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"Se trata de una enfermedad invisible"

Hablamos con cinco pacientes que actualmente padecen Covid persistente para conocer de primera mano cómo les afecta en su día a día y cuáles son sus demandas en relación a la enfermedad.

17/02/2022

Montserrat Pérez contrajo la enfermedad del Covid-19 a finales de abril de 2021, coincidiendo con el fallecimiento de su padre. "Fui positiva durante tres semanas aunque con carga viral baja, pero poco a poco los dolores musculares y el dolor de cabeza fueron en aumento", nos cuenta. A esto le ...

Montserrat Pérez contrajo la enfermedad del Covid-19 a finales de abril de 2021, coincidiendo con el fallecimiento de su padre. "Fui positiva durante tres semanas aunque con carga viral baja, pero poco a poco los dolores musculares y el dolor de cabeza fueron en aumento", nos cuenta. A esto le siguió una inflamación en todas las articulaciones y el abdomen, y la aparición de una conjuntivitis. Fue entonces cuando requirió tratamiento con corticoides antiinflamatorios y calmantes. "Uno de los de síntomas que más me asustó fue la pérdida de piezas dentales, parece ser que la retracción de las encías después de la inflamación hizo que algunas de las piezas dentales se soltaran". El resultado han sido cuatro cirugías en la boca y fuertes tratamientos con antiinflamatorios, además de pérdida del cabello y debilitamiento de las uñas. "Yo era una persona muy dinámica antes de contraer esta enfermedad: trabajaba en un colegio con niños de dos a tres años y los fines de semana ayudaba en el restaurante familiar, practicaba deporte, spinning, y solía salir todos los viernes con mis amigos. Ahora veo que mi vida está completamente limitada por mi estado".

Un cambio radical que marca vidas y testimonios. "Actualmente, lo que más ansiedad me genera es el desconocimiento de esta afección, la poca visibilidad que está teniendo y, sobre todo, el no saber cuándo vas a estar mejor, no saber cómo te vas a encontrar a la mañana siguiente". Y es que el desconocimiento no puede llevar al olvido. Así lo ven los afectados y así lo trasladan a la opinión pública, organismos estatales y personal sanitario. "Se trata de una enfermedad invisible. Hay un total desconocimiento y escasez de terapias que, al final, se resumen en ensayos con el paciente". Y es que la sintomatología difiere en gran parte según cada persona con reacciones muy diversas a tratamientos similares.

Los pacientes asturianos están representados en el colectivo Covid Persistente Asturias. "Es de gran ayuda poder hablar con personas que se encuentran en tu misma situación e incluso, y desgraciadamente, saber y conocer que están muchísimo peor que yo", nos confiesa Montserrat Pérez, y continúa: "Al final, todos buscamos lo mismo: visibilidad, apoyo emocional, investigación a nivel institucional, tratamientos más efectivos y, sobre todo, superar esta enfermedad".

En su caso concreto, la única asistencia médica pública que ha recibido Montserrat Pérez es una consulta de traumatología, una resonancia y tres sesiones de fisioterapia, el resto se lo ha tenido que costear por lo privado. "Es completamente insuficiente para una persona que convive a diario con el dolor, con el insomnio y como consecuencia de todo esto, con muchísima ansiedad".

Por ello reclama más implicación por parte de los gobiernos autonómicos y central. "Deben pararse a valorar más en serio esta enfermedad, a evaluar la gravedad de sus consecuencias y a estudiar bien los síntomas con el fin de poder ofertar terapias y tratamientos concretos, individualizados, de calidad y efectivos que nos hagan recuperar nuestras vidas y trabajos".

En definitiva, más recursos e investigación, más visibilidad y más atención especializada. "Necesitamos personal cualificado con medios apropiados para atendernos fuera del ámbito privado, al que muchas personas no pueden acudir".

Montserrat Pérez se despide agradecida. "El día en que todo se acabe volveré a ser yo misma, tampoco me olvidaré de dar las gracias a mi médico de Atención Primaria por escucharme una y mil veces, al quiropráctico, a mi físio, a mi profe de yoga por ir poniendo mi cuerpo poco a poco en su lugar y a mis compañeros y amigos y familia por su infinita paciencia y amor".

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