Especifican que en menores de 35 años, incluidos niños y adolescentes. Cuando se produce muerte súbita y se analizan mediante necropsia todas las alteraciones posibles, se encuentra en un 90% una malformación congénita en el corazón, en el 7% una miocardiopatía, en un 2% arritmias y en un 1% otras ...
Especifican que en menores de 35 años, incluidos niños y adolescentes. Cuando se produce muerte súbita y se analizan mediante necropsia todas las alteraciones posibles, se encuentra en un 90% una malformación congénita en el corazón, en el 7% una miocardiopatía, en un 2% arritmias y en un 1% otras causas, como fármacos.
Y en mayores de 35 años, al analizar las causas, se encuentran en el 90% de los casos, lesiones en las arterias coronarias causantes de cardiopatía isquémica; en un 7%, miocardiopatía; en un 2%, estenosis aórtica severa; en un 0,5%, alteraciones electricas y en un 0,5% drogas o fármacos.
Un reciente estudio publicado en Revista Española de Cardiología (REC), principal cabecera de REC Publications, la familia de publicaciones científicas de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), concluye que la muerte súbita asociada al deporte ocurre en un 96% de los casos en deportistas recreativos. La causa más frecuente de esas muertes (un 63%) es la cardiopatía isquémica; es decir, infartos de miocardio o anginas de pecho.
Afecta de forma notablemente más alta a hombres que a mujeres y, en concreto, tienen más riesgo de sufrirla aquellos que practican fútbol menores de 35 años, y ciclismo y carrera a pie a partir de los 39 años.
Durante un periodo de ocho años, la investigación recogió un total de 288 casos de muerte súbita asociada al deporte, lo que supone una incidencia de 0,38 casos por cada 100.000 habitantes al año. Según estos datos, las proyecciones apuntan que el número anual de casos de muerte súbita asociada a la práctica deportiva sería de unos 167 casos.
En Clínica Universidad de Navarra, observan que en los niños y adolescentes existen básicamente alteraciones con las que han nacido y que, si son importantes, se descubren en la lactancia o en años posteriores.
Otras alteraciones son a veces difíciles de descubrir con las exploraciones convencionales y se darán a conocer cuando se someta al corazón a un ejercicio intenso.
Los deportistas que se acercan a la competición desde jóvenes, deben ser sometidos a una exploración cardiológica lo más completa posible según cada caso.
En los mayores de 35 años, la causa suele ser la aparición de lesiones en las arterias coronarias, presentes ya, a veces, durante la adolescencia (14-16 años).
Se ha observado en adolescentes que fallecen en accidentes de coche o traumatismos de otro tipo y, al realizarles la necropsia, se hallan lesiones en las arterias coronarias en sus primeras fases a pesar de la edad tan temprana.
Estas lesiones suelen estar causadas por el tabaco, el colesterol, la hipertensión arterial, diabetes, etc. Por ello recomendamos una valoración cardiológica en un individuo que se vaya a dedicar al deporte de manera aislada o frecuente, de manera amateur o profesional o bien como hobby.
Si el deporte al que se va a dedicar el individuo es más profesional, esta exploración debe ser más profunda, con una buena historia clínica, analítica, electrocardiograma, radiografía de tórax, prueba de esfuerzo y ecocardiograma.
El grupo de mayor riesgo son los varones de 35 años o más que se inician un buen día a la práctica del deporte, estimulados por todos los mensajes oídos y escritos de que el deporte es salud, con la ilusión de perder algunos kilos de más o de estar en forma, partiendo de cero.