alzheimer, según un análisis de 2015 de 37 estudios diferentes publicado en ...
Los fumadores tienen un 30% más de probabilidades de desarrollar demencia y un 40% más de probabilidades de desarrollar enfermedad de Alzheimer, según un análisis de 2015 de 37 estudios diferentes publicado en la revista ´Plos One´. Cuanto más fuma una persona, mayor es el riesgo, de hecho, por cada 20 cigarrillos por día, el análisis mostró que el riesgo de demencia aumenta un 34%, según datos manejados por la Asociación Americana del Corazon (AHA, por sus siglas en inglés).
"Dejar de fumar en cualquier momento ayuda, pero cuanto antes mejor", indicó Jennifer Deal, profesora asistente de epidemiología de la Escuela Bloomberg de Salud Pública en la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, EE.UU.. Deal ha dirigido el estudio que detectó que el mayor riesgo de demencia de los fumadores disminuía con el tiempo cuando dejaban de fumar, llegando a un punto después de nueve años en el que no era mayor que el de las personas que nunca habían fumado.
"Lamentablemente, las personas tienen menos probabilidades de dejar de fumar al ir avanzando de edad" indicó, por su parte, Adrienne Johnson, científica adjunta del Centro de Investigación e Intervención sobre el Tabaco de la Universidad de Wisconsin, EE.UU, cuya investigación se centra en encontrar las formas más eficaces de ayudar a los adultos mayores de 50 años a dejar de fumar.
Tabaco y trastornos del ánimo
Por otra parte, las tasas de tabaquismo entre personas con trastornos del estado de ánimo, ansiedad y déficit de atención/hiperactividad y otros trastornos de salud mental son de dos a cinco veces superiores a las de la población general, y las investigaciones sugieren que el tabaquismo puede incluso influir en la evolución de tales enfermedades.
"Las personas con enfermedades mentales, como depresión o trastorno bipolar, son más propensas a tener antojos al dejar de fumar", afirmó Johnson, "por lo que necesitan medicamentos para minimizar los antojos y asesoramiento para ayudarlos a sobrellevarlos".
"Sabemos que el tabaquismo perjudica a todos los órganos del cuerpo humano y el cerebro no es una excepción. De hecho, fumar aumenta el riesgo de sufrir un ataque cerebral, y, al respecto, las personas de raza negra tienen un mayor riesgo de sufrir un episodio de este tipo que las de raza blanca", señaló esta experta.
Diferentes estudios han demostrado que dejar de fumar puede ayudar a eliminar el riesgo elevado de padecer daños cerebrales. Este gesto forma parte de los cambios necesarios en el estilo de vida, denominados ´Life´s Simple 7´ que, de acuerdo con las investigaciones, mejoran la salud cardíaca y cerebral.