Se calcula que alrededor de 1 de cada 10 pacientes de 60 años o más presenta algún grado de deterioro cognitivo tres meses después de una intervención quirúrgica, aunque los criterios de diagnóstico aún no se han estandarizado y todavía se están estudiando las causas y los factores de riesgo. ...
Se calcula que alrededor de 1 de cada 10 pacientes de 60 años o más presenta algún grado de deterioro cognitivo tres meses después de una intervención quirúrgica, aunque los criterios de diagnóstico aún no se han estandarizado y todavía se están estudiando las causas y los factores de riesgo. El deterioro cognitivo postoperatorio se caracteriza por la disminución de la memoria y la concentración. Esta situación puede ser temporal o persistir, incluso, años después de la cirugía.
Para averiguar si la exposición repetida a la cirugía bajo anestesia general durante la vida de un individuo afecta negativamente a su declive cognitivo natural, investigadores holandeses han llevado a cabo un estudio en el que se observa que factores como la hipertensión arterial, la diabetes de tipo 2 y un nivel educativo más bajo son mayores predictores del deterioro cognitivo a largo plazo que las consecuencias de aplicación repetidoa de anestesia general. Dicho estudio ha sido presentado durante el congreso de la Sociedad Europea de Anestesiología y Cuidados Intensivos (ESAIC, por sus siglas en inglés).
Para la elaboración de este trabajo, se realizó un seguimiento, durante 12 años ,de 1.823 adultos (de entre 25 y 84 años) con funcionamiento cognitivo normal, de la Red de Registro de Prácticas Familiares, un registro representativo de la población holandesa.
Los participantes fueron entrevistados al inicio del estudio y posteriormente seis y 12 años después. Cada examen incluía una revisión médica y una batería de pruebas de función cognitiva para medir el aprendizaje y la memoria, la función ejecutiva, la velocidad de procesamiento de la información y la atención selectiva y la velocidad mental (con un juego de colores y palabras para el cerebro llamado test de Stroop, en el que una palabra como "azul" o "púrpura" se imprime en tinta verde o roja). Se utilizó la modelización para observar el desarrollo cognitivo de los participantes y se correlacionó con factores de riesgo independientes.
Aquellos que se habían sometido a más de dos anestesias generales al inicio del estudio tendían a ser mayores y a tener otros problemas de salud, como hipertensión arterial, enfermedad coronaria o colesterol alto (hipercolesterolemia), en comparación con los que nunca se habían sometido a una operación con anestesia general.
Tras ajustar los factores relacionados con un mayor riesgo de deterioro cognitivo, como la edad, el sexo, el nivel educativo, el hábito de fumar, el abuso de alcohol y otras enfermedades, los investigadores descubrieron que los pacientes que habían recibido al menos una anestesia general eran significativamente más propensos a obtener peores resultados en la prueba Stroop (atención selectiva y velocidad mental) que los individuos que nunca habían sido operados. Sin embargo, el número de anestesias generales no parecía afectar a otras áreas de la función y el rendimiento cognitivos.
Los resultados del estudio sugieren, sin embargo, que tener presión arterial alta, colesterol alto, diabetes tipo 2, antecedentes de tabaquismo y un bajo nivel de educación tuvieron un impacto significativamente mayor en el deterioro cognitivo a largo plazo en comparación con una operación bajo anestesia general.
"Los individuos envejecen cognitivamente de forma diferente: el deterioro puede ser repentino o gradual, invalidante o leve. Lo que sí sucede es que es continuo durante la vida, por lo que después de 12 años casi todos los participantes en el estudio habrán desarrollado alguna forma de deterioro cognitivo", explicó el autor principal, el Dr. Christoph Pennings, del Centro Médico de la Universidad de Maastricht (Países Bajos).
"Nuestro estudio sugiere que la exposición repetida a la cirugía bajo anestesia general tiene poco efecto en el deterioro cognitivo a largo plazo, con pequeñas alteraciones en la capacidad de concentrarse en tareas específicas y en la rapidez con la que se puede procesar la información y tomar decisiones basadas en esa información. En cambio, parece que los factores del paciente, como los antecedentes de hipertensión arterial, la diabetes y el nivel educativo, son más importantes para la velocidad del deterioro cognitivo a lo largo de la vida de un individuo. Estos factores del paciente parecen ser más importantes, pero también más modificables, que una operación (necesaria) bajo anestesia general", concluyo este investigador.