Investigadores de diversos centros británicos han utilizado la bacteria Neisseria lactamica (Nlac) como vacuna viva para prevenir infecciones por patógenos mucosales. Modificada genéticamente para expresar la adhesina A (AdhA) de Neisseria meningitidis, Nlac-AdhA coloniza la faringe e induce una respuesta inmunitaria frente a AdhA en adultos sanos. Esta respuesta se ...
Investigadores de diversos centros británicos han utilizado la bacteria Neisseria lactamica (Nlac) como vacuna viva para prevenir infecciones por patógenos mucosales. Modificada genéticamente para expresar la adhesina A (AdhA) de Neisseria meningitidis, Nlac-AdhA coloniza la faringe e induce una respuesta inmunitaria frente a AdhA en adultos sanos. Esta respuesta se caracteriza por la producción de anticuerpos específicos y por la generación de linfocitos B de memoria. Jay Laver, investigador en el Instituto de Ciencias de la Vida de la Universidad de Southampton y director del estudio, afirma que la nasofaringe humana contiene un ecosistema microbiano estable compuesto tanto por bacterias comensales como por potenciales patógenos capaces de inducir respuestas inmunitarias.
Nlac-AdhA presenta la capacidad de colonizar de manera segura y estable esta mucosa, lo que la convierte en vehículo ideal para la producción y liberación continuada de antígenos. Los voluntarios del estudio fueron portadores asintomáticos de Nlac-AdhA durante al menos 28 días, aunque en la mayoría (86%) la bacteria persistió durante 90. La producción de anticuerpos específicos de las clases IgA e IgG fue demostrable a los 14 días de la colonización. Los linfocitos B de memoria asociados a la inmunización fueron detectables en sangre periférica durante al menos 90 días, período en el que el suero mostró actividad bactericida frente a meningococos AdhA+. Laver enfatiza la seguridad de este método de inmunización indicando que no hubo transmisión de Nlac-AdhA entre los participantes del estudio y adultos con los que compartieron habitación durante 90 días.