"Pulmón Sano, Futuro Sano: Dando aire a la EPOC" es el lema elegido para celebrar este año el Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), en acto con médicos de hospitales y Atención Primaria (AP), con patrocinio de la compañía GSK. La celebración de este día, como tercer miércoles ...
"Pulmón Sano, Futuro Sano: Dando aire a la EPOC" es el lema elegido para celebrar este año el Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), en acto con médicos de hospitales y Atención Primaria (AP), con patrocinio de la compañía GSK.
La celebración de este día, como tercer miércoles de noviembre, se articuló en dos partes, una dedicada a confrontar la EPOC con la salud respiratoria de una porción importante de la población y, otra, relativa a la conmoción que ha supuesto la pandemia de la Covid-19, también enfermedad respiratoria, para el sistema sanitario y la situación anímica y corporal de los pacientes.
Dr Julio Ancochea
El Julio Ancochea, jefe del servicio de Neumología del Hospital Universitario La Princesa de Madrid, recordó que la EPOC es la enfermedad respiratoria crónica ligada al tabaco, principalmente, y a otros factores posibles. Patología que se inicia con una disnea que gana severidad con el tiempo y se hace acompañar de tos. Con la paradoja que supone que ni 3 de cada 4 españoles saben lo que es, ni que 3 de cada 4 personas que la padezcan lo sepan, dado su infradiagnóstico del 75%. Hasta una cantidad de 3 millones de personas afectadas, en cifra prudente.
Añadió Ancochea a esta alta prevalencia que se trata de una enfermedad tan prevenible como tratable. Por lo que vio imprescindible actuar antes de que se produzca el diagnóstico, además de dar más vida a los pacientes que ya la padecen. En ese afán situó la cátedra "Respira Vida" patrocinada también por GSK en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).
Dentro de los objetivos clínicos frente a la EPOC habló de cambiar el curso natural de la enfermedad, con mención a conceptos como el flujo aéreo tras infecciones respiratorias de Fletcher y Peto, la displasia broncopulmonar o las pruebas de Alfa 1-antitripsina, que deben pedirse desde AP, para conocer el grado de inflamación.
Ancochea también comunicó, por su interés, que el 30% de las personas con EPOC no fueron fumadores nunca, con lo que la prevención debe ir más allá del tabaco.
Dr Germán Peces Barba
El doctor Germán Peces Barba, jefe asociado de Neumología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz-Grupo Quirónsalud (HUFJD) de Madrid, fijó la prevalencia de la EPOC en España en el 12% de la población, con mayor predominio de varores mayores de 40 años, aunque con proporción creciente de mujeres.
A ambos sexos, en cualquier caso, recomendó consultar en AP y con los neumólogos cualquier síntoma respiratorio inusual por encima de los 35 años de edad, con el recurso siempre imprescindible de las espirometrías. Aunque esta actividad cayó drásticamente desde que empezó la Covid-19.
En otro aspecto relacionado, se refirió a estudios de cohorte sobre partos prematuros que conducen a síntomatologías similares a la de la EPOC.
Dr Jesús Molina
El doctor Jesús Molina, especialista en medicina familiar y comunitaria del centro de salud Francia I de Madrid, confirmó que la EPOC es una enfermedad invisible que debe ser destapada ante la sociedad.
Definió disnea como esa falta de aire que convierte las escaleras, poco a poco, en obstáculos insalvables. De ahí la importancia de evitar el aislamiento típico de los pacientes, a veces inevitable cuando se reside en viviendas sin ascensor. Situacíón que lleva a muchos pacientes a no poder salir de casa. Como ocurría con el paciente Antonio, ya fallecido, que solo expresaba alegría cuando le visitaba su nieta.
Molina lamentó igualmente que se haya tardado tanto en instalar espirómetros en los centros de salud, una vez que se disipó el bulo de que las espirometría son complejas de realizar.
El doctor Raúl de Simón, médico de familia del Centro de Salud Luis Vives de Alcalá de Henares (Madrid), confirmó que el 81% del personal sanitario declaró en el informe presentado la caída de la atención durante la pandemia, con un 43% de suspensión de espirometrías.
No obstante, y por otro lado, señaló el reconocimiento en un 71% del acierto de considerar a médicos y farmacéuticos como un binomio asistencial.
Esther Gómara
En nombre de los pacientes de EPOC, Esther Gómara, aseveró con toda rotundidad que es imprescindible que la gente deje de fumar. Algo que podría reducir la enfermedad a sus mínimos, aunque no acabar con ella.
Protagonista de los documentales "la bicicleta de Esther" y "Respira", confesó que la fuerza de voluntad es clave para que las personas afectadas puedan optar a una vida menos limitada. En cuerpos en los que los pulmones tienen memoria y las actividades cotidianas más sencillas se vuelven cada vez más penosas.
Recordó con mucho pesar cuando el equipo clínico dijo por primera vez la palabra enfisema, junto a otros padecimientos como la inapetencia, la pérdida de peso, un innegable sentimiento de culpabilidad y una más que justificada rebeldía. Porque, aseguró, no hay nada más terrible que falte el aire, algo que nadie echa de menos cuando está sano.
Ella, que llegó a su diagnóstico en fase aguda tuvo dulces palabras para Patricia, Patri, su enfermera de enlace que se convirtió en su ángel de la guardia.
En definitiva Esther sueña con volver a viajar de nuevo y revisitar Estambul, aunque sabe que eso será extremadamente difícil por culpa de su enfermedad.
Dra Tamara Alonso
La doctora Tamara Alonso, adjunta del servicio de Neumología del Hospital Universitario La Princesa de Madrid, y médico de Esther, destacó el papel clave del personal de Enfermería y también la fuerza de voluntad demostrada por su paciente.
También en representación de los pacientes, Nicole Hass, portavoz y asesora técnica de la Asociación APEPOC, precisó que el 73% de las personas con EPOC declararon una peor síntomatología desde que llegó la pandemia, como un 62% que manifestaron tener una peor función pulmonar.
Lo que propició que el 83% de todos ellos abandonara los buenos hábitos de alimentación y actividad física, previos a la llegada del SARS-CoV-2. Con el drama que supone, además, que algunos de estos pacientes hayan vuelto a fumar como mal regalo del confinamiento.
Hasta el punto de que el 40% de depresión basal que era propio de esta enfermedad antes de la pandemia, se duplicó con la llegada de esta. Junto a un 85% de pacientes con una peor calidad de sueño, informó Hass (primera Dcha).