Los resultados de un estudio realizado en el Centro de Dispositivos y Salud Radiológica de los EE.UU. indican que todos los modelos de iPhone 12 y 6 modelos del reloj inteligente Apple Watch generan campos magnéticos estáticos de intensidad superior a 1 miliTesla (mT). Estos dispositivos podrían, por tanto, interferir ...
Los resultados de un estudio realizado en el Centro de Dispositivos y Salud Radiológica de los EE.UU. indican que todos los modelos de iPhone 12 y 6 modelos del reloj inteligente Apple Watch generan campos magnéticos estáticos de intensidad superior a 1 miliTesla (mT). Estos dispositivos podrían, por tanto, interferir con el funcionamiento de algunos cardioversores/desfibriladores implantables (CDIs). Seth Seidman, director del estudio, afirma que la base de esta interacción reside en que los CDIs han sido diseñados con un modo de operación magnético, activable cuando el paciente está siendo sujeto a un procedimiento médico en el que la interferencia electromagnética es posible, o en el que se requiera la suspensión de detección de taquicardia.
Este modo de operación magnético, prosigue Seidman, puede ser accidentalmente activado por un campo de intensidad superior a 1 mT, como se demuestra en la interacción entre un CDI de Medtronic y el iPhone 12. Los hallazgos apoyan las recomendaciones de la FDA, según las cuales la separación mínima entre ambos tipos de dispositivos debe ser de al menos 15.3 cm. En el pasado las fuentes magnéticas con potencial de interferencia eran fácilmente identificables, ya que se trataba principalmente de los altavoces de los equipos musicales estéreo y los motores de dispositivos sin cable. Sin embargo, la proliferación de pequeños imanes de neodimio y otras tierras raras, que son utilizados en auriculares, cerrojos electrónicos y otras tecnologías emergentes, dificulta su percepción como elementos de riesgo.