Personas que han sufrido un ataque cardíaco pueden tener menos posibilidades que la población sana de desarrollar la enfermedad de Parkinson en el futuro, según una nueva investigación publicada en el `Journal of the American Heart Association´. La enfermedad de Parkinson es un trastorno cerebral caracterizado por la pérdida progresiva del ...
Personas que han sufrido un ataque cardíaco pueden tener menos posibilidades que la población sana de desarrollar la enfermedad de Parkinson en el futuro, según una nueva investigación publicada en el `Journal of the American Heart Association´.
La enfermedad de Parkinson es un trastorno cerebral caracterizado por la pérdida progresiva del movimiento físico, que incluye temblores, habla lenta o arrastrada y/o rigidez o rango de movimiento limitado para caminar y otras actividades físicasm también se asocia con cambios de comportamiento, depresión, pérdida de memoria y fatiga.
Después de un ataque cardíaco, el riesgo de complicaciones neurovasculares, como un accidente cerebrovascular isquémico o demencia vascular aumenta notablemente, "por lo que el hallazgo de un menor riesgo de enfermedad de Parkinson fue algo sorprendente", indicó el autor del estudio Jens Sundbøll, miembro de los departamentos de epidemiología clínica y cardiología del Hospital Universitario de Aarhus (Dinamarca). "Estos hallazgos indican que el riesgo de enfermedad de Parkinson al menos no aumenta después de un ataque cardíaco y no debería ser una preocupación para los pacientes ni un enfoque preventivo para los médicos en el seguimiento", añadió.
El ataque al corazón y la enfermedad de Parkinson comparten ciertos factores de riesgo, con mayor riesgo encontrado entre los hombres mayores y menor riesgo entre las personas que beben más café y son más activas físicamente. Curiosamente, sin embargo, algunos factores de riesgo clásicos de un ataque cardíaco, como fumar, colesterol alto, presión arterial alta y diabetes tipo 2, están asociados con un menor riesgo de enfermedad de Parkinson.
Los investigadores examinaron los registros de salud del Servicio Nacional de Salud de Dinamarca. Compararon el riesgo de enfermedad de Parkinson y parkinsonismo secundario entre aproximadamente 182 000 pacientes que sufrieron un ataque cardíaco por primera vez entre 1995 y 2016 (edad promedio 71 años; 62 % hombres) y más de 909 000 controles emparejados por edad, sexo y año de diagnóstico de infarto. Los resultados se ajustaron para una variedad de factores que se sabe que influyen en el riesgo de ataque cardíaco o enfermedad de Parkinson.
Durante un seguimiento continuo máximo de 21 años, después de ajustar una amplia gama de posibles factores de confusión, el análisis encontró que, en comparación con el grupo de control: hubo un 20% menos de riesgo de enfermedad de Parkinson entre las personas que sufrieron un ataque al corazón; y un 28 % menos de riesgo de parkinsonismo secundario entre quienes sufrieron un ataque al corazón.
"Estos resultados indican que la rehabilitación cardíaca debe centrarse en prevenir el accidente cerebrovascular isquémico, la demencia vascular y otras enfermedades cardiovasculares, ya que el riesgo de Parkinson parece disminuir en estos pacientes, en comparación con la población general", concluyó Sundbøll.