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Expertos internacionales hacen un llamamiento ante la epidemia de hígado graso y esteatohepatitis no alcohólicos

Especialistas de todo el mundo piden un plan de acción multidisciplinario para mejorar la atención de la creciente población de pacientes con estas patologías.

27/07/2021

La Asociación de Gastroenterología Americana (AGA) en colaboración con siete asociaciones mèdicas más, celebraron, recientemente, una conferencia internacional con la participación de 32 expertos en gastroenterología, hepatología, endocrinología y médicos de atención primaria de Estados Unidos, Europa, Asia y Australia. La finalidad ha sido de diseñar un plan de acción ...

La Asociación de Gastroenterología Americana (AGA) en colaboración con siete asociaciones mèdicas más, celebraron, recientemente, una conferencia internacional con la participación de 32 expertos en gastroenterología, hepatología, endocrinología y médicos de atención primaria de Estados Unidos, Europa, Asia y Australia. La finalidad ha sido de diseñar un plan de acción multidisciplinario para mejorar la atención de la creciente población de pacientes con hígado graso no alcohólico y esteatohepatitis no alcohólica a los que son propensos los pacientes con obesidad y/o diabetes tipo 2.

Los participantes revisaron y discutieron la literatura publicada sobre la situación global, la detección, estratificación de riesgo, diagnóstico y manejo de pacientes. Las recomendaciones extraidas de este encuentro se han publicado conjuntamente en las revistas ´Gastroenterology´, ´Diabetes Care´, ´Metabolism´: ´Clinical and Experimental y Obesity´:y ´The Journal of the Obesity Society´, de entre las cuales cabe destacar algunos aspectos.

La atención óptima de los pacientes con estas patologías requieren la colaboración entre los especialistas de atención primaria, endocrinólogos, diabetólogos, especialistas en medicina de la obesidad, gastroenterólogos y hepatólogos, para abordar tanto las manifestaciones hepáticas de la enfermedad como el síndrome metabólico y riesgo cardiovascular comórbidos, así como el cribado y tratar otras condiciones comórbidas.

Los pacientes con obesidad o diabetes tipo 2 tienen un mayor riesgo de desarrollar estas patologías, teniendo en cuenta que la diabetes es un factor de riesgo importante de cara a una mayor gravedad de la enfermedad y progresión a cirrosis (daño permanente al hígado).

Los médicos de atención primaria son fundamentales para manejar esta creciente epidemia. Deben ser la primera línea para el cribado de pacientes en riesgo, estratificar a los pacientes en función de su riesgo de fibrosis avanzada y proporcionar un tratamiento y remisiones eficaces.

El principio rector para la estratificación del riesgo es descartar la fibrosis avanzada mediante puntuaciones de fibrosis simples y no invasivas. Los pacientes con riesgo intermedio o alto pueden requerir una evaluación adicional con una prueba de segunda línea: elastografía o una prueba de marcadores séricos con medidas directas de fibrogénesis.

Asimismo, y dado que el hígado graso no alcohólico no es una enfermedad aislada, sino un componente de las anomalías cardiometabólicas típicamente asociadas con la obesidad, la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2, la piedra angular del tratamiento radica en las terapias basadas en el estilo de vida y en la sustitución de los medicamentos obesogénicos para disminuir el peso corporal y mejorar la salud cardiometabólica.

Los pacientes con diabetes que también tienen esteatohepatitis no alcohólica pueden beneficiarse de ciertos medicamentos antidiabéticos que tratan no solo su diabetes, sino que también revierten la esteatohepatitis y mejoran la salud cardiometabólica.

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