Dentro de pocos días, se celebran dos años desde que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, anunciara el primer estado de alarma para contener la pandemia de la Covid-19. Desde entonces, y según las estadísticas oficiales, en nuestro país se han contagiado más de 11 millones de personas y este miércoles ...
Dentro de pocos días, se celebran dos años desde que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, anunciara el primer estado de alarma para contener la pandemia de la Covid-19. Desde entonces, y según las estadísticas oficiales, en nuestro país se han contagiado más de 11 millones de personas y este miércoles superamos las 100.000 muertes.
En nuestro IM Meetings de este jueves abordamos por ello la Covid Persistente: dos años conviviendo con la enfermedad. Antònia Pozo, redactora jefa de IM Médico, afirmó que "la mayoría de los pacientes de Covid-19 vuelven a su estado basal de salud una vez superada la infección por SARS-CoV-2. Sin embargo, parte de ellos, declaran efectos sobre su salud que no existían previamente a padecer la enfermedad". Saber cuántas personas padecen síntomas de larga duración o secuelas después de superada la fase aguda de la enfermedad todavía es un dato controvertido. Algunos estudios señalan que la cifra podría situarse en torno al 10-20% de pacientes que podrían padecer Covid Persistente, una enfermedad con perspectivas de cronificación cuyas manifestaciones patológicas pueden ser cardiovasculares, neurológicas o musculoesqueléticas, entre otras. Éste es "un verdadero reto para profesionales sanitarios y el Sistema Sanitario en general".
Pilar Rodríguez, médico de familia, coordinadora del grupo Covid persistente de la SEMG y vicepresidenta primera también de la SEMG, se centró en qué se sabe y cuál es la experiencia. Contó las reflexiones del grupo de Covid persistente. "Esto de la Covid-19 es un gran reto desde el punto de vista sanitario y social", comenzó. Estamos ya a dos años del inicio de la pandemia y con mucho en nuestra trayectoria. Lo que se sabe es que hay una necesidad de identificar a los afectados. Están claras las secuelas de los que sufren la Covid de forma aguda. Del Covid persistente, no se sabe bien, es como la parte oculta de un iceberg. Al menos, hay un 10% de afectados, pero hasta principios de diciembre había de cifras oficiales unos cinco millones de contagiados. Y se decía que al menos había un 10% de afectados con Covid persistente. Ahora, tenemos más del doble de contagiados y una situación incierta, porque no se sabe cuál será el comportamiento de esta sexta ola en lo que a Covid persistente se refiere.
Aludió a la definición del Covid persistente de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se habla de que, tres meses después de la infección de la Covid, persisten los síntomas o reaparecen. Se habla más bien de persistencia de la enfermedad. Produce una alteración del funcionamiento cotidiano. Destacó que se necesita incrementar conocimiento, por lo que se requiere investigación. Y conocer muchas cosas, "y sólo se pueden conocer desde la colaboración y la investigación". Sólo así se podrán conocer resultados y la prevalencia real. La pregunta del millón es si se curarán los afectados. La propuesta de SEMG es de colaboración, ya que creen en la necesidad de sumar esfuerzos y en que el paciente tiene que estar codo con codo con los profesionales. Estamos "ante un tipo de pacientes muy especial, muchos de ellos con un componente sanitario y muchos de ellos jóvenes". Igualmente, plantean una formación con aval universitario. No se puede seguir evaluando a los pacientes con la suma de sus síntomas.
Francisco Mera, médico de familia e investigador del proyecto Esperanza Covid del Instituto Catalán de la Salud – Fundación Jordi Gol, se sumó al orgullo de que la SEMG "ha hecho una gran labor" para conocer esta patología, que es la Covid persistente. Dio varias patologías de la fisiopatología de la enfermedad. "Lo que nos llamó la atención como médicos de familia es que en abril-mayo ya teníamos en consulta pacientes que, sin haber estado ingresados, tenían síntomas", apuntó. Hacían que los pacientes no pudieran llevar una vida normal. Los síntomas persistían en el tiempo más allá de la fase aguda, la OMS habla de hasta 11 semanas de duración. "Las causas son desconocidas", manifestó. Entre otras cosas, se ha observado una respuesta inmunitaria exacerbada y hay una inducción hacia la autoinmunidad. Otra parte importante es el hecho de que pudiera haber reactivación de otros virus. Existen diferentes tipos de long Covid, y es necesario poderlos analizar con la Inteligencia Artificial para producir fenotipos que ayudarán a tratarlos de una manera personalizada.
