La lesión renal aguda es una complicación común de COVID-19 y está asociada con un mayor riesgo de muerte. Un nuevo estudio publicado en la publicación oficial de la Sociedad Americana de Nefrología (CJASN, por sus siglas en inglés) ha analizado el uso y administración de cuidados paliativos en pacientes ...
La lesión renal aguda es una complicación común de COVID-19 y está asociada con un mayor riesgo de muerte. Un nuevo estudio publicado en la publicación oficial de la Sociedad Americana de Nefrología (CJASN, por sus siglas en inglés) ha analizado el uso y administración de cuidados paliativos en pacientes con COVID-19 y lesión renal aguda.
Los cuidados paliativos se centran en proporcionar alivio a los síntomas y al estrés de una enfermedad grave. Los pacientes con lesión renal aguda a menudo no reciben cuidados paliativos, aunque se considera que hay escasos estudios sobre la administración de este tipo de atención en este tipo de enfermos. En el caso de este estudio observacional, en el que participaron varios hospitales de Nueva York, se aprecia que los cuidados paliativos se utilizaron con mayor frecuencia en personas hospitalizadas con lesión renal aguda.
En lo referente a los pacientes incluidos en este trabajo, estos recibieron más consultas de cuidados paliativos aunque con mayor retraso (10 días desde el ingreso hospitalario). Asimismo, ias personas con esta patología tenían una probabilidad 1,81 veces mayor de recibir cuidados paliativos que las que no la sufrieron, incluso después de controlar los marcadores de enfermedad crítica (como el ingreso en unidades de cuidados intensivos o el uso de ventilación mecánica). Otro dato de interés deducido del estudio,es que el 66% de los pacientes con lesión renal aguda que iniciaron un tratamiento renal sustitutivo (TRS), como la diálisis, recibieron cuidados paliativos frente al 37% de los que no recibieron TRS. Las consultas de este tipo de atención también se produjeron más tarde para los que iniciaron el tratamiento renal sustitutivo en comparación con los que no lo hicieron (12 días desde el ingreso frente a 9 días).
Por otra parte, según se destaca, a pesar del mayor uso de los cuidados paliativos, los pacientes con lesión renal aguda tuvieron una estancia hospitalaria significativamente más larga, más ingresos en la unidad de cuidados intensivos y más uso de ventilación mecánica. Finalmente, una mayor proporción de los que tenían dicha patología fallecieron durante la hospitalización (46% frente a 5% que no la tuvieron).
"En este estudio, hallamos que los pacientes con lesión renal aguda estaban gravemente enfermos y tenían una tasa de mortalidad elevada, pero lo que no se esperaba era que los cuidados paliativos se solicitaran, a menudo, más tarde que en el caso de los que no tenían dicha lesión, a pesar de tener una mortalidad tan elevada", según la doctora Jennifer S. Scherer, de la Escuela de Medicina Grossman de la NYU, que considera que "los pacientes y las familias podrían haberse beneficiado de un apoyo más temprano de los cuidados paliativos".