Hay médicos que se dedican al cáncer de mama, al cáncer digestivo o a los sarcomas, entre otras patologías oncológicas. "Los oncólogos pediatras hemos ido de alguna manera mimetizando este desarrollo y aquí hay médicos que se dedican a los trasplantes hematopoyéticos, a los tumores cerebrales, que es una de ...
Hay médicos que se dedican al cáncer de mama, al cáncer digestivo o a los sarcomas, entre otras patologías oncológicas. "Los oncólogos pediatras hemos ido de alguna manera mimetizando este desarrollo y aquí hay médicos que se dedican a los trasplantes hematopoyéticos, a los tumores cerebrales, que es una de las patologías más frecuentes, a las leucemias y a su aplicación más novedosa en los últimos años, que es la terapia CAR-T. Hay otros médicos que se dedican a otros tumores sólidos, otros a la adolescencia y otros a los largos supervivientes. Es decir, hemos ido abriendo las áreas asistenciales más relevantes y ha habido médicos que se han ido dedicando específicamente a estas áreas asistenciales", comenta Luis Madero, jefe del Servicio de Oncohematología Pediátrica y Trasplante Hematopoyético del Hospital Infantil Niño Jesús (Madrid) (Nº Colegiado: 282825632.
Añade que otra parte muy importante para ellos es el área de investigación. Sostiene que, dentro de la investigación pediátrica, tienen "un desarrollo más que aceptable, basado sobre todo en las terapias avanzadas". Disponen de una sala blanca y eso les ha permitido investigar fundamentalmente en el área de terapia celular.
En el Servicio, son más de 40 médicos de diferentes actividades. De plantilla, hay once médicos y hay casi el doble haciendo allí un fellowship, que consiste esencialmente en un período de capacitación o entrenamiento supervisado. "Si un oncólogo médico tiene una formación sólida y completa para dedicarse al cáncer de cuatro años, no se puede entender que los oncólogos pediatras sólo con un año durante la residencia posean una formación adecuada. Es completamente insuficiente", señala. Desde hace tiempo, en este Servicio llevan a cabo un desarrollo de la especialidad en oncología pediátrica para todos los médicos que son pediatras y que han efectuado ya un año de oncología durante su residencia, para completar tres años de oncología pediátrica.
Ésta "es una especialidad que se ha ido desarrollando desde los años 60. En nuestro país, desde el punto de vista de formación, está en un nivel aceptable", considera. Madero también dirige el Máster Universitario en Avances en Oncología y Hematología Pediátricas de UNIR, la Universidad en Internet. Muchos médicos, incluso de los grandes hospitales que más enfermos atienden, que son, además del Niño Jesús, el Vall d´Hebron y San Juan de Dios (Barcelona) y La Fe (Valencia), quieren ir a su Servicio para adquirir mejor formación.
Realizan unos 80 ensayos que cubren prácticamente todas las posibilidades pediátricas. La gran mayoría no son nacionales, sino internacionales, por lo que reclutar pacientes tiene cierta dificultad. Están dirigidos a patologías altamente infrecuentes, muy poco prevalentes. Varios de sus ensayos están relacionados con la inmunoterapia. Puntualiza que "hay que entender que los ensayos deben tener unas condiciones de inclusión". Estas condiciones de inclusión básicamente son que hayan tenido alguna problemática en su terapéutica. En los últimos años, "ha mejorado el sistema de reclutamiento y los médicos ofrecen a la familia la posibilidad de que sean tratados en ensayos, lo que es altamente positivo, igual que ocurre en oncología médica".
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