El doctor Juan José González Soler, vicepresidente de la Sociedade Galega de Medicina Interna (SOGAMI) pone el foco en la prevención de la EPOC. El experto recuerda que la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) "es una enfermedad prevenible y tratable, con repercusión en otros órganos además del pulmón, de evolución ...
El doctor Juan José González Soler, vicepresidente de la Sociedade Galega de Medicina Interna (SOGAMI) pone el foco en la prevención de la EPOC. El experto recuerda que la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) "es una enfermedad prevenible y tratable, con repercusión en otros órganos además del pulmón, de evolución progresiva, que se caracteriza por la presencia de obstrucción crónica al flujo aéreo que se traduce en dificultad respiratoria asociando tos y expectoración".
Diagnóstico
"La principal causa para padecer esta enfermedad es el consumo de tabaco. Un 95% de los pacientes con EPOC son o han sido fumadores y aproximadamente uno de cada cuatro fumadores desarrollarán una EPOC".
Los síntomas que provoca la enfermedad, sobre todo al principio, son la tos persistente y expectoración, que suele ser más importante por las mañanas. Los pacientes lo suelen atribuir al tabaco, habituándose a esos síntomas y por tanto no suelen consultar a su médico por ese motivo. El síntoma principal por el que estos pacientes recurren a los servicios sanitarios es porque tienen sensación de falta de aire.
Diagnosticarlo de forma precoz es fundamental para empezar a tratar al paciente con EPOC, un inicio de tratamiento temprano ayuda a mejorar su calidad y años de vida. El diagnóstico de EPOC es relativamente sencillo pues se basa en una serie de criterios clínicos apoyado en una prueba simple y poco costosa como es la espirometría. Sin embargo, se estima que cerca de 1.600.000 personas no reciben tratamiento porque no tienen un diagnóstico", explica el doctor.
Tabaco, factor de riesgo
"El principal factor de riesgo es la exposición y/o inhalación del humo del tabaco, incluida la exposición pasiva (80-90% de los pacientes con EPOC son fumadores)", recuerda el médico internista.
Otros factores con menor incidencia son: genéticos, exposición laboral, contaminación ambiental, sexo (algunos estudios sugieren que las mujeres son más susceptibles a los efectos del tabaco que los hombres). En países en desarrollo la exposición continuada a productos de combustión de biomasa en ambientes cerrados (excrementos de animales domésticos, estufas y cocinas de leña)
Tratamiento
"El paso más esencial en cualquier plan de tratamiento para la EPOC es dejar de fumar. Dejar de fumar puede evitar que la EPOC progrese reduciendo tu capacidad respiratoria. El cese del tabaquismo ha demostrado científicamente reducir la mortalidad por EPOC y mejorar la calidad de vida de estos pacientes. Muchas personas con EPOC tienen formas leves de la enfermedad para las que se necesita poca terapéutica aparte de dejar de fumar. Incluso en las etapas más avanzadas de la enfermedad, existe fármacos eficaces que puede controlar los síntomas, retrasar la progresión, reducir el riesgo de complicaciones y exacerbaciones, y mejorar la capacidad de llevar una vida activa. Una parte del tratamiento que ha cobrado una importancia fundamental en los últimos tiempos han sido los programas de ejercicio físico y rehabilitación pulmonar para los pacientes EPOC. Es fundamental planificar actividad física complementada con ejercicios de fuerza, pues mejora considerablemente la calidad de vida de estos pacientes", expone el doctor González Soler.
Con respecto al papel de los internistas en el diagnóstico y tratamiento de la EPOC, el doctor señala que "como enfermedad sistémica y crónica acaba por relacionarse íntimamente con otras muchas enfermedades crónicas como la diabetes, la insuficiencia cardiaca, fibrilación auricular, anemias o enfermedades renales entre otras. El internista con su visión integradora es el medico más capacitado por formación y competencia para realizar un abordaje integral del tratamiento de estos pacientes, siempre con un espíritu de colaboración con otros especialistas como neumólogos, cardiólogos, rehabilitadores, etc… que pueden aportar valor en el manejo de esta patología evitando la fragmentación en el tratamiento de estos pacientes.