El Centro Internacional de Neurociencias Cajal (CINC-CSIC) surge como una apuesta estratégica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para avanzar en el conocimiento del cerebro y sus enfermedades. Ubicado en un edificio de 28.000 m² en el campus de la Universidad de Alcalá de Henares, en Madrid, está concebido como un espacio de investigación multidisciplinar de alto nivel y competitividad internacional.

Su actividad investigadora abarcará los aspectos fundamentales para la comprensión del cerebro, alineada con el Libro Blanco Brain, Mind & Behaviour. "Nuestro objetivo es avanzar cuanto antes en el conocimiento de los mecanismos que intervienen en la degeneración neuronal y en el desarrollo de tecnologías que faciliten la recuperación, robótica asistencial, o en determinar qué comportamientos y hábitos hay que promocionar con el objetivo de progresar en el manejo de este tipo de patologías", explica a `IM Médico´ el prof. Juan Lerma, neurocientífico y director del Centro Internacional de Neurociencias Cajal, para quien "es necesario acumular conocimiento para poder abordar los problemas cuando se presentan. Esto trasladado al área de la neurociencia quiere decir que, acumulando conocimiento en torno al cerebro y sus mecanismos fundamentales, podremos hacer frente al futuro con el desarrollo de nuevas terapias para las patologías cerebrales, tanto neurodegenerativas como psiquiátricas, además de prevenir enfermedades provenientes de desarreglos cerebrales".

Y es que en las próximas décadas se espera un gran avance tanto en neurología como en psiquiatría, dado el incremento de las patologías cerebrales, que, además son, con diferencia, el grupo de enfermedades más costosas desde el punto de vista emocional, económico y social.

Precisamente, el CNIC arranca motores bajo la visión de que los nuevos conceptos que surjan del conocimiento profundo del sistema nervioso permitirán la generación de herramientas innovadoras para el diagnóstico precoz y el tratamiento de las enfermedades neurológicas y mentales más devastadoras, como el Alzheimer, el Parkinson, la demencia, las conductas adictivas, la esquizofrenia, el autismo o la depresión.

La pandemia ha retrasado la puesta en marcha del centro que, finalmente, fue anunciada a principios de septiembre, por la presidenta del CSIC, Rosa Menéndez, durante un acto inaugural. Así, se espera que est. a pleno funcionamiento a mitad de 2022, según su director, aunque ya ha empezado a trabajar a través de una plataforma temática de investigación ampliada. Esta primera línea abierta gira en torno a neuroenvejecimiento, englobado en sus principales áreas de trabajo que abarcan el desarrollo y maduración del cerebro, su fisiología y plasticidad, el envejecimiento cerebral, la neurociencia computacional y de sistemas, y la neurociencia traslacional.

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