La persistencia de microtrombos sería una posible causa. Se han observado microcoágulos a pacientes de long Covid. "Es importante la afectación neurovascular", aclaró. Producirá una alteración en la forma de organizar nuestro cuerpo. Por otra parte, aparece otra afectación a nivel de corteza central y de hipocampo. Se observa cómo hay una alteración en el metabolismo cerebral. Justamente, estos déficits neurocognitivos son los que más persisten en el tiempo. Hizo una pequeña mención a las pacientes que, tras la vacunación, refieren una clínica muy similar al long Covid, pero que no han pasado previamente la infección. Respecto al tema de la microbiota intestinal, se ha observado que hay un déficit de flora intestinal. El long Covid se resume en pacientes que esperan una asistencia de calidad y en recuperar su vida.
Por su parte, a Esther del Corral, médico internista del Servicio de Medicina Interna del Hospital Royo Villanova de Zaragoza y portavoz de la SEMI, le llamó la atención que cada uno le llama de una manera diferente. El tiempo a veces resulta difícil de definir. En un paciente que ha estado en UCI, sería normal que haya síntomas que persistan después de tres meses. Para hablar de enfermedad, "no sé si deberíamos definir uno síntomas en concreto y que afecten a la funcionalidad". Algunos pacientes tienen síntomas que no tuvieron en la fase aguda. Esto dificulta la investigación. Sí que es "una enfermedad muy prevalente". Se ha creado la figura del especialista de referencia. "El modo de atención se convierte en un peregrinaje del paciente", lamentó. Cuando la demanda es muy alta, llegar a una unidad de referencia es complicado.
Se describen multitud de síntomas. A ellos en una primera consulta, analizan los síntomas más invalidantes, lo que impiden volver a trabajar o cuidar de los hijos. Hay que excluir otros diagnósticos que justifiquen los síntomas, por eso hay que hacer un diagnóstico diferencial. Hay que estar seguros de que los síntomas se atribuyen a post Covid y no a otro enfermedad, que no haya nada más que justifique los síntomas. Proponen hacer una valoración funcional. "Todos los protocolos de Covid persistente tienen que ser dinámicos", aseveró. Los pacientes que están más graves se comentan con el rehabilitador de referencia de su hospital y acaban haciendo rehabilitación presencial en el hospital.
Montse Iracheta, farmacéutica comunitaria en Farmacia Todó y vocal de SEFAC Cataluña, remarcó que las Oficinas de Farmacias permanecieron abiertas tras el 20 de marzo y alabó que la relación con el centro de Salud ha salido fortalecida. ¿Qué es lo que quieren los pacientes? A nivel de farmacia comunitaria, ella ha hecho muchas cosas. ¿Se está haciendo seguimiento y quién lo hace?, planteó. Los anteriores ponentes habían respondido. Hay muchas asociaciones de pacientes y ganas de hacer cosas. Se paró en el documento de consenso para el abordaje de pacientes con síntomas leves de la Covid persistente, en el que participan ANEFP, SEMG, SEFAC, el Consejo General de Enfermería, el de Psicología y pacientes.
En las farmacias es habitual la detección de casos de personas que han pasado la infección, pero tienen síntomas compatibles con Covid persistente y lo desconocen o lo asocian a otros problemas de salud. Los farmacéuticos comunitarios pueden hacer: Detección de pacientes que han pasado la enfermedad, con la receta electrónica, con la automedicación y con la indicación farmacéutica. "Lo más importante es el seguimiento farmacoterapéutico en pacientes con edad avanzada con Covid persistente", declaró en alusión a lo que pueden hacer los farmacéuticos comunitarios. Cada vez hay más farmacias con una zona de atención personalizada, donde se puede hacer un control del paciente. Dejó claro que hay que trabajar "coordinados", que todos usen el mismo protocolo, el mismo patrón. Los pacientes tienen dudas y quieren respuestas.
Terminada la primera parte del IM Meetings, tuvo lugar un turno de preguntas. Algunas tuvieron que ver con la problemática de la definición de la Covid persistente, por si puede dar a confusión. Del Corral pensó que ahora están bien establecidas las diferencias entre las secuelas y el long Covid y que hay que ser respetuosos con el tema. Rodríguez dio valor al consenso de los expertos. Se puede llamar post Covid y luego poner otro apellido. Para ella, lo importante es "reconocer la existencia del problema" y que, después, seamos conscientes de que si a una cosa se llama igual, hay que utilizar apellidos. Mera matizó que "todos pensamos igual". El nombre de long Covid es algo que no gusta. Rodríguez opinó que puede ser no satisfactorio para el paciente y hay que ir juntos para buscar una solución. Cada vez hay más farmacias asociadas a la sociedad científica que engloba a los farmacéuticos comunitarios.
El resumen, según Rodríguez, es que "juntos sumamos". A día de hoy, ningún tratamiento ha demostrado ser efectivo para tratar el Covid persistente, recordó Del Corral. "La mala noticia es que todavía no hay solución", expresó. Iracheta concluyó que hay que "saber escuchar" a las asociaciones de pacientes.