Las necesidades de agua aumentan durante el embarazo para contribuir al buen desarrollo fetal y a la salud materna. Dada la importancia de la hidratación en estas circunstancias, un estudio de la Universidad de Pennsylvania (EEUU) detectó cómo la desnhidratación durante el embarazo y con los resultados del parto puede ...
Las necesidades de agua aumentan durante el embarazo para contribuir al buen desarrollo fetal y a la salud materna. Dada la importancia de la hidratación en estas circunstancias, un estudio de la Universidad de Pennsylvania (EEUU) detectó cómo la desnhidratación durante el embarazo y con los resultados del parto puede tener un impacto negativo.
El trabajo, publicado en el European Journal of Nutrition, revela cómo a medida que las mujeres progresaban durante el embarazo, algunas se deshidrataban durante el segundo trimestre y la primera parte del tercer trimestre. "Hasta la fecha, hay muy pocos estudios que midan el estado de hidratación durante el embarazo, ya que generalmente se limitan a visitas de atención estandarizadas", según indicaron los responsables del mismo.
"Queríamos observar cómo varía el estado de hidratación durante el embarazo, por lo que analizamos 653 muestras de orina tomadas semanalmente de mujeres embarazadas en el estudio. Este análisis nos ayudó a comprender la variación en el estado de hidratación y nos permitió identificar intervenciones que mejoran el estado de hidratación", explicó una de las investigadoras, la prof. Rosinger.
"Nuestros resultados son significativos considerando el aumento de las necesidades de agua durante el embarazo y las investigaciones que sugieren que una gran proporción de mujeres embarazadas en diferentes partes del mundo no cumplen con las recomendaciones sobre la ingesta adecuada de agua", añadió esta experta.
Cantidades recomendadas
Las necesidades de ingesta de agua en una embarazada están en torno a 8-12 vasos al día como mínimo. El agua juega un papel importante en el desarrollo saludable del futuro bebé, como ayudar a formar la placenta, por donde el feto recibe los nutrientes durante el embarazo. El agua también se usa para formar el saco amniótico más adelante en su embarazo. Por tanto, es importante evitar la deshidratación durante el embarazo.
"Por lo general, tratamos el embarazo como una etapa con respecto a las necesidades de agua, pero todas las etapas son diferentes e incluyen diferentes experiencias y demandas fisiológicas. Se deben desarrollar recomendaciones por trimestre, además de insistirse en mantener la hidratación. Es tan importante como aumentar las necesidades dietéticas durante el embarazo", indicó Rosinger.
En el futuro, a los investigadores les gustaría ahondar sobre las principales barreras que impiden a mujeres con sobrepeso y obesidad mantener una hidratación adecuada durante el embarazo, y si las embaraz con peso normal tienen el mismo riesgo de deshidratación en el segundo y tercer trimestre.