Un buen control de la glucosa es importante para reducir el riesgo de cáncer en la obesidad y la diabetes tipo 2, según se desprende de un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Gotemburgo, Suecia. Los autores remarcan que si bien la pérdida de peso mantenida parece ...
Un buen control de la glucosa es importante para reducir el riesgo de cáncer en la obesidad y la diabetes tipo 2, según se desprende de un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Gotemburgo, Suecia. Los autores remarcan que si bien la pérdida de peso mantenida parece brindar protección contra el cáncer, un buen control de la glucosa influye en la prevención del cáncer.
Hasta la fecha, se han realizado relativamente pocos estudios sobre la asociación entre la pérdida de peso, el riesgo de cáncer y el control de la glucosa en pacientes con obesidad y diabetes tipo 2.El presente trabajo, publicado en la revista ´Diabetes Care´, utilizó datos del ensayo de intervención "SOS" (Swedish Obese Subjects), que está dirigido y coordinado desde la Universidad de Gotemburgo, así como datos de otras fuentes, como el Swedish Cancer Registro.
Los investigadores estudiaron a un grupo de 393 personas con diabetes tipo 2 que se sometieron a cirugía bariátrica y lo compararon con un grupo de control de 308 personas con las mismas características clínicas; es decir, con obesidad severa y diabetes tipo 2, pero que no se habían sometido a cirugía bariátrica. En otros aspectos, como en términos de composición de género, glucosa en sangre y tabaquismo, los dos grupos eran comparables.
En el grupo de cirugía, 68 personas (aproximadamente el 17 por ciento) desarrollaron cáncer en paralelo con una pérdida de peso significativa. Los correspondientes casos de cáncer emergente en el grupo de control ascendieron a 74 (24 por ciento), mientras que estos individuos mantuvieron su condición de obesidad severa. La mediana del período de seguimiento fue de 21 años. En general, el riesgo de contraer cáncer fue un 37 por ciento menor en el grupo que se sometió a una cirugía de obesidad.
Sin embargo, la mayor diferencia se observó cuando se analizó el riesgo de cáncer en los pacientes que lograron un control normal de la glucosa y no tuvieron una recaída de la diabetes durante un período de diez años. Entre estos pacientes, la incidencia de cáncer fue sólo de 12 de 102 (12 por ciento), frente a 75 de 335 (22 por ciento) en el grupo cuya diabetes había reaparecido en el mismo período. Por tanto, los resultados muestran una reducción del 60% en el riesgo de cáncer en el grupo en el que se mantuvo el control normal de la glucosa durante 10 años.
Orientación para prevenir el cáncer
"Lo que vemos es que, entre los pacientes con diabetes tipo 2, muchos casos de cáncer se pueden prevenir. Estos resultados son una contribución importante que mejora nuestra comprensión de la conexión entre el control de la glucosa y la prevención del cáncer ", según explicó Kajsa Sjöholm, profesora asociada de Medicina Molecular en la Academia Sahlgrenska de la Universidad de Gotemburgo y primera autora del estudio.
Es evidente que la epidemia mundial de obesidad y diabetes conduce a un mayor riesgo de cáncer, así como a un mayor riesgo de muerte prematura. "Se ha estimado que, durante los próximos 10 a 15 años, la obesidad puede causar más casos de cáncer que el tabaquismo en d países. Esta es una clara ilustración de la gravedad de la afección ", indica, por su parte, Magdalena Taube, profesora asociada de Medicina Molecular en la Academia Sahlgrenska de la Universidad de Gotemburgo, es la autora principal del estudio.
De acuerdo con los autores, se necesitan estrategias para prevenir este desarrollo. "Nuestros resultados pueden proporcionar una guía vital para la prevención del cáncer en pacientes con obesidad y diabetes tipo 2", concluye Taube.