A diaro, las personas están expuestas a una variedad de productos químicos sintéticos de los que se desconocen sus efectos sobre la salud humana. Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por el ...
A diaro, las personas están expuestas a una variedad de productos químicos sintéticos de los que se desconocen sus efectos sobre la salud humana. Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por el Silent Spring Institute de Massachusetts, una institución dedicada, principalmente, a estudiar e informar sobre la prevención del cáncer de mama, identifica cerca de 300 sustancias químicas comunes, incluidos pesticidas, ingredientes en productos de consumo, aditivos alimentarios y contaminantes del agua potable, entre otros, que podrían aumentar el riesgo de cáncer de mama al hacer que las células del tejido mamario segregen más progesterona y estrógenos.
"La conexión entre el estrógeno y la progesterona y el cáncer de mama está demostrada", recuerda la coautora Ruthann Rudel, toxicóloga y directora de investigación del Silent Spring Institute. "Por lo tanto, debemos ser extremadamente cautelosos con las sustancias químicas en los productos que aumentan los niveles de estas hormonas en el cuerpo".
Para identificar estos factores de riesgo químico, Rudel y la científica Bethsaida Cardona, analizaron datos sobre más de 2.000 sustancias químicas generadas por el programa ToxCast de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA). El objetivo de ToxCast es mejorar la capacidad de los científicos para predecir si una sustancia química será dañina o no. El programa utiliza tecnologías de detección química automatizadas para exponer las células vivas a sustancias químicas y luego examinar los diferentes cambios biológicos que se producen.
En el estudio, publicado en la revista ´Environmental Health Perspectives´, Rudel y Cardona identificaron 296 sustancias químicas que aumentaron el estradiol (una forma de estrógeno) o la progesterona en las células del laboratorio. Se encontró que 71 sustancias químicas aumentan los niveles de ambas hormonas. Los elementos químicos se detectaron, por ejemplo en productos para el cuidado personal, materiales de construcción y muebles, y pesticidas.
Recomendaciones
Los investigadores incluyen en su trabajo una serie de recomendaciones para mejorar las pruebas de seguridad química y que ayuden a identificar posibles carcinógenos mamarios en productos de consumo. Asimismo, instan a encontrar formas de reducir la exposición de las personas, particularmente durante los períodos críticos de desarrollo, como durante la pubertad o el embarazo. cuando la mama sufre cambios importantes.
Los investigadores de Silent Spring esperan que este estudio sirva para que los reguladores y fabricantes modifiquen la forma en que prueban los productos químicos para determinar su seguridad. Y es que, según los autores, en las pruebas de seguridad actuales en animales no se suelen tener en cuenta los cambios de los niveles hormonales en las glándulas mamarias del animal en respuesta a una exposición química. Y, aunque se han utilizado pruebas de alto rendimiento en células para identificar sustancias químicas que activan el receptor de estrógeno, imitando al estrógeno, las pruebas no se han utilizado para identificar sustancias químicas que aumentan la síntesis de estrógeno o progesterona.