En un estudio sobre hombres y mujeres mayores con enfermedad renal avanzada, las mujeres tenían una menor calidad de vida relacionada con la salud al principio, pero los hombres experimentaron un declive más rápido con el tiempo, según publican los investigadores en el ´Clinical Journal of the American Society of ...
En un estudio sobre hombres y mujeres mayores con enfermedad renal avanzada, las mujeres tenían una menor calidad de vida relacionada con la salud al principio, pero los hombres experimentaron un declive más rápido con el tiempo, según publican los investigadores en el ´Clinical Journal of the American Society of Nephrology´ (CJASN).
Para examinar las diferencias en los aspectos físicos y mentales de la calidad de vida en hombres y mujeres mayores con enfermedad renal crónica (ERC), Nicholas C. Chesnaye, del Instituto de Investigación en Salud Pública de Ámsterdam (Países Bajos) y sus colegas analizaron las respuestas al cuestionario del Estudio Europeo de Calidad del Tratamiento en la ERC Avanzada (EQUAL). Este estudio incluyó a pacientes de 65 años o más con ERC avanzada no sometidos a diálisis que recibían atención médica rutinaria en Alemania, Italia, los Países Bajos, Polonia, Suecia y el Reino Unido.
"Cada vez se acepta más que la calidad de vida relacionada con la salud del paciente es tan importante como otros resultados clínicos a la hora de evaluar el estado de salud de un paciente --señala el doctor Chesnaye--. Muy pocos estudios han investigado la interdependencia de la calidad de vida relacionada con la salud y el sexo a lo largo del tiempo en pacientes mayores con ERC avanzada. La ERC tiene una alta prevalencia en este grupo de edad, y dado el aumento de la esperanza de vida, los esfuerzos para mejorar la calidad de vida relacionada con la salud en los ancianos deben seguir siendo el centro de atención".
Las respuestas de 1.421 pacientes revelaron que, al inicio del estudio, las mujeres presentaban puntuaciones medias de salud física y mental considerablemente inferiores a las de los hombres. Sin embargo, durante el seguimiento, las puntuaciones tanto físicas como mentales disminuyeron aproximadamente el doble de rápido en los hombres que en las mujeres.
Esta diferencia se redujo en parte tras ajustar factores como la disminución de la función renal, lo que sugiere un papel explicativo de la disminución de la función renal, que se produjo a un ritmo más rápido en los hombres del estudio. Los niveles más altos de fosfato y más bajos de hemoglobina en la sangre y la presencia de diabetes preexistente se asociaron con puntuaciones físicas y mentales más bajas en los hombres, pero en menor medida en las mujeres.
"La comprensión de la calidad de vida relacionada con la salud en función del sexo a lo largo de la ERC prediálisis, así como los posibles mecanismos subyacentes a cualquier diferencia, puede aportar información sobre la salud y las necesidades del paciente, y ayudar a la supervisión clínica específica por sexo, a las decisiones relacionadas con la terapia de sustitución renal y a la atención centrada en el paciente", afirma el doctor Chesnaye.