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El fotoprotector clásico prioriza la protección frente al enrojecimiento por radiación UFB

Es necesario convivir con el sol, tomando precauciones e incorporando, poco a poco, las novedades que la fotoprotección estándar y la biológica.

10/06/2014

La fotoprotección biológica se fundamenta en aprovechar diferentes sustancias presentes en los seres vivos para prevenir o reparar los efectos nocivos de los rayos del sol en nuestra piel. La radiación lumínica tiene unos efectos beneficiosos en los seres humanos, entre ellos, la síntesis en la piel de la vitamina ...

La fotoprotección biológica se fundamenta en aprovechar diferentes sustancias presentes en los seres vivos para prevenir o reparar los efectos nocivos de los rayos del sol en nuestra piel. La radiación lumínica tiene unos efectos beneficiosos en los seres humanos, entre ellos, la síntesis en la piel de la vitamina D, la cual no tenemos otra forma de producirla en nuestro organismo. Pero estos mismos rayos solares son los responsables del fotoenvejecimiento y del  cáncer de piel. Así, para equilibrar esta balanza, desde hace un par de décadas, los dermatólogos han ido incluyendo diferentes principios activos en sus prescripciones, mientras la industria farmacéutica ha ido desarrollando productos de uso por vía oral o tópica. En este sentido, son muchos los dermatólogos que recetan fotoprotectores biológicos por vía oral para complementar la fotoprotección tópica. “En general, los pacientes se muestran sorprendidos cuando les comentamos que es verdad que su piel puede estar más protegida por la acción de algo que se ingiere. Sin embargo, cuando se prueba un buen fotoprotector oral muchos pacientes confían en su uso, porque “notan” su eficacia”, explica el doctor Santiago Vidal.

Asimismo, una buena dieta puede protegernos del sol, por ello los especialistas recomiendan productos que actúan ofreciendo una protección suplementaria. Entre ellos, frutas, verduras, hortalizas, aceite de oliva, frutos secos, pescado, yogur, kéfir, chocolate o infusiones de té verde. “Los dermatólogos prescribimos suplementos fotoprotectores biológicos por vía oral sobre todo durante la temporada estival, empezando en junio. Además, muchos de los fotoprotectores tópicos más eficaces incorporan compuestos de origen biológico que resultan muy útiles para mejorar la respuesta a los tratamientos”, explica el dermatólogo. Y termina comentando: “Los fotoprotectores tópicos actuales son muy eficaces. Sin embargo, en condiciones reales de uso, pueden no ser suficientes. Es muy difícil que un fotoprotector tópico estándar sea capaz de mantener su eficacia salvo en el caso de ser muy metódico. Por ello, la acción sinérgica de la fotoprotección biológica resulta especialmente útil en nuestras latitudes”, añade Santiago Vidal.

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