Los niveles en ayunas de la grelina, conocida como "hormona del hambre", repuntan después de la pérdida de peso y pueden ayudar a reducir la grasa del vientre y mejorar la sensibilidad del cuerpo a la insulina, según un estudio publicado en el ´Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism´, de ...
Los niveles en ayunas de la grelina, conocida como "hormona del hambre", repuntan después de la pérdida de peso y pueden ayudar a reducir la grasa del vientre y mejorar la sensibilidad del cuerpo a la insulina, según un estudio publicado en el ´Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism´, de la Sociedad Endocrina norteamericana.
La grelina es una hormona derivada del estómago que estimula el apetito. Los niveles de grelina aumentan durante el ayuno nocturno cuando la persona duerme y descienden después de una comida.
El estudio del ensayo clínico realizado a lo largo de 18 meses descubrió que la dieta induce la elevación de los niveles de grelina en ayunas y que la elevación de la grelina en ayunas se asocia con la pérdida de grasa visceral abdominal y la mejora de la sensibilidad a la insulina.
Esto sugiere que los individuos que tienen niveles más altos de grelina en ayunas tras la pérdida de peso se enfrentan a un menor riesgo de desarrollar diabetes u otras enfermedades metabólicas.
Los individuos que siguieron la dieta verde-mediterránea, que incluía una verdura de hoja verde llamada Mankai y té verde y omitía la carne roja, presentaron una elevación dos veces mayor de los niveles de grelina en ayunas en comparación con los participantes que siguieron una dieta mediterránea más tradicional o una dieta sana y equilibrada, lo que sugiere que este enfoque puede tener beneficios cardiometabólicos adicionales.
"Los resultados sugieren que los niveles de grelina en ayunas pueden ser un valioso indicador de la salud cardiometabólica tras la pérdida de peso", afirma la autora principal del estudio, Iris Shai, de la Universidad Ben-Gurion del Negev, en Israel, y de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, en Estados Unidos.
Shai y sus colegas propusieron recientemente la dieta Green-MED como una versión mejorada de la dieta saludable MED en el ensayo DIRECT PLUS. Este estudio de ensayo clínico examinó los niveles de grelina en ayunas en 294 participantes durante 18 meses.
Durante el ensayo clínico, los participantes con obesidad abdominal o dislipidemia -una afección con colesterol o grasas anormalmente elevados en la sangre- fueron asignados al azar a una de las tres dietas: seguir las pautas de la dieta saludable, la dieta mediterránea o una versión verde de la dieta mediterránea basada en proteínas vegetales y sin carne roja.
Todos los participantes, que fueron seleccionados en un lugar de trabajo aislado, recibieron almuerzos controlados, se les instruyó para que hicieran ejercicio y se les proporcionó una membresía en un gimnasio.
Los individuos que siguieron la dieta mediterránea verde, que incluía el consumo diario de té verde y de una verdura de hoja verde llamada Mankai, tenían unos niveles de grelina en ayunas dos veces más altos que los que siguieron una dieta mediterránea tradicional, a pesar de una restricción calórica y una pérdida de peso similares.
"La elevación de los niveles de grelina en ayunas podría ayudar a explicar por qué la dieta mediterránea verde optimizó el microbioma, redujo la grasa del hígado y mejoró la salud cardiometabólica más que las otras dietas en nuestro estudio", señala Shai.
"Los resultados de nuestro estudio sugieren que la grelina en ayunas es un factor hormonal esencial en la recuperación de la sensibilidad a la insulina asociada a la dieta y la regresión de la adiposidad visceral, o la reducción de la grasa del vientre", añade el primer autor del trabajo, Gal Tsaban, investigador y cardiólogo de la Universidad Ben-Gurion del Negev y del Centro Médico de la Universidad Soroka, ambos en Israel.
Apunta que "la respuesta diferencial y específica de la dieta en la elevación de los niveles de grelina en ayunas podría sugerir otro mecanismo en el que regímenes dietéticos distintos, como la dieta verde-mediterránea, reducen el riesgo cardiometabólico".