La Universidad de Waterloo, en Canadá, ha llevado a cabo un nuevo estudio para atacar y destruir tumores cancerosos a partir de ultrasonido enfocado de alta intensidad. Si bien en la clínica se ha utilizado el ultrasonido de baja intensidad como una herramienta de imágenes médicas desde la década de 1950, ...
La Universidad de Waterloo, en Canadá, ha llevado a cabo un nuevo estudio para atacar y destruir tumores cancerosos a partir de ultrasonido enfocado de alta intensidad.
Si bien en la clínica se ha utilizado el ultrasonido de baja intensidad como una herramienta de imágenes médicas desde la década de 1950, los expertos de dicha universidad canadiense están utilizando el ultrasonido enfocado de alta intensidad (HIFU por sus siglas en inglés) a nivel celular.
El estudio, publicado en ´Bulletin of Mathematical Biology´, descubrió, mediante la ejecución de modelos matemáticos en simulaciones por ordenador, que los problemas fundamentales de la tecnología pueden resolverse sin ningún riesgo para pacientes oncológicos. Así, dirigido por Siv Sivaloganathan, matemático aplicado e investigador del Centro de Medicina Matemática del Instituto Fields, junto con su equipo han diseñado modelos matemáticos inspirados en los que utilizan los ingenieros y los médicos para poner en práctica esta técnica de ultrasonido.
"Mi opción es utilizar las matemáticas y las simulaciones por ordenador para desarrollar un modelo sólido que otros puedan tomar y utilizar en laboratorios o entornos clínicos. Y aunque los modelos no son tan complejos como los órganos y tejidos humanos, las simulaciones suponen una gran ventaja para los ensayos clínicos", señaló dicho investigador.
Sivaloganathan considera que la HIFU introducirá cambios significativos en los tratamientos del cáncer y otros procedimientos y tratamientos médicos. De hecho ya tiene aplicación práctica en el tratamiento de algunos cánceres de próstata.
"Es un área que creo que va a ocupar el centro de la medicina clínica --adelanta--. No tiene los efectos secundarios negativos de la radioterapia o la quimioterapia. No tiene más efectos secundarios que el efecto del calor, en el que estamos trabajando ahora. También tiene aplicaciones como nueva forma de romper coágulos de sangre e incluso de administrar medicamentos", concluyó.