Las células gliales del corazón ayudan a regular la frecuencia y el ritmo cardíacos, y a impulsar su desarrollo en el embrión, según un nuevo estudio publicado en la revista de acceso abierto ...
Las células gliales del corazón ayudan a regular la frecuencia y el ritmo cardíacos, y a impulsar su desarrollo en el embrión, según un nuevo estudio publicado en la revista de acceso abierto ´PLOS Biology´. El descubrimiento proporciona el retrato más detallado hasta ahora de una población fundamental de células que hasta ahora no se conocía bien.
La glía es un conjunto diverso de tipos celulares, cuyo nombre proviene de la palabra griega que significa pegamento, e incluye células que rodean y nutren a las neuronas, y otras que organizan respuestas inmunitarias dentro del sistema nervioso central. En el sistema nervioso periférico, la glía está presente y presumiblemente activa en múltiples órganos, como el intestino, el páncreas, el bazo y los pulmones, aunque su función no está clara en la mayoría de los casos.
Recientemente se ha informado de la existencia de una población celular en el corazón que expresa un marcador astroglial conocido, y una parte del corazón en desarrollo denominada tracto de salida incluye un grupo de células derivadas de una estructura embrionaria denominada cresta neural, que es la fuente de la mayoría de las células gliales periféricas.
Estas intrigantes pistas llevaron a los autores, Nina Kikel-Coury, Cody Smith y sus colegas de la Universidad de Notre Dame, en Estados Unidos, a profundizar en la identidad y función de estas células.
Empezando por el pez cebra, encontraron un grupo abundante de células en los ventrículos del corazón que producían la proteína ácida fibrilar glial (GFAP), un marcador clásico de la glía. También se encontraron células positivas a la GFAP en los corazones de ratones y humanos.
Esas células se concentraban en el llamado tracto de salida en el desarrollo temprano, una estructura que se forma en el corazón durante el desarrollo y contribuye a la vía que conecta los ventrículos con las arterias que salen del corazón.
La eliminación de estas células aumentó el ritmo de desarrollo de los nervios en el corazón embrionario, lo que sugiere que desempeñan una función inhibidora o retardadora de la inervación cardíaca. Mediante diversos métodos, entre ellos el seguimiento de células etiquetadas individualmente a medida que migraban, los investigadores demostraron que las células gliales que se instalan en el tracto de salida comienzan su viaje en la cresta neural. Llamaron a estas células "nexus glia".
Pero, ¿cuál es la función de estas células gliales en el corazón maduro? Cuando los autores eliminaron las células, el ritmo cardíaco aumentó; cuando se redujeron las células privándolas de un gen clave que impulsa su desarrollo glial, el corazón resultante latía de forma irregular.
Una importante subdivisión del sistema nervioso periférico, denominada sistema autónomo, regula muchos aspectos de la fisiología, incluida la frecuencia cardíaca, a través de sus dos ramas, los sistemas simpático y parasimpático. Al tratar al pez cebra con sustancias químicas que aumentan la actividad de una u otra rama, demostraron que la glía cardíaca controla la frecuencia cardíaca a través de su modulación de ambas ramas.
Los resultados amplían en gran medida la comprensión del papel de las células gliales en el corazón y sugieren que la glía también puede desempeñar papeles críticos en el desarrollo y la función de otros órganos en los que se han vislumbrado.
"Nuestros hallazgos indican la existencia de una extensa y poco explorada red de glías asociadas a órganos que tienen papeles funcionales dependientes del entorno --subraya Smith--. Por lo tanto, es necesario conocer mejor estas poblaciones astrogliales especializadas, dado su potencial impacto en la fisiología de los órganos".
Y recuerda que las células similares a los astrocitos en el SNP son poco conocidas. "Nosotros demostramos que una célula similar a los astrocitos funciona en una fase temprana del desarrollo para regular el control del sistema nervioso autónomo del corazón", concluye.