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"Las pacientes están infraestudiadas, infradiagnosticadas, e infratratadas en cardiología"

Existen todavía grandes disparidades de género entre hombres y mujeres en la atención cardiovascular, como han puesto de manifiesto en una sesión del Congreso SEC

03/11/2021

A pesar de todo lo avanzado, existen todavía grandes disparidades de género entre hombres y mujeres en cardiología. Así lo han manifestado durante la sesión `Nadie dejado atrás: cómo mejorar la atención cardiovascular ...

A pesar de todo lo avanzado, existen todavía grandes disparidades de género entre hombres y mujeres en cardiología. Así lo han manifestado durante la sesión `Nadie dejado atrás: cómo mejorar la atención cardiovascular en la mujer´, celebrado en el marco del Congreso SEC21 de la Salud Cardiovascular.

Una de esas brechas se produce en la atención de la mujer con shock cardiogénico, la principal causa de muerte en el contexto de infarto. Expone Antonia Sambola Ayala, adjunta de la Unidad de Cuidados Agudos Cardiológicas del Hospital Vall d´Hebron, que "existen disparidades de sexo en el manejo de los resultados de los pacientes con esta entidad: ocurre más frecuentemente en las mujeres, además de no recibir el tratamiento adecuado. Con lo cual, también persisten con peores resultados".

Para mejorar estas disparidades, la especialista sugiere que "cuando el tratamiento se realiza siguiendo las guías, el beneficio que obtenemos es igual para hombres y mujeres". Así pues, ante tales diferencias, "debemos, en primer lugar, realizar campañas poblacionales para indicarles a las mujeres que deben aprender a identificar los síntomas cuando tienen dolor torácico". Y de una forma específica, "un dolor torácico que puede hacer sospechar de un infarto, se va a localizar en el epigastrio, en el precordio, y con más frecuencia, en el brazo izquierdo, igual que los hombres. Puede haber síntomas adicionales, pero son mucho más infrecuentes".

Por tanto, subraya, "es muy importante seguir las guías, utilizar los sistemas de atención al infarto y al shock, transferir a los pacientes a centros especializados en el tratamiento del shock cardiogénico, administrar los tratamientos de acuerdo con las guías, transferir a los laboratorios de hemodinámica para rebascularizar lo más rápido posible a estos pacientes, así como utilizar el abordaje radial como primera opción". Además, siempre que sea posible, "admitir a los pacientes en unidades de cuidados intensivos cardiológicos".

También existen diferencias de género en el manejo de los pacientes con IAMSEST, como apunta Pilar Jiménez Quevedo, especialista en cardiología Hospital Clínico San Carlos. "Se ha detectado un incremento de la mortalidad de las mujeres con síndrome coronario agudo. Esto es algo que tenemos que abordar y eliminar", apunta.

En este sentido, añade Jímenez, "sabemos que los síndromes coronarios agudos en general han disminuido tanto en los hombres como en las mujeres de edad avanzada (mayores de 65 años). No ocurre lo mismo con la tasa de hospitalizaciones por síndrome coronario agudo en las mujeres jóvenes, aunque sí en los hombres de la misma edad". Lo más preocupante, remarca, "es el aumento de mortalidad en estas mujeres, mientras que en los hombres jóvenes la mortalidad ha descendido".

Este grupo de mujeres tiene más comorbilidades, una tasa de hospitalización más baja, unas duraciones de hospitalización más alta, y mayor mortalidad hospitalaria.

Por ejemplo, "un registro chino de 82.000 pacientes muestra que las mujeres con síndrome coronario agudo que ingresan en los hospitales son mayores que los hombres y tienen más comorbilidades". A su juicio, "lo increíble es cómo reciben con menos probabilidad un tratamiento tan básico como la doble de agregación o la heparina, y por supuesto, las terapias de repercusión en el infarto agudo con elevación de LST". Pero además, señala la doctora, "tienen menos posibilidades de recibir tratamientos como hipolipemiantes, como la recomendación de cesar de fumar, o de remitirlas a las unidades de rehabilitación". "Todo esto, evidentemente, conlleva un aumento de la mortalidad de las mujeres frente a las mujeres", añade.

Asimismo, deja claro que "no hay diferencias con la población europea, pues también hay un registro francés con los mismos resultados".

Y en otro estudio publicado por la doctora Sambola en la revista de la SEC, resalta, "el manejo conservador es diferente". "En el caso de los hombres, se daba en el 45% de los casos en 2005, y disminuyó hasta el 25% en 2015. Sin embargo, en las mujeres, casi el 70% se manejaban de forma conservadora y hemos bajado al 45%, es decir, la mitad. Estos datos son increíbles", reflexiona.

Bajo su punto de vista, "el principal problema es que hay un GAP en el conocimiento. Estamos infrarrepresentadas en los estudios clínicos, en la ciencia básica, en la pre-clínica y en las células. Básicamente porque se piensa que incluir más porcentaje de animales o células femeninas puede aumentar la variabilidad, y esto aumenta los costes, porque crece el tamaño muestral. Esto conlleva a que haya un gran desconocimiento de la enfermedad cardiovascular en el 50% de la población mundial".

De manera que, concluye, "es imperativo hacer un esfuerzo por disminuir la mortalidad de las mujeres jóvenes con síndrome coronario agudo. Es intolerable que haya diferencias en el tratamiento de las mujeres de esta patología con respecto a los hombres. Por lo tanto, es totalmente necesario incrementar la investigación específica, tanto clínica como básica, en las mujeres".

En cuanto al seguimiento Gabriela Guzmán Martínez, facultativa especialista de área de cardiología del Hospital Universitario La Paz, argumenta cómo puede la telemedicina mejorar la atención a la mujer.

"Los factores de sexo y género contribuyen a que los factores de riesgo que afectan a las mujeres tengan tres capítulos diferentes. Por un lado, los que afectan por igual, como la hipertensión, la dislipemia, la diabetes… Eso sí, algunos de ellos inciden de forma más agresiva a las mujeres. Por otro lado, hay factores de riesgo específicos del sexo femenino, como la menopausia precoz o la diabetes gestacional. Sin duda estos deberían constar en las historias clínicas. Y en tercer lugar, existe un grupo más relacionado con la esfera de género. Por ejemplo, el riesgo psicosocial, la ansiedad, la depresión, la violencia de género, la baja clase económica…", introduce.

Así las cosas, "debemos tener todo esto en mente cuando tenemos a una mujer en los distintos estadios de su vida, desde la infancia a la tercera edad, pasando por la edad fértil y la menopausia a la hora de atender a nuestras pacientes".

"Al final, las pacientes estamos infraestudiadas, infradiagnosticadas, e infratratadas. Dentro de la cardiología, en todos los ámbitos. Para poder llegar a una equidad en el tratamiento es muy importante hacer hincapié en la investigación médica, en la educación de los pacientes y de los profesionales, así como en la práctica clínica", subraya la experta.

Respecto a cómo puede ayudar la telemedicina, comenta que ha cobrado bastante auge con la pandemia, pero ya era una tecnología conocida para ayudar en el diagnóstico, seguimiento y tratamiento de los pacientes. En cardiología, "la telemedicina la podemos dividir en la parte pre-hospitalaria, donde es posible mejorar la atención a la mujer en el síndrome coronario agudo". "Si tiene dolor torácico, hay que hacer un electro en menos de 10 minutos. En este sentido, ahora hay muchos sistemas para poder enviar inmediatamente ese electro para que un cardiólogo lo valore. Además de la teleconsulta y otros canales, como teléfono, chat, mail, video…", explica.

E intrahospitalariamente, aunque admite que "no podemos aportar tanto", sí que puede ser muy útil en la fase posterior al ingreso hospitalario, mediante "programas de rehabilitación cardiaca de telemedicina, que hacen que esas mujeres que no tienen tiempo para cuidarse, puedan encontrar su momento para hacerla".

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