La doctora Cristina Macía, del servicio de Medicina Interna del Hospital Ribera Juan Cardona (Ferrol) y miembro de SOGAMI (Sociedade Galega de Medicina Interna), aborda los nuevos retos en el tratamiento de los pacientes oncológicos de cara al Día Mundial del Cáncer, que se conmemora el viernes 4 de febrero. Como ...
La doctora Cristina Macía, del servicio de Medicina Interna del Hospital Ribera Juan Cardona (Ferrol) y miembro de SOGAMI (Sociedade Galega de Medicina Interna), aborda los nuevos retos en el tratamiento de los pacientes oncológicos de cara al Día Mundial del Cáncer, que se conmemora el viernes 4 de febrero.
Como especialista en Medicina Interna, la doctora Macía explica el importante papel que juegan los médicos internistas en colaboración con los oncólogos en el tratamiento del cáncer. "El internista es útil desde el inicio del tratamiento oncológico hasta el manejo paliativo de los síntomas refractarios en los últimos días de vida.
Al principio del tratamiento antitumoral la visión del internista puede ser necesaria para el manejo de las comorbilidades de los pacientes oncológicos (diabetes mellitus, insuficiencia cardíaca o EPOC), tratando precozmente las descompensaciones de las mismas. Además, el internista ayuda aliviando síntomas como el dolor, la falta de apetito o la fatiga".
Tratamiento de las comorbilidades
"La mejora de los tratamientos contra el cáncer permite atender a pacientes más añosos y con más comorbilidades. Esto hace que puedan necesitar el seguimiento por parte de un especialista más generalista que trate las diferentes descompensaciones de sus patologías previas, como el internista", comenta la doctora Macía.
"En planta de oncología podemos ver personas ingresadas por efectos secundarios a la quimioterapia que al mismo tiempo presentan cuadros de insuficiencia cardíaca descompensada, de reagudización de EPOC o de descompensación de su diabetes mellitus. Además, los internistas juegan un importante papel en el tratamiento de las infecciones secundarias a la inmunosupresión, colaborando con los oncólogos en la elección del tratamiento antimicrobiano más adecuado".
Papel de las Unidades de Cuidados Paliativos
Finalmente, los internistas pueden trabajar en las Unidades de Cuidados Paliativos, tratando y cuidando al paciente en sus últimos meses de vida.
Sobre estas Unidades, la especialista explica que "permiten un mejor abordaje de los síntomas refractarios de los pacientes oncológicos tales como dolor o fatiga, sobre todo en aquéllos que ya no se encuentran a tratamiento activo de su tumor. Asimismo, son útiles para un seguimiento durante meses o años; empezando con un seguimiento en consultas externas, continuando con un seguimiento a través de Hospitalización a domicilio (cuando la calidad de vida del paciente empeora y ya no puede acudir a las consultas) y posteriormente mediante ingreso en una Unidad de Paliativos (en los casos en los cuales no es posible su tratamiento en casa)".
"El contacto con las Unidades de Cuidados Paliativos podría ser más precoz, en el momento de iniciar el tratamiento antitumoral, para así poder ayudar con el tratamiento de los síntomas desde el inicio del seguimiento del paciente", apunta la doctora Macía como mejora de cara a futuro.