El cáncer de páncreas es muy agresivo y, hasta ahora, tiene un mal pronóstico, con una supervivencia de solo el 5 % de casos a 5 años. La mayoría de las muertes relacionadas con este tipo de cáncer se deben a metástasis, sin embargo, de momento, no existen tratamientos para ...
El cáncer de páncreas es muy agresivo y, hasta ahora, tiene un mal pronóstico, con una supervivencia de solo el 5 % de casos a 5 años. La mayoría de las muertes relacionadas con este tipo de cáncer se deben a metástasis, sin embargo, de momento, no existen tratamientos para detenerla. Por tanto, comprender los mecanismos moleculares que causan la metástasis del cáncer de páncreas es el primer paso para desarrollar tratamientos dirigidos eficaces.
En este contexto, investigadores de la Universidad de Osaka, Japón, identificaron un mecanismo hasta ahora desconocido de la metástasis del cáncer de páncreas que podría utilizarse como diana terapéutica.
El estudio, publicado en la revista ´eLife´ analizó tejidos de cáncer de páncreas humano y demostró que una pequeña proteína de señalización llamada ARL4C está sobreexpresada en los pacientes de cáncer de páncreas. Los primeros resultados sobre la función de esta proteína sugirieron que podría estar implicada en la capacidad migratoria e invasiva de las células de cáncer de páncreas. Para confirmar la localización de ARL4C en las células cancerígenas de páncreas invasoras, los investigadores diseñaron un experimento que simulaba la invasión de células cancerosas en el cuerpo humano. Crearon un dispositivo de cultivo en 3D que podía controlar la invasión de las células cancerosas en el gel de colágeno circundante, que utilizaron para observar la invasión de células vivas que contenían ARL4C marcado con fluorescencia a través de un microscopio.
"Descubrimos que ARL4C se localizaba en los llamados pseudópodos invasores -funcionalmente análogos a los invadopodios, pero estructuralmente distintos- en la superficie de las células", según Akikazu Harada, autor principal del estudio. Los invadopodios son extrusiones en forma de pies que surgen de la superficie ventral de una célula y que, en concreto, las células cancerosas utilizan para invadir otros tejidos. Por el contrario, los pseudópodos invasores son más largos y tienen un diámetro mayor que los invadopodios, y se extienden desde el extremo anterior de la célula. "En estos pseudópodos, ARL4C reclutó otra proteína llamada IQGAP1 -que también está muy expresada en numerosos cánceres, incluido el de páncreas-, que transportó una enzima llamada MMP14 a los pseudópodos, lo que permitió a la célula cancerosa romper e invadir el gel de colágeno o la matriz extracelular", señaló.
Una vez hallado este novedoso mecanismo, los investigadores quisieron aprovechar este nuevo conocimiento con fines terapéuticos. En concreto, adoptaron un enfoque terapéutico con oligonucleótidos en antisentido o ASO. Se trata de moléculas cortas de ADN monocatenario que actúan dentro de la célula para influir -en este caso, bloquear- la producción de proteínas. "Un ASO dirigido contra ARL4C fue capaz de suprimir las metástasis en los ganglios linfáticos de las células de cáncer de páncreas implantadas en el páncreas de un ratón inmunodeficiente", explicó Akira Kikuchi, otro de los autores principales del estudio. Si se bloquea el ARL4C, las células cancerosas son menos agresivas y tienen menos probabilidades de propagarse". Aunque sólo son preliminares, estos hallazgos abren nuevas y prometedoras vías terapéuticas para este tipo de cáncer extremadamente agresivo y arrojan luz sobre su mecanismo en torno a la metástasis.