A nivel mundial, la prevalencia de la diabetes tipo 2 ha ido en aumento entre la población joven, a lo que se suma que intervenciones a largo plazo y ensayos clínicos para prevenir y tratar esta patología a temprana edad no han tenido éxito. Ahora, investigadores de las Universidades del Este ...
A nivel mundial, la prevalencia de la diabetes tipo 2 ha ido en aumento entre la población joven, a lo que se suma que intervenciones a largo plazo y ensayos clínicos para prevenir y tratar esta patología a temprana edad no han tenido éxito.
Ahora, investigadores de las Universidades del Este de Finlandia, de Exeter, Cardiovascular Engineering Inc. y de Bristol llevaron a cabo un estudio, publicado en ´Hypertension´ en el que se examinó si los rasgos ateroscleróticos preclínicos, como la rigidez arterial, preceden temporalmente al desarrollo de resistencia a la insulina, hiperinsulinemia y dislipidemia. Para ello, se manejaron datos de más de 3.800 adolescentes de 17 años que fueron seguidos durante siete años. Estos datos longitudinales fueron analizados, utilizando modelos estadísticos avanzados para desenredar posibles asociaciones causales.
Los autores del estudio encontraron que la rigidez arterial en la adolescencia puede ser un factor de riesgo causal de la hiperinsulinemia y la resistencia a la insulina en la edad adulta joven, a pesar de controlar factores de riesgo importantes como el tabaquismo, la actividad física, la grasa corporal, la masa muscular esquelética, la frecuencia cardíaca, la presión arterial y los antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares, etc.
Colesterol HDL bajo
Asimismo, la rigidez arterial adolescente parece preceder temporalmente al colesterol HDL bajo en adultos jóvenes, aunque con significación estadística límite. No obstante, el aumento de la rigidez arterial a los 7 años se asoció positivamente con el incremento de los triglicéridos a los 7 años, lo que sugiere que la rigidez arterial puede desempeñar un papel en el desarrollo de la dislipidemia.
"Nuestros nuevos hallazgos son clínicamente significativos para la salud pediátrica y adolescente, en el sentido de que la prevención y el tratamiento de la resistencia a la insulina, la diabetes mellitus tipo 2 de inicio en la juventud y la dislipidemia pueden requerir estrategias para reducir simultáneamente la rigidez arterial, particularmente desde la adolescencia", según Andrew Agbaje, médico y epidemiólogo clínico de la Universidad del Este de Finlandia.
